Lazos de Sangre(+16)

VII: Atracción fatal

Lunes

Ahora mismo estoy caminando hacia el instituto, no hace mal día. No hay ni una pizca de viento y el sol me golpea en la cara, se agradece el calor. He dormido dos horas porque no podía dejar de pensar en el sábado. Siento que está camiseta me está asfixiando y me duele la cabeza. Cuando llego apenas logro pasar la tarjeta por el examen.

Digo escáner... Ya no sé ni lo que digo, la verdad.

Paso por secretaría y sello dos pases para poder faltar las dos primeras horas y me voy a la sala de descanso. Me meto en un sillón con forma de huevo y me pongo a dormir. Despierto una hora y media más tarde y aún faltan 1O minutos para la siguiente clase. Hay una chica justo en frente, no se en que momento ha aparecido pero me está mirando raro. Camino hacia el aula de historia y me trago 50 minutos sobre cómo Napoleón conoció a Josefina y a su madre por parte del profesor que solo lee un powerpoint. Para cuando llega la hora de ir a música paso por la cafetería y me cojo un café. Busco a Lucy, Annie y Samantha, con las que comparto música. Cuando las encuentro hablando frente al aula de música les sonrío y choco la mano de Annie.

-Los de penúltimo curso han tenido clase con el nuevo profesor y dicen que está para comérselo entero-suelta Lucy.

-Eso dicen todos los años-aclara Sammy indiferente al asunto.

Samantha lleva en Stelrose desde que tenía cinco años y todos sus profesores de música han sido o mujeres o auténticos orcos. Siento la comparación hiriente pero no lo digo yo, lo dice Samantha. Annie lo desmiente y asegura que cree que será el del año pasado, un señor ya con canas pero atractivo. Según le dijo una amiga suya, lo vio hace unos días en el centro. Annie le gustan los señores de cincuenta años y se enamora de todos los profesores. La sirena toca y nuestros otros cinco compañeros entran en silencio. Tres de ellos son chicas y los otros dos son Ryan y el capullo de Ryder. Entramos después de ellos y yo le doy un sorbo a mi café. Reafirmo el asa de mi mochila en mi hombro derecho ya que está apunto de caerse y miro a Annie quien no me presta atención a mi si no a un punto por detrás.

Me giro y veo a la persona que menos ganas tenía de encontrarme.

Es él.

Camino lentamente hacia un sitio en la última fila de la clase dónde se suelen sentar los que pasan de atender en clase, es un buen sitio para intentar pensar que esto no es más que una alucinación. Eso es, me he vuelto loca por trasnochar. Me echó algo en la bebida y me ha afectado ahora. Me tapo la cara con las manos. Me están empezando a venir migrañas.

-Dios mío que guapo es-dice Lucy sujetándose las mejillas con las palmas de sus mano.

Yo la miro de reojo con una sonrisa socarrona intentando aparentar que su comentario, no me afecta en absoluto. Es extremadamente guapo, pero también es extremadamente idiota. Ellas no saben practicamente nada del ataque. Samuel lo prefirió así, que quedara entre nosotros. Un ataque fortuito era mucho más fácil de explicar que la realidad. Creo que las intenciones de Aiden eran matar a Samuel, no dejarle con mi vida. Cuando grité desconsoladamente, él solo cambió sus planes.

-Bueno, normal-digo restándole importancia.

No es como si él no fuera ya el dueño de mis pensamientos. Es cómo si pudiera meterse dentro de mi cabeza y hacer que sólo piense en él. Si las chicas supieran realmente quien es, sentirían el mismo miedo que estoy sintiendo yo ahora. Ni siquiera entiendo que hace él aquí. Vigilarne, está más claro de lo que pensaba. Está ahí, acechando como un cazador. No sé como a conseguido un puesto aquí. Está claro que las suposiciones de Annie fallaron, este no tiene 50 años, pero es más listo.

Estás dos horas de música van a ser muy largas, cosa que lamento bastante. Siempre he sentido un amor incomprensible por la música. Siempre llevo unos auriculares encima, es como si ya fuesen una parte de mi. El va a estropear todo esto. Me siento enferma con el aquí.