XXVI: Llegada

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Cuando bajamos del avión apenas hablamos. No sé donde estamos, ni a donde vamos. Me pasé el resto del trayecto durmiendo y no se cuanto tiempo fue eso. No he vuelto a decir palabras extrañas en ningun idioma que no fuera el mío. Aiden está hablando con gente que no conozco, en un idioma que tampoco conozco. No me dirigen la mirada ni una sola vez y eso me irrita sobremanera. No soy relevante porque yo no he pagado el vuelo y porque desde luego no parezco tan elegante como él, que incluso con esos vaqueros negros parece que podría ir a una cena de negocios. Me duele el pecho y tengo taponados los oídos. Aiden está concentrado en sus pensamientos y tampoco me ha mirado ni una sola vez. Por una parte me alegro de que no esté dentro de mi cabeza. Creo que confía en que estoy siguiéndolo. Tengo un nudo en el estómago y mi presentimiento me indica que esto no va a salir bien. Que no hay que ser la persona más avispada del mundo para darse cuenta de que esto no va a acabar bien. Sobretodo cuando me han ocultado cosas y a personas, personas cómo Erik. Una no puede evitar a gente si no sabe que aparecerá en algún momento. Salimos del aeropuerto y un coche está esperándonos en la entrada. Es un todoterreno negro con los critales tintados, desde luego parece perfecto para un secuestro. Aiden se asusta bastante, reconoce el coche y creo que le ha pasado la misma idea que a mí por la cabeza. Un chico alto, estremadamente alto, baja del coche. Aiden ya lo había visto antes, se le nota por la expresión que cruza su cara. Yo no se quien es, pero tengo la extraña sensación de conocerlo.

-Viktor Drakul-dice informándome en voz baja.

No entiendo como ha llegado tan rápido aquí si cogimos un avión cuando él aún estaba en Poison Arrow. Este Drakul no me infunde ese miedo aterrador de Erik, no logro captar esa furia asesina. Se toma su tiempo y no se mueve intimidatoriamente, pero causa respeto y lo sabe. Aiden agarra mi muñeca con fuerza y me pega a él. Quiero decirle que me está haciendo daño, pero hay problemas más grandes que este. El otro vampiro se acerca a paso acelerado seguido de otros dos seres que no conozco. Tal vez también sean vampiros pero tienes un color de piel algo más verdoso, casi enfermizo. Me doy cuenta, son errantes. Pero no parecen iguales que los que Erik llevó la última vez. Grandes moles de músculos y miradas frías. Cuando llegan hasta nosotros se quedan casi inmóviles, analizándonos.

-No puedes escapar del consejo, Aiden-dice Viktor con voz tranquila-Y mucho menos de la familia Drakul. Me da igual la historia que le hayas hecho creer. Me da igual si le has hecho pensar que la quieres. Me da hasta igual el hecho de que nos hayas hecho seguirte. Ahora, deja a Jane que se vaya.

No ha dicho a la niña, o la chica o a la humana, ha dicho mi nombre. Y Erik habría pedido que me entregasen, no me habría otorgado el título de ser pensante capaz de tomar sus propias decisiones. Ahora es casi como si pudiera escuchar los pensamientos de Aiden desde aquí, está muy tenso. Da un paso hacia atrás y yo lo imito.

-No voy a entregarla-dice con la voz gruesa y de forma tajante.

Él si ha dicho entregarme, me molesta. Viktor está de bastante mal humor en estos momentos y es obvio que intenta contenerse para no hacer un drama delante de los humanos que, al igual que nosotros, acaban de aterrizar. Me fijo en que parece el más joven de los presentes, aunque es mayor que yo. Parece un chico de veinticinco años, pero se notan los siglos que lleva a espalda. Un fino aro de plata brilla en su nariz, es el primer vampiro que conozco que lleve uno. También tiene perforadas las orejas, en las que lleva otros dos aros plateados.

-Estoy intentando ayudarte, una vez fuiste honorable. Una vez, nuestras familias caminaron de la mano. Antes no habrías hecho algo así, Aiden. Sabes que tiene que estar bajo el control del Congreso. Una mutación del gen sombra como la que tiene Jane, es impredecible. No puedes jugar con su gen sombra dándole sangre humana para que mute hacia tu naturaleza. Entiende que ni siquiera sabes la naturaleza a la que es más propensa.

Lazos de Sangre(+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora