Le dedico una sonrisa sarcástica acompañada de unos ojos tristes e inexpresivos. Ahora resulta que tengo poderes que no conozco. No es que no los haya descubierto, sino que resulta que ya los manifestaba antes de lo que creía.-Pues me hiciste daño de todas formas-digo pegando mi espalda a la pared-Me has tenido de un lado a otro. Todos vosotros. Cada día siento algo oscuro en mi creciendo, mucho más fuerte. No es una naturaleza en concreto. No lo siento así. Es algo oscuro y hambriento. Y solo lo empeorais. Si me hubierais dejado en paz habría podido contenerlo...
Suelta una risa triste. Me esta diciendo que no me engañe a mi misma con su mirada. Engañarme a mi misma es lo único que me quda. Todos lo hacen, pero en mi por lo menos soy yo la que lo decido. Siento un pinchado en la nuca. Mi temperatura corporal desciende. Sé que es esto. Una visión intentando invadirme. Pero no es Kiara. Es otra fuerza. Una que siempre está en un segundo plano cuando ella y yo nos comunicamos. Antes apenas podía sentirla, pero ahora soy consciente de ella.
Me encuentro en un campo verde, nutrido. Parece primavera, con el sol resplandeciente. Las flores me hacen cosquillas en los tobillos, las ardillas me observan desde árboles cercanos y dos pájaros vuelan alto sobre mi cabeza. Puedo sentirlo todo, verlo todo, nítido. Me muevo y camino un poco, sin rumbo fijo. Una cabellera roja llama mi atención, esta de espaldas a mí y ha aparecido de la nada. Camino hacia ella y tiro de su hombro derecho para qué se gire. Al contrario de mis otras visiones no soy yo la mujer de pelo rojo sino que es otra persona, la cuál me resulta vagamente familiar. Sus ojos no pueden contener la emoción al verme, es como si no cogiera en sí de alegría. Estira sus brazos y toca mis mejillas examinándome. Sus uñas son largas y están pintadas de color vino, me acarician la mandíbula. Sus ojos se entrecierran y una lágrima escapa de uno de ellos. Es Kiara, pero a la vez no es Kiara. Tiene un instinto maternal hacia mi, y desde luego se dan un aire. No es ella. Es alguien mucho más poderosa. Es mala, no, es buena, no lo sé. No siento nada. Kiara aparece a un lado. Más nítida que nunca. Puedo verla a su estado más natural, más extrañamente humano. Su pelo se muestra natural también. A veces cuando la visualizo los colores cambian en mi cabeza. Todo es caos, pero ahora es totalmente ella. Tiene un vestido de lino blanco. Es rubia, tiene el pelo color ceniza. Es pálida, de constitución mediana. Veo bondad en ella, mucha bondad. Parece tan joven. Incluso parece más joven que yo.
-No podemos vernos todavía-dice caminando hacia mi. Es como si hubiera estado leyendo mi mente hace unos minutos-Nunca estoy lejos de ti. Esta fuerza es poderosa en su plano pero en el terrenal las cosas son muy diferentes. Allí tienes que luchar tú. Te temen, por lo que saben que eres. Pero están equivocados porque eres mucho más y si empiezan a hacerse preguntas que no pueden responder. Entonces acabarán contigo Jane.
-Svetlana.
-Ese es el nombre que te puse cuando naciste. Me alegra de que lo conozcas por fin.
-¿Quien es mi padre?-pregunto cada vez más cerca de mi madre.
En la visión el ambiente está dejando de ser tan bucólico. Ahora hace más frío que al principio.
-Basta de preguntas-dice el otro personaje en escena.
Siento a Kiara alejarse. La otra figura no parece contenta con que tenga tantas preguntas. Aún asi me mira de forma extraña.
-Para protegerte debes permanecer en la ignorancia un poco más-su voz es como una caricia.
-Los muros comienzan a caer. Eso es bueno. Para encontrarme debes encontrar a tu verdadera yo. Recuerda-hace una pausa y vemos cómo el cielo comienza a teñirse de negro-Nunca estas sola.
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Lazos de Sangre(+16)
VampireUn mundo oculto entre las sombras, acechando desde la oscuridad. Una traición, una equivocación que comenzaba siglos atrás. Una mujer dió a luz a una niña de pelo reluciente cómo el sol y ojos mas brillantes que la luna, ella desconocía la existenc...