Lazos de Sangre(+16)

IX: Librarte de mí

Miro hacia la ventana, tengo miedo de que en cualquier momento Aiden se cuele por ella y me degolle el cuello de la forma más cruel posible. A él le gusta cazar, me haría correr primero. Me humillaría primero, me vería arrastrarme. Tal vez me vio en un supermercado, con mi pelo largo y mis ojos perdidos. Igual ahí pensó que era una presa fácil. Se obsesionó conmigo, con hacer mi vida miserable. Sam me saca de mis pensamientos.

He conocido a una chica, bueno, la conocí poco después de que te fueras. Iba a preguntarte si te molestaba porque tu y yo siempre estábamos juntos de alguna forma y al día siguiente no. El caso es que es preciosa y me ha ayudado mucho. Igual no quieres saber más...

Me está dando tiempo para procesarlo. No sé si puedo procesarlo. Una nueva chica en la vida de Samuel, eso es que esta mejor. Puede que el consiga dormir todas esas noches que yo no. ¿Dormirá con ella los viernes como hacía en ocasiones conmigo?

-No pasa nada, sigue.

Se llama Esmeralda, es de ascendencia latina. Tiene el pelo negro, muy largo, rizado. Tiene los ojos castaños, como tú, pero no tan rojizos; son más bien amarillentos. No es muy alta, pero suele usar tacones, le gusta mucho vestir bien. Le he hablado mucho de ti. El otro día le dejé una camiseta tuya porque no tenía que ponerse y dijo que debías de tener muy buen gusto.

Se ha puesto mi ropa. Es curioso que duela tanto. Nunca hemos llegado a tener algo declarado y aún así esto duele. Está feliz y eso debería estar por encima de todo.

Siempre vas a ser mi primer amor, Jane. Tengo que ir a buscar a Esmeralda al trabajo. Mañana hablamos. Adiós.

Es más mayor, lo sé por como ha dicho trabajo. Lo ha dicho como si estuviera mal decirlo, pero no tan mal. Se le nota muy contento y eso está bien. Aún así el quiere saber más sobre Aiden, pero parece mucho más curado de la situación de lo que lo estoy yo.

¿Por qué se me hará tan difícil pensar cuando de trata de Aiden?

¿Cómo es que apenas logro negarme ante sus peticiones?

Es como si él controlara mis emociones y todo a mi alrededor.

-Aiden-susurro antes de quedarme dormida.

Y sueño con él cómo no debería hacerlo. Sueño que lo tengo muy cerca y que da igual lo que piense el resto. Sueño que Sam sigue siendo mi amigo y que quedamos para tonar un café antes de ir a clase. Y luego todo se esfuma, Aiden me tiene atada y no me deja acercarme a Sam. Su recuerdo se esfuma y yo grito. Pero no vale de nada. Él me mira, victorioso. Me ata con tanta fuerza que mis muñecas queman. Grito a pleno pulmón, doy patadas pero nunca llego a darle. Le suplico que pare, no lo hace.

Nunca parará, pero eso ya lo sabía.

Empezaba a odiar cada día y cada hora de la semana por lo que esperaba que el fin de semana fuera más tranquilo. Pero para mi ya no hay nada tranquilo. El universo está decidido a acabar con todo mi ser. En otra vida he sido una mala persona o estoy destinada a ser el apocalipsis. Si no es así, no entiendo el sufrimiento.

-Hoy es...-Amanda hace un redoble de tambores-Sábado.

-¿Y eso significa?-otro supuesto redoble imaginario de tambores pero está vez por parte de Lucy-¡Fiesta!

Ambas me miran:

-Yuju-digo sin mucha emoción.

-Cortarollos-suelta Lisa.

-Aguafiestas-me espeta Lucy.

-¿Y que quereis que haga?-pregunto sin ánimos-¿Que coja unos platillos o que me ponga a hacer pole dance sobre la encimera?