Mientras las demás mujeres Drakul me miran como si fuera lo más bonito que han visto en su vida, las otras invitadas me miran con curiosidad. En algunas miradas veo soberbia, en otras miedo y en otras, envidia. Alana ahora mismo es pura envidia y puro odio. No puedo imaginar por que querría estar en mi lugar, al lado de alguien como Lyov. Es mas que obvio que es peligroso y muy autoritario. Parece creer que su vida sería maravillosa. Alana parece tan joven, tan pura, tan de porcelana. En cambio está llena de veneno. Y ahora su mirada de serpiente no se aparta de mi. No quiere que toque al heredero, yo tampoco quiero hacerlo. Me temo que aquí no tengo opción de hacer nada al respecto. Posiblemente no la tenga nunca más. Los invitados que se encuentran de pie toman asiento a lo largo de todas las mesas que se han dispuesto en el comedor. La decoración es más bien oscura y no se encienden algunas luces hasta que no nos sentamos en la mesa más ostentosa. Está llena de personas que se notan a kilómetros que pertenecen a los Drakul. Son mucho más altos, más fuertes, más tenebrosos. Empezamos a comer y me sorprendo de que muchos de ellos estén disfrutando de la comida.
-No debería sorprenderte tanto, la mayoría ni siquiera son vampiros o si lo son, solo la mitad-dice Lyov en voz baja.
Me giro de repente, sobresaltada. Él, está muy tranquilo.
-Sal de mi cabeza-ordeno.
Alek, que está sentado al lado de nosotros (lo cual me parece extraño), hace una mueca. Esta claro que no quiere verse envuelto en una discusión asi que lo dejo estar. A mi lado está la madre de Lyov, su presencia me calma en estos momentos y no lo entiendo. Aprieta suavemente mi pierna por debajo de la mesa, dándome fuerzas. Tiene una sonrisa débil, cree que aguantaré más de lo que verdaderamente puedo. No puedo soportar la idea de que acabo de casarme, es un hecho, es real. Estoy casada con el maldito ser sombra más peligroso porque a él se le ha antojado. Me mira de reojo, sigue metido en mi cabeza.
-Tus pensamientos son muy pesimistas-comenta bebiendo de su copa.
Susurro un "que pena" y le arrebato la copa. Se perfectamente que no me dejará llenar la mía de sangre. En este momento me viene bien. Vacío el contenido, baja espeso por mi garganta. Me calienta y encience todos mis sistemas de ataque. Hace un tiempo atrás esto me habría resultado asqueroro. La realidad es que a mis naturalezas, la sangre, las hace fuertes. El heredero agarra de nuevo su copa con brusquedad y la coloca lejos de mí. Un camarero vuelve a rellenársela. Me dedica una mirada de advertencia. Estoy tentando sus límites y ha llegado un punto en el que ya me da igual. Lo peor que podría hacerme sería matarme y me haría un favor. Alana está sentada no muy lejos de nosotros, al lado de Viktor. Son los únicos dos puntos negros en toda la sala. Todos se están divirtiendo, se escuchan carcajadas, incluso de niños. Me quedo mirandolos fijamente. Se me hace tan extraño ver a criaturas tan pequeñas y con tanto potencial para hacer el mal, para asesinar. Si siquiera sé nada de los niños, de ninguna especie. Cuanto tardan en gestarse, cuando crecen, todo eso es desconocido para mi. Aún así se me hacen fascinante lo diferentes que son entre ellos. Y también me sorprende que los que están en esta sala se están diviertiendo de verdad.
-Cuando engendres el nuestro lo entenderás-dice Lyov. Varias personas de nuestra mesa se giran al escucharlo-Crecerá fuerte, alimentándose en tu interior.
Lo miro aterrada. Lo ha dicho con total seguridad y en un tono de voz más alto, quería que lo escuchasen. Alana con una sonrisa siniestra deja su tenedor en el plato. Es un trozo de carne, parece casi cruda. Viktor intenta detener sus palabras con la mirada, pero ella está decidida. Se echa un poco hacia delante en la meda, como si quisiera estar más cerca de nosotros.
-Querrás decir que se alimentará de ella, que se la comerá por dentro-dice con veneno-Y la sobreestimas si crees que te dará un hijo fuerte.
Todos los de la mesa la miran con los ojos muy abiertos esperando la reacción de Lyov. Él levanta una mano y en segundos Alana está suplicando por aire. No la está tocando, pero una fuerza se ceba alrededor de su garganta. Se lleva las manos al cuello con desesperación, pero eso no alivia la presión en su tráquea.
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Lazos de Sangre(+16)
VampireUn mundo oculto entre las sombras, acechando desde la oscuridad. Una traición, una equivocación que comenzaba siglos atrás. Una mujer dió a luz a una niña de pelo reluciente cómo el sol y ojos mas brillantes que la luna, ella desconocía la existenc...