Jane
Me despierto y giro lentamente mi cabeza hacia la mesilla. No me encuentro muy bien, pero estoy contenta. Es temprano, tengo clase y me da la sensación de que ayer me acosté tarde. Me froto lo ojos con fuerza y me retuerzo un poco. Escucho un chillido proveniente del pasillo y me levanto de golpe. Mi habitación está en penumbra, así que abro las cortinas. Me pongo unas zapatillas y abro la puerta, veo a mis amigas discutiendo en el pasillo.
-Bichos asquerosos-las llamo y me río de mi misma-Dejad de gritar.
Me giro y vuelvo a entrar en la habitación. Me quito la ropa y camino hasta el baño. Me doy una ducha rápida y me peino el pelo en un moño. Cojo de mi armario unos leggings de Adidas y una camiseta blanca. Encuentro mis deportivas blancas al lado de mi escritorio y me las pongo. Salgo disparada de mi habitación con la mochila en la espalda y bajando los escalones de dos en dos. Llego a la cocina y le robo una tostada a Lucy, lleva mermelada de fresa. Ella se queja e intenta recuperarla pero le doy un mordisco. Parece que hoy van a ir a clase, me alegro. Amanda está sentada en el sofá con un donut en la boca viendo la televisión. Me acerco y le doy un beso en la mejilla. Ella se gira y me mira extrañada.
-¿Y tanta felicidad?-pregunta y le da otro mordisco a su desayuno-¿Es por Aiden?
Me quedo mirandola con el ceño fruncido.
¿Aiden?
-¿Quien es Aiden?-pregunto sonriente.
No sé de que está hablando. Será otra palabra inventada por estas dos en forma de código. Se le borra la sonrisa de la cara y niega de repente.
-Nada, me abré confundido-dice con la vista de nuevo en la televisión-Me refería a uno de los personajes de los libros que lee Lucy. Pensé que tú te los habías leído también.
Devuelve su mirada hacia la televisión, dando por finalizada su intervención. Yo asiento y vuelvo a la cocina. Lucy ha subido a cambiarse, pero me ha dejado una tostada con mantequilla y mermelada en la encimera. La cojo y me la como mientras salgo de casa. Ellas irán algo más tarde, pero a mi me gusta llegar temprano. Así podré coger un café en la máquina y bebérmelo de camino a primera clase. Voy dando saltitos por la acera de camino al instituto. Un coche pasa a toda velocidad y casi me arrolla por ir despistada. Me fijo bien y veo que es un pedazo de coche de esos que sabes que valen más que tu propia vida. En otra ocasión me habría dado envidia, pero hoy me siento bien, me siento fuerte. Me concentro más en mis pasos para no llevarme otro susto. En un par de minutos llego al instituto y veo a mis compañeros disfrutando del calor. Algunos están sentados en el césped, con la cabeza apoyada en sus mochilas. Hoy hace un día espléndido y huele a flores y a césped recién cortado, una maravilla. Entro en el instituto y me doy cuenta de que está puesto el aire acondicionado, disfruto del frescor a medida que avanzo por los pasillos. Paso por la puerta de dirección y veo al director hablar con una chica de pelo oscuro. Me llama para que me acerque. Nunca me había pasado.
—Hola, Jane—dice el director—No sabía que volverías a las clases. Aiden no me comentó nada.
La chica se queda mirando a mi director con los ojos cómo platos. Le susurra algo al oído y el me pide disculpas.
—Olvídalo, ha sido un error—dice Matthew—Deberías ir a clase.
Yo asiento sin entenser por que todo el mundo dice "Aiden" y está tan raro, sigo avanzando por el pasillo. Hoy están muy muy raros y parece que saben algo que yo no. No me he ido del instituto, ni sé quien es Aiden. Intento olvidarme de este extraño comportamiento y me centro en llegar al aula de arte. Llego y tan sólo está la profesora y unos cuantos alumnos. Me siento en un pupitre al lado de la ventana para que me dé el sol, me gusta esa sensación. Cuando estamos todos la profesora empieza la clase. Estamos empezando con escultura y nos ha dado un poco de porcelana fría a cada uno para que hagamos una pequeña estatua.
ESTÁS LEYENDO
Lazos de Sangre(+16)
VampireUn mundo oculto entre las sombras, acechando desde la oscuridad. Una traición, una equivocación que comenzaba siglos atrás. Una mujer dió a luz a una niña de pelo reluciente cómo el sol y ojos mas brillantes que la luna, ella desconocía la existenc...