Lazos de Sangre(+16)

》V: Beso de Judas

Abro una puerta y veo a Viktor. De pie junto a la ventana. La luz es intensa y le da de lleno en la cara, haciéndolo ver lo más parecido a un ángel. Es como si la vida misma me hubiera llevado hasta ahí. Siente mi presencia y se gira, me ve y sonríe. Cuándo pensé que podía perderle, mi mundo dió un vuelco. Pero está bien, está aquí. Camina hacia mi y me rodea con sus largos brazos. Me siento reconfortada y siento su olor entrando en mis fosas nasales. Clava su mirada en mi y posa su mano derecha en mi mejilla. Siento su calor. Tiene un jersey de punto, se le ve tan hogareño, cálido.

-¿Que te estamos haciendo?-pregunta observándome, agacha la cabeza cuando se contesta a si mismo-Te estamos arrebatando la vida.

No es como si no me estuviera dando cuenta, pero el hecho de que sienta compasión por mi me hace sentir algo más real. No creo que haya una sola persona en esta casa a la que le importe mas allá de por los poderes que tengo a parte de a él.

-Ya no quiero vivir, Viktor-digo con dolor en el pecho-Siento que ya no soy yo, ya casi no queda nada de mi alma.

Me braza muy fuerte.

Sí queda, puedo sentirlo. Escucho su voz en mi cabeza. Dulce, bondadosa, diferente a todos los demás Drakul.

-Voy a hablar con Lyov-dice con el ceño fruncido.

Quita sus brazos y al momento me siento desprotegida. Le tiro de una de las mangas con brusquedad. Se gira y clava sus ojos, del color de las hiedras, en mí. Y me sonríe, me siento reconfortada.

-No te vayas-digo con la voz rota-No me dejes. Estoy aterrada.

Mi cuerpo está frío y mi piel de gallina. Tengo frío, hambre y miedo. Mucho miedo.

-Debes descansar-dice abriendo la puerta-Hoy dormirás conmigo. Espera en la cama, voy a hablar con Vlad.

Lo miro confundida.

-Lyov significa León. El caso es que él tiene dos nombres...Lyov de nacimiento y Vlad IV por herencia de su padre. Uso Vlad cuando estoy enfadado con él. Y créeme que lo estoy, nada debería estar yendo así. Ahora siéntate, voy a hablar con él y vuelvo-dice tranquilo, pero con la vena del cuello a punto de explotar.

Se gira y desaparece. Es el único que parece saber guardan la compostura. Ni siquiera se filtra rabia a través de su cuerpo. No veo un aura oscura, sólo tranquilidad. Oigo voces en el pasillo y pego la oreja a la puerta.

-Hoy duerme conmigo Lyov, no se hable más-dice Viktor.

Temo que la puerta se abra pero no puedo dejar de escuchar. Creo que esto se pondrá intenso. Puedo imaginarme a los dos titanes de esta familia frente a frente y desde luego no me gustaría estar en el medio.

-Soy el heredero de la casa Drakul-dice Lyov elevando la voz-Y por lo tanto yo decidiré dónde duerme.

Creo que es la primera vez que una conversación ajena a mi me interesa tanto. Puedo ver a Viktor quitándose el pelo de la cara mientras no vacila de su posición. No estoy delante, pero percibo la tensión.

-Os tiene miedo, así que dormirá conmigo-dice Viktor tajantemente-No me digas que vas a esforzarte en llevarme la contraria incluso aunque sabes que tengo razón solo por tu ego.

Lyov desiste y prefiere no discutir. Escucho un gruñido por su parte. No le gusta tener que admitir que otro tiene razón. Él es poderoso y lo sabe.

-Vale, pero haz que se relaje-dice Lyov-Como si tienes que darle sedantes para que se duerma. Tiene que relajarse o sufrirá otro de sus ataques y no me apetece conmocionar a todo el castillo. En el congreso ya disteis bastante de lo que hablar.