Perdida en tus ojos.

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Nuevamente eran cinco en el compartimento del tren.

Feldom había sacado a Marie Anne casi a rastras del lugar en donde pensaba viajar junto a sus amigos, tal como lo había hecho desde el primer año. Pero pudo más la fuerza bruta de los matones que acompañaban al chico de pelo amarillo, que las razones de la sangre pura.

-No se preocupen por mí-dijo la hermosa chiquilla cuyos ojos almendrados reflejaban resignación- Este es solo un viaje, pero estaremos juntos todos los días de vacaciones-

-¡Eso es lo que tú crees!-le espetó su prometido-¡Juntarte con toda esta gentuza te está convirtiendo en una persona vulgar, y yo no permitiré que un puñado de mestizos y sangre sucias te lleve por mal camino!-

Harry, Chuck y Valery lo apuntaron con sus varitas al unísono, pero los amigotes del Slytherin fueron más rápidos y lanzando un Expelliarmus, desarmaron a los tres amigos, dejándolos aturdidos, para salir del compartimento riéndo a carcajadas.

Aliccie y Williams permanecieron junto a ellos esperando que el efecto del hechizo pasara pronto. Era una verdadera desgracia que no viajara ningún adulto o profesor de Hogwarts en aquel tren.

-Deberían prohibir usar la magia también en el expreso-lamentaba el mayor de los Spencer, mientras acariciaba la frente de su hermano menor. Aliccie hacía lo propio con Chuck y su amiga francesa, intentando que Williams no viera las lágrimas que corrían por sus mejillas. Se sentía impotente.

Feldom siempre había fastidiado a Marie Anne insistiendo en llevarla con él al vagón donde viajaban los de su casa, pero nunca había tenido éxito hasta ahora, que tenía la excusa perfecta.

Tanto los padres de Marie Anne como los señores Feldom, le habían encomendado vigilar de cerca a su prometida después del ataque de Elizabeth Parker. Y éste se había valido de ello, y de sus nuevos amigotes para salirse con la suya. Eran esos los momentos, precisamente en donde Aliccie se alegraba de que el sombrero seleccionador no la hubiera enviado a Slytherin.

-¡Los acusaremos con Dumbledore!- decía Chuck, una hora más tarde, ya despabilado y furioso-¡No vamos a dejar que se salgan con la suya!-

-Ya lo hicieron-le recordó Valery, sentada con los pies apoyados en el asiento y la cara metida entre sus piernas, sintiendo un leve dolor de cabeza-Se la llevaron, y quién sabe qué le estarán haciendo-

-¡No le hacen nada malo!-exclamó Harry, intentando convencerse a sí mismo-Solo quería sacarla de aquí, por orden de los señores Nott-

Agregó imitando la voz de Feldom.

La chica francesa lo miró furiosa.

-Y si es así ¿por qué sacaste tu varita?-

-¿No escuchaste lo que dijo? ¡Nos llamó sangre sucia!- dijo Harry. Ninguno de los presentes lo había visto nunca en esa actitud. Harry, al igual que su hermano Williams, era muy jovial, bromista, y de buen carácter. Pero en esta ocasión, parecía estar dispuesto a asesinar a cualquiera que se le pusiera por delante.

-¡No discutamos entre nosotros, por favor!- ordeno Williams, el mayor de los cinco -Esos idiotas elitistas siempre nos han tratado de esa forma a los hijos de muggles. Y lo mismo hacen con todo aquel que no sea como ellos-

-Pero no deberíamos permitirlo-le reclamó su hermano-Todos los que piensan de esa forma son partidarios del señor oscuro, y si alguien no les pone un alto, pronto habrá otro alzamiento, y comenzara de nuevo el ataque de los mortífagos, y ¿Quiénes te parecen que serán sus primeras víctimas?-

Siete Años en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora