Música

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Chuck  oía su estéreo personal a tanto volumen, que en el compartimento podían escuchar y hasta repetir la letra de cada canción, sin excluir a Marie Anne que poco a poco se hacía más conocedora de la música muggle.

La noche transcurrida en la casona  y su estadía en Portugal,  rodeada de gente no mágica, le abrían la puerta a un mundo totalmente nuevo, al punto de tomar la decisión de cursar la asignatura de Estudios Muggles cuando estuviera en tercer año

La tarde en el callejón Diagon se había pasado muy rápido. De modo que tenían hasta su llegada a Hogsmeade para ponerse al día en cuanto a sus pasadas vacaciones.

Todos estaban en conocimiento de la visita de Aliccie al castillo de los abuelos de Valery y el paseo de Marie Anne por el Londres muggle, después de su fatídica estancia en el país mediterráneo. Era la ventaja de tener teléfono.

Los hermanos Spencer habían viajado veinte días a Broadstairs, y aun conservaban el matiz dorado en su piel. Ocho horas diarias nadando y jugando en la arena bajo el sol, no se borrarían fácilmente

-Fue una burrada pasar tantas horas bajo el sol y sin protección- comentaba Harry, quien había tenido que permanecer un día entero, reposando en la cama del hotel,  mientras su madre le aplicaba compresas frías en la espalda, llena de quemaduras de segundo grado- Pero valió la pena.

-¡Burrada el paseo que dimos!-respondió Williams- Paseamos en burro casi todo un día en Bahía Vikingo, además de oír música tradicional.

- Y no olvides el espectáculo de fuegos artificiales-acotó su hermano- además de la reseña sobre Charles Dickens.

-Lo cierto es que esos veinte días se nos hicieron muy cortos-lamentó el mayor de los Spencer- Pero papá prometió que, si el año que viene lo envían de corresponsal al mundial de fútbol, nos llevará, siempre y cuando aprobemos las materias con 80 como mínimo.

Todas las miradas fueron dirigidas a Marie Anne, pues la conocían lo suficiente para saber que, si ignoraba alguna cosa, haría preguntas.

-Es una competencia deportiva que se realiza cada cuatro años, y en la que intervienen varios países-aclaró Chuck, quién había cedido su aparato musical a Aliccie -Y antes de que preguntes, Dickens es un escritor inglés del siglo diecinueve.

Los señores Staunton pensaban que su hijo menor era aún muy pequeño para realizar viajes largos. De modo que Chuck se había quedado todo el verano en casa, poniéndose al día con los deberes del colegio y haciendo buenas migas con el nuevo integrante de la familia.

-Gracias por la aclaración-dijo Marie Anne en tono irónico, mientras miraba a Aliccie, que oía embelesada una canción romántica.Y sus amigos se preguntaban, si habría alguien en quién estuviera pensando, porque tenía los ojos cerrados y estaba totalmente ajena a la conversación.

Aliccie era muy discreta en cuanto a su vida privada. Había escuchado confesiones de sus dos amigas, pero  no hablaba de sus sentimientos, y estas no se atrevían a hacerle preguntas al respecto. Aún no daba señales de sentir atracción por ningún chico del colegio, y por el contrario, insistía en afirmar que eran aun muy jóvenes, para saber lo que era el amor romántico.

Sin embargo, su corazón y su mente le indicaban todo lo contrario y la letra de la canción que sonaba en el estéreo, la hacía pensar.

Era la primera vez que la escuchaba, pero se identificaba con ella. En tanto, la artista se expresaba con una voz muy dulce.



Me pierdo en tus ojos

Siete Años en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora