Lazos de Sangre(+16)

XV: Privilegios

Aiden

Jane sonríe de lado y un mechón le cae sobre le frente. Tengo unas ganas incontrolables de ponerle el pelo detrás de la oreja. No lo hago, es un gesto demasiado romántico y demasiado humano. La seria amiga de Jane ha resultado ser menos seria que mi pequeña rubia. Miro a la joven de ojos castaños y me quedo embelesado. Es preciosa, no solo su poder, físicamente es preciosa.

Definitivamente el maligno sabe traer a la tierra a los demonios más hermosos, aquellos que hacen caer a los hombres. Aquellos que hacen caer a los propios demonios.

Mi hermano me mira de reojo y, cuando las chicas están despistadas, me coge del brazo y me lleva a un lugar apartado del pasillo. Las chicas siguen hablando de cualquier tema demasiado humano para Anne, aunque ella no dice nada. Sé que daría lo que fuera por ser como ellas y poder envejecer. Jane también me ve retirarme, pero no dice una sola palabra al respecto. Creo que agradece que me aleje de ella.

-Solo quiero asegurarme de que conoces las consecuencias de tus actos-dice Matthew vigilando a la agresiva rubia-Porque ella es la chica que más problemas puede causarte ahora mismo. A ti y a todos nosotros. Aún así, actuas como si fuera un corderillo inofensivo.

Suspiro y asiento de acuerdo con mi hermano. Todo a partir de aquí será un caos. Jane, tiene dentro un totum revolutum de naturalezas. Cuándo una sola de ellas, a excepción de la humana despierte, empezarán los efectos secundarios. Los desmayos, los dolores de cabeza, el dolor muscular, la ira incontrolada. Aunque verdaderamente no sabemos que puede pasar.

Es una larga lista y una sucesión inevitable de dolor. Sólo una pudo nacer así, con estas condiciones. Mi hermano teme que cometa alguna estupidez, ella es peligrosa. Matthew piensa que voy a acostarme con ella y pasarle mi veneno.

El problema de que eso sucediese serían las represalias que llevarían acabo la familia Drakul. Un trato es un trato y debo respetarlo. Ellos respetarían la vida humana de Jane, pero debía conservarse con todas sus naturalezas puras hasta que los Drakul dejasen de considerarlo necesario. La familias Drakul y Rosseau son las más poderosas económicamente y prestigiosamente. Aunque en cuanto a poder de refiere, los Drakul ganan sin dudarlo. Esa familia es la que rige el gobierno de este mundo, la única capaz de hacerlo. Los Rosseau tenemos algunos privilegios en este mundo, pero yo me he ganado una enemistad con un miembro de la otra familia, con varios. Por lo tanto soy persona non grata en el castillo de los Drakul, la sede de gobierno. No es algo que me afecte especialmente, sigo teniendo mi puesto en el Consejo. No pueden quitármelo, está ligado a la sangre. Me encantaría ver cómo intentan asesinarme para echarme y se desprestigian a ellos mismos.

Mi hermano chasquea los dedos para sacarme de mis pensamientos. No le gusta que la gente divague cuando está hablando, y más con un tema como este.

-Recuerda el generoso trato que te hizo Lyov-dice mi hermano mirándome fijamente-Después de aquella cagada de Lambert y tuya, deberían habernos matado. Y la verdad, ganas no me faltan de mataros yo mismo. Os expusisteis, casi matáis a su amigo y la llenasteis de sedantes. Despues de eso Lyov sólo te puso de condición que respetaras el acuerdo. El acuerdo que todos los seres oscuros debemos seguir. No podemos intentar cambiarla con nuestro veneno, Aiden.

Vuelvo a asentir. Mi hermano siempre ha sido una gran persona y un gran consejero. Tiene razón con Jane, el acuerdo es lo único que me puede mantener cerca de ella. Me paso las manos por el pelo, estoy algo frustrado. Ella me atrae a niveles que no comprendo. Puedo olerla a cientos de metros de distancia.

-Me cuesta mucho contenerme hermano-digo mirando a la rubia mover sus preciosos labios-Todo su cuerpo me llama...

Mi hermano apoya su mano en mi hombro y me sonríe, intenta tranquilizarme. Me es muy complicado, es cómo si su olor incluso me invitase a estar dentro de ella. Mi hermano se despide, tiene que ir con Anne a ver a mi otro hermano pequeño. Ellos se van y me acerco a las dos humanas.