Y me temo que es el sonido más increíble del universo. Me excita, me sobra la ropa, me incendio por dentro. Sus labios descienden por mi cuello y vuelven a subir haciendo que crea que va a morderme, pero no lo hace. Vuelve a mis labios y los captura ferozmente, como un animal hambriento. Mi respiración es agitada y arrítmica aparte de que siento que mi corazón se va a salir de mi pecho. Aiden se separa un poco y me mira fijamente.
-Soy peligroso y fuerte, pequeña-dice acariciando mi piel. Un escalofrío me recorre por completo. Eso ha sonado a amenaza-Y eres tan deseable...
Asiento intentando acercarlo a mí, pero él se aleja un poco más. Eso me disgusta, siempre acaba cortando el contacto físico. No estoy dispuesta a dejar que esto acabe así. Abre la boca, despacio, ya se lo que va a decir.
-Entonces entenderás por qué no debo seguir-dice apoyando su cabeza en el bordillo contrario a mí.
Mi corazón se rompe, no me desea. Quiero decir, si me deseara seguiría. Si me amara lo intentaría, por mí, por nosotros. Estaría conmigo y me haría suya, pero no lo está haciendo.
-Jane, te quiero pero no puedo-dice gesticulando con sus manos, nervioso-Te adoro desde la primera vez que te vi, con tu pelo desparramado por tus preciosos hombros.
Me muerdo el labio con fuerza intentando retener el llanto. Pensaba que esta noche pasaría, que seríamos él y yo para siempre. En cambio no, se ha detenido. Me empieza a sangrar el labio por la presión, me he hecho una pequeña grieta. Me escuece y me siento estúpida al instante. No he conseguido nada y aún encima me he hecho daño. Veo los ojos de Aiden, sus pupilas dilatarse. Se acerca a mí lentamente, acechándome. La sangre que fluye de mi labio lo ha descolocado. Para cuando me doy cuenta ya estoy sobre sus caderas, mientras me saca del agua. Llegamos a la habitación y empiezo a besarle, sus labios son irresistibles. Él lame la sangre, la disfruta, se recrea en el momento. Siento una ráfaga de frío recorrerme y entonces la chimenea se enciende de repente.
-Naturaleza de bruja manifestándose-informa con sus manos en mi cintura.
-Esperemos que ni haga que incendies la casa.Desabrocha mi corsé tan lentamente que me dan ganas de hacerlo yo misma. Se siente como una tortura, le mecesito ahora. Da igual lo que me haya costado, dejaría que lo hiciera trizas con tal de que dejara de ser un obstáculo. Cuándo lo retira siento la necesidad de tapar mi pecho, pero no lo hago. No lo hago porque el tiene otros planes para mí y es divertirse con mi cuerpo. Estoy acostada sobre la alfombra cuándo él comienza a bajar por mi clavícula hasta mi pecho y es cuando su boca empieza a hacer magia.
-¿Quien es el mejor?-pregunta y siento su aliento sobre mi piel.
Su tacto es fuerte, pero él intenta ser delicado. Sabe que mi piel es muy sensible a su roce. Yo no le contesto porque eso aumentaría su ego de vampiro. Entonces Aiden empieza a jugar sucio y yo lo maldigo en voz baja.
-Muy bien, cariño-dice acariciando mi mejilla.
¿Cariño? No, Aiden no me llama "cariño". Entonces me quedo mirando al vampiro fijamente y empiezo a golpearlo. Me he dado cuenta de sus artimañas, aunque demasiado tarde.
-Estúpido-le insulto-Es otra de tus estúpidas ilusiones maldito idiota.
Entonces el ambiente se distorsiona y vuelvo a estar en la habitación, sólo que Aiden sigue dentro de las termas. Tengo unas ganas de llorar horribles, siento la impotencia en cada célula de mi ser.
-¿Qué me ha descubierto?-pregunta entre risas-Demasiado sentimental ¿Cierto?
Lo miro confundida y me alejo de él. Pensó que me haría gracia, pero me ha decepcionado. Me siento estúpida, inútil, una porquería.
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Lazos de Sangre(+16)
VampireUn mundo oculto entre las sombras, acechando desde la oscuridad. Una traición, una equivocación que comenzaba siglos atrás. Una mujer dió a luz a una niña de pelo reluciente cómo el sol y ojos mas brillantes que la luna, ella desconocía la existenc...