Viktor
Estoy acostado sobre la hierba, en el pequeño trozo que no está mojado gracias al gran árbol que lo cubre. Estoy mirando hacia arriba aunque no se ven más que hojas. Estoy cansado, más anímica que físicamente. Y todo por que soy demasiado débil y demasiado ingenuo. Sabía que Jane se iba a enterar en algún momento de que yo soy el presidente del Consejo, pero esperaba que fuera más tarde. Cuando ya tuviera una explicación contundente preparada. Esto ha sido un capricho de Lyov, cuanto más se aleja de mí más se acerca a él.
Pero Jane nunca va a confiar en él.
Y yo mientras tengo que vivir en esta estúpida ciencia ficción que es actuar como si Lyov fuera a matarme si lo contradigo. Ni puede, ni va a intentarlo. Estoy harto de ser el niño bueno de esta familia. Agarro una pequeña piedra y la lanzo con todas mis fuerzas con rabia. Esto va a acabar por consumirme por dentro. Me levanto bruscamente y camino hasta el garaje cubierto. Voy a coger el coche y a dar una vuelta para despejarme antes de que le prenda fuego a todo. Normalmente intento estar tranquilo, pero quedarme quieto mientras ese energúmeno de pelo blanco la trata como a un saco hace que me hierva la sangre. Me cruzo a algún guardia, no los saludo como de costumbre, no estoy de mal humor. Estoy a punto de llegar al garaje cuando miro hacia arriba, a una de las cristaleras del castillo. Mi madre está de pie, mirándome. Se que intenta decirme con sus ojos que no haga ninguna estupidez.
Nunca hago ninguna estupidez. No debería de preocuparse. Frunce el ceño y yo le mando un gesto de enfado. Prefiero pelearme conmigo mismo que pelearme con ella. Cuando llego al garaje voy a la vidriera en la que se guardan las llaves y agarro las de mi jeep negro, es el de uso personal. No me suele gustar demasiado para aparcar, pero por lo menos así gasto mi tiempo en algo.
Cuando me siento intento relajarme respirando profundamente antes de encender el coche. Estos días estoy demasiado inestable, casi rabioso. Y tengo razones para estarlo, todo está muy tenso en este mundo últimamente. Desde que Jane está aquí intento pasar aún más tiempo lejos de los demás Drakul. No puedo estar cerca de ellos mientras hablan de ella y de Lyov. Y de la estúpida necesidad de este de tener un hijo de ella. Todos la están usando para algo. Si Lyov está feliz, Lyov está tranquilo y entonces los demás no tienen de qué preocuparse. Y no les importa si es a costa de su salud o de su integridad física. El cuerpo de Jane ni siquiera podría aguantar un embarazo de un vampiro. Y ellos lo saben, todos lo saben. Y nadie hace nada.
Yo tampoco hago nada. Porque no puedo, y es una tortura constante.
Enciendo el coche. Necesito alejarme de aquí cuanto antes. Antes de que pague mi furia con alguien que no lo merece. Arranco a toda prisa y me dirijo por el camino de gravilla hasta la salida principal. Un guardia me abre la puerta y se lo agradezco. El tacto del volante me relaja, además es tan robusto que puedo descargar mu fuerza contra él. Me salto el límite de velocidad varias veces. Me preocupa. No por la policía, se que no van a detenerme. Me preocupa por el hecho de que intento seguir las normas, pero hoy no puedo. Cuando llego al pueblo veo que todo el mundo está contento. Ensimismado en su pequeño mundo idílico humano. Ellos son felices con su casa, su perro y su paga extra en navidad. Me encantaría poder librarme de la odiosa ambición que recorre las venas de mi especie.
Cada día tengo menos miedo, menos humanidad, y eso me preocupa.
Aparco en el primer sitio que encuentro en frente del edificio de Sara. Hace bastante frío, agarro un gorro de lana del pequeño hueco en la puerta del conductor y me lo pongo, aunque se que no entraré de nuevo al castillo con el puesto. También me pongo los guantes. Para ser un vampiro, odio el frío. Corro hasta el portal del edificio y llamo al interfono. Me contesta a los pocos segundos y después de decir que soy yo me abre el portal. Subo las escaleras a pie a pesar de que vive en un quinto, así me da tiempo a relajarme. Cuando llego frente a su puerta veo que ha cambiado el felpudo.
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Lazos de Sangre(+16)
VampireUn mundo oculto entre las sombras, acechando desde la oscuridad. Una traición, una equivocación que comenzaba siglos atrás. Una mujer dió a luz a una niña de pelo reluciente cómo el sol y ojos mas brillantes que la luna, ella desconocía la existenc...