Hechicera entre muggles. Muggle entre hechiceros.

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<Hola diario:

Como verás estoy usando mi mano buena otra vez.

Hoy a la mañana mi abuela me llevó a San Mungo y me han quitado el yeso. Parece mentira que una fractura que a cualquier mortal le lleva dos o tres meses sanar, a mí se me curó en diez días. Y todo gracias a Poppy.

Su poción maravillosa ha permitido que pueda disfrutar de mis vacaciones de verano.

Pasado mañana viajo a Australia con mis padres. Por fin veré en persona a mi tío Alejandro y a su esposa. Tengo muchas ganas de alejarme de Inglaterra y estos veinte días me vendrán muy bien. Además esta tarde vendrán Mary Y Valery a tomar la merienda conmigo. No quiero que piensen que estoy molesta con ellas. Val hizo muy bien en contarle a Mary lo de su ex prometido y Mary también hizo lo correcto al escribirle a ese estúpido diciéndole lo que sabía. De otro modo jamás la habría dejado en paz.

Te dejo porque estoy terminando de preparar mi equipaje.

PD: Valery dice que Collette está muy arrepentida de decirle a Feldom que lo habíamos visto con Parker. La muy tonta trataba de pedirme perdón aquella vez en Hogwarts sabiendo que yo no hablo francés. Aunque según Val se dará a la tarea de aprender inglés, aunque no le sirve de nada porque, su padre está mejor y el año que viene regresa a Beauxbatons.>



El vuelo desde Heathrow hasta Tullamarine, fue tranquilo y por suerte, Aliccie no sufrió ninguna molestia.

La abuela Rose había sugerido que lo mejor para su nieta era una poción sin sueño. Pero Cecilia rechazó tal proposición aduciendo que sería muy sospechoso para los otros pasajeros del avión, que una adolescente durmiera durante las doce horas que duraba el vuelo desde Londres hasta Melbourne. Además del hecho de que se saltaría las comidas, lo cual no era recomendable.

Rose no quiso discutir con su nuera. Ella era pediatra y hablaba desde su punto de vista de médica muggle y de madre de la chica también. De modo que Aliccie solo tomó un tranquilizante liviano lo suficientemente efectivo para contrarrestar el vértigo y el ataque de pánico que pudiera llegar a sufrir durante el vuelo.

¡Ojala su madre hubiera aceptado lo de la dichosa poción! Porque las pocas horas intercaladas en que Aliccie pudo dormir, no hizo otra cosa que soñar con el profesor Snape.

Desde su llegada a la casona no había vuelto a pensar en él, tampoco lo había vuelto a mencionar en su diario. Escribía todos los días usando su mano derecha, la cual había aprendido a utilizar a causa de su varita y no había hecho mención de su profesor de Pociones ni una sola vez.

Había escrito todo lo referido al ataque de Thomas Feldom, su insistencia en que sus amigos fueran a Hogsmeade aunque ella tuviera que quedarse en la enfermería, porque tenía una larga lista de regalos que comprar. Su enojo en contra de Charlie Weasley y la ceremonia de graduación en donde había llorado emocionada mientras se despedía de Dora Tonks, Katie Diggory, Clare Rossier, Stephanie Webber, George Harrison y muchos más. Todos antiguos amigos de su hermana y ahora amigos de ella.

Incluso había hecho mención a la expulsión del Quidditch de Thomas Feldom y las disculpas por parte de Dumbledore. Pero no escribió absolutamente nada respecto a las palabras de su profesor ni a la conversación de éste con la profesora Hooch y el director. Ni siquiera por el hecho de que asombrosamente, se había enterado de esta última, cuando Snape la había mirado a los ojos con tanto odio.

Siete Años en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora