》II: O'Hare

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No quita su sonrisa sádica de la cara y me está asustando. Algunos miembros del consejo empiezan a cuchichear y sé que esto no va a acabar bien para Annabella. Cierro los ojos e intento pensar en otra cosa, pero no puedo. No puedo hacer nada, no es mi territorio y a nadie le importa lo que yo pueda aportar. Me siento impotente. Si tan solo pudiera dejar fluir la fuerza, pero me siento horriblemente humana.

El aire ha dejado de fluir en la sala y hacia mis pulmones. La temperatura está en los mínimos y la sala ha dejado de parecer un templo. Parece cada vez más oscura y lúgubre a medida que pasa el tiempo.
Los miembros del congreso están tensos. Los líderes del congreso están tensos. El presidente del congreso está tenso.

En resumen, todos estamos tensos.

No es para menos pues Erik lleva varios minutos sin hablar cosa que nos asusta a todos. No lo hace porque esté pensando. Lo conozco suficientemente bien como para saber que tiene todo calculado. Funciona así, teniendo todo bajo control. No hay ni una sola parte de Annabella que no esté temblando. A mi ya no me quedan uñas que morder y nadie sabe que hacer. Todos están cuchicheando en susurros cual podría ser el veredicto de Erik mientras yo pienso en que no quiero ver como acaba esto. No quiero que le hagan daño, es una buena persona. Es ridículo que la estén juzgando por revelar este mundo a los humanos. Nuestro mundo está lleno de películas sobre ellos y nadie cree que sea verdad. Y aunque revelara sus poderes eso solo la perjudicaría a ella. Esto es solo por el eso de los presentes. Es su espectáculo personal, es como los gladiadores en la antigua Roma. Todos quieren ser el César. Todos quieren jugar a ser dios y decidir que pasa con la persona dentro del círculo. El vampiro se levanta con una sonrisa que logra perturbarme. Está tremendamente contento con la situación. Se que ayuda el hecho de que yo esté aquí, necesita causar sufrimiento. Su pelo rubio y rostro angelical logra enmascarar a la perfección su sádico interior. Se aclara la voz y camina hasta Annabella a paso lento, alargando la tortura. Tiene un paso ligero pero decidido. Erik, a pesar de parecer fuerte, es muy delgado.

-Mi veredicto es-sonríe y pasa sus largos dedos por el pelo de la bruja-La muerte.

Alek procede a levantarse, pero su hermano lo toma del hombro y lo sienta. Aquí todos parecen saber algo menos yo. Cómo si estuviera excluida de sus asquerosos planes. Y lo estoy. Esto es el verdadero espectáculo. Quieren matarla delante de mi, quieren hacerme daño a mi. Ella es solo una triste excusa. Y van a hacerle daño, quieren matarla.

-Yo lo haré Alek, no te preocupes-dice Erik, que parece el presidente de la sala.

Me levanto con intención de interponerme mientras el Drakul levanta su brazo. Antes de que pueda si quiera pestañear Erik ya le ha partido el cuello y su cabeza rueda hasta mí. Me quedo muda y sin aliento. No sé si mi corazón sigue latiendo o si ha sufrido un paro cardíaco. Me llevo la mano a la boca con horror y me impulso hacia atrás. Casi me desplomo en la silla. Intento articular palabras, necesito gritar pero no tengo voz. Le ha partido el cuello como a un animal. Está muerta, está muerta y no he hecho nada. Yo quería parar esto, yo iba a pasarlo. La ha matado, su cabeza descansa en el suelo. Hay sangre, mucha sangre, no para de salir. Me tiembla el cuerpo. Sé que todos me miran. Me giro hacia Viktor con ojos como platos.

-Por...po...por-intento articular las palabras pero no salen de mi boca-Has...tu has...dejado...que ella...que él...que la...matarán. No...entied...entiendo...yo...no puedo.

No tengo aire en los pulmones, siento que me estoy ahogando. Un chico recoge la cabeza y dos se llevan el cuerpo.

-No, no, no, no...

No logro hacer nada, no puedo moverme. No se que hacer, solo hay impotencia en mi. Erik está sonriente y quiero matarlo. Quiero matarlo. Me quiero morir. Me siento inútil. Debería haber ido más rápido. Debería estar viva. Era buena. Consigo escuchar que al fondo de la sala alguien grita "siguiente". No se cuanto tiempo me he quedado paralizada porque alguien ha limpiado la sangre. Me estoy agobiando, quiero correr, quiero salir de aquí. La puerta se abre pero yo solo escucho los pasos, ya que no puedo levantar la cabeza del suelo. No puedo dejar de mirar el sitio donde antes estaba Anabella, como si fuera a aparecer.

Lazos de Sangre(+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora