LyovMe levanto con cuidado de no despertar a Jane. Ahora parece que duerme plácidamente, pero no podrá moverse al despertarse y no quiero una discusión ahora mismo. Me veo en el espejo, veo mi desnudez. Me siento extraño, cansado y lleno de energía al mismo tiempo. Me hormiguea el cuerpo con una extraña sensación de vitalidad. Miro el pequeño cuerpo de mi mujer hecho un ovillo en la cama. Es la primera vez en cientos de años que me siento satisfecho y eso es peligroso. No quiero engancharme a este sentimiento de estar completo, no de ella. Me detesta, puedo sentirlo, puedo hasta olerlo. Que haya dejado que la penetre no significa nada para ella y de eso soy consciente. Nunca dejará que la llene voluntariamente, no quiere un hijo y menos mío.
Que difícil es esta maldita semi humana.
Cualquier otra mujer me habría implorado que le hiciera un hijo por el honor que supondría cargar con el heredero de la casa Drakul. Ella en cambio es molesta, muy dura de manejar. A pesar de que soy plenamente consciente de mis capacidades, no subestimo las suyas. Su carga genética es poderosa y sus instintos demasiado complicados de contener. Camino hasta las puertas correderas de madera oscura frente a la cama. Se deslizan sobre sus guías como si fuera mantequilla, no hacen el más mínimo ruido. Tengo asuntos que atender hoy, aunque algo oscuro en mi querría ver el despertar de Jane. Las luces se encienden automáticamente iluminando un vestidor demasiado grande como para ser decente. Me gustan las cosas extravagantes y el líder de los Drakul no debe vestir cualquier cosa. Me sorprendo a mi mismo mirando el lado del vestidor que pertenece a mi mujer. Admiro las prendas, zapatos y accesorios que he ido recolectando durante siglos para ella. Me rio en mi soledad ante el hecho de que mandara arreglar cada uno de ellos para ajustarse a sus medidas. Me pongo unos boxers de color rojo que agarro de uno de los cajones más cercanos a mi. Camino hasta los vestidos de la que sería mi futura mujer. La que ahora es mi mujer. Ella verdaderamente cree que es un capricho para mi y tal vez así sea, pero ella no lleva cientos de años esperando a alguien que siempre supo que no querría saber nada. Miro uno de los vestidos, es largo y blanco, con capa. Miro el bulto de tela en la zona del abdomen y lo agarro con la mano con cuidado. Un vestido digno de una reina que espera un hijo. Me muerdo el labio al pensarme llenando a Jane con mi carga genética. Maldigo al darme cuenta de que me encantaría hacer a ese hijo por el método tradicional. Suelto el vestido, hay muchos más como este. Estará preciosa, aunque ella pueda llegar a pensar que se saldrá con la suya. Escojo un traje completamente negro y una camiseta gris de cuello alto. Hace bastante menos calor que ayer y agradezco que el día acompañara a nuestra unión. Dejo el traje sobre la isla que se encuentra en el medio del vestidor. Mi mente no deja de recordarme la noche anterior. Salgo del vestidor con cuidado. Sé que soy sigiloso, pero también puedo sentir su sueño turbulento. Ya no está hecha un ovillo, sino que duerme boca abajo, con la espalda al descubierto y la sábana enrollada alrededor de sus caderas. Me acerco un poco, apenas se escucha su respiración, no es ruidosa al dormir. Su pelo está desparramado por las sábanas. Me meto en su cabeza, pero no veo nada. Está totalmente dormida. De esta forma es de la que menos problemas me ocasiona. Mi parte Drakul me habla al oído dándome malas ideas. Lo peor de todo es que estoy dispuesto a hacerle caso. Mi mano agarra la sábana antes de siquiera pensar en que estoy haciendo y tira de ella hacia mi. Lentamente la tela cae hacia el suelo revelando su desnudez. Me siento dominado por mis impulsos más primarios ahora mismo. Veo su cuerpo completamente indefenso. Su entrepierna está expuesta y rosada por lo sensible que la dejé anoche. Meto una mano en mis boxers y saco mi miembro. Ya está demasiado duro. Me costaría muy poco meterme dentro de ella ahora mismo y estaría tan apretada...
Maldita niña. Incluso durmiendo consigue volverme loco. Aprieto con ganas mientras observo la imagen delante de mí. Intento contener las ganas de introducir dos de mis dedos en su entrada. Reluce húmeda para mí. Miro hacia arriba y ruedo los ojos. Odio esta sensación de necesidad, es adictiva. Devuelvo la vista a ella y esta se dirige a las sábanas. Hay pequeños rastros de gotas de sangre. De cuando casi me alimento de ella. Me obligo a mi mismo a no permitirme acabar. No me fio de mi paciencia o de que pueda controlar mis instintos ahora mismo. Al fin y al cabo soy un macho upir, no puedo soportar estas tentaciones. Camino a paso acelerado hacia el baño y me encierro dentro. Me doy una ducha exageradamente rápida. Necesito salir de aquí lo antes posible para no pensar en ese pequeño cuerpo gimiendo una y otra vez debajo de mi mientras yo lo destrozo con mi fuerza. Salgo de la ducha y me
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Lazos de Sangre(+16)
VampireUn mundo oculto entre las sombras, acechando desde la oscuridad. Una traición, una equivocación que comenzaba siglos atrás. Una mujer dió a luz a una niña de pelo reluciente cómo el sol y ojos mas brillantes que la luna, ella desconocía la existenc...