Lágrimas de amor

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Hola diario:
Hoy, durante el desayuno, Balti me trajo una carta que me dejó muy sorprendida. Eugene regresó de Rumania con la noticia de que contrajo matrimonio con su novio Ruben estando allí, y sin siquiera una pequeña celebración.

Esto es una gran decepción para los tíos Emilse y Joel, que anhelaban para ella una fiesta tan fastuosa como la de Angelie. Aunque a mí me parece que eso no sirve para nada. El tío Sebastián gastó una fortuna y, sin embargo, el matrimonio de mi prima duró solo tres años.
Angelie sigue dando clases en Beauxbatons y ya no le interesan los romances.
Collette respondió mi carta en perfecto inglés, pero tengo la sospecha de que alguien la tradujo por ella. Esa letra la conozco perfectamente.


Ese 31 de octubre fue el primer día frío de la temporada.
Los alumnos de cuarto año tuvieron su clase de Cuidado de Criaturas Mágicas y regresaron para quedarse en su sala común, pues tendrían libre la siguiente hora. El profesor Quirrell había avisado con antelación que la clase de D.C.A.O. sería suspendida, ya que debía atender asuntos personales.

-Iré al baño antes de subir-anunció Valery-. Estoy congelada y creo que no llegaré a la torre.

Sus amigas sonrieron y se decidieron acompañarla. Los chicos prefirieron no esperarlas, ya que el aire estaba gélido incluso en los corredores. Por lo que optaron por subir directamente al séptimo piso, mientras el resto de la escuela se dirigía a su siguiente clase.

Usaron el baño contiguo a la sala de profesores, mientras comentaban sobre el Augurey que el profesor Kettleburn había enseñado en la clase reciente y el miedo supersticioso que muchos magos tenían por su causa. De pronto, mientras lavaba sus manos y se miraba al espejo, Marie Anne reaccionó como si hubiera recordado un pendiente.

-¡Vaya, hoy se cumple un año desde que Elizabeth Parker me arrojó el caldero a la cara!

-¡Tienes razón!-dijo Valery, mirando a su amiga, cuyo rostro no tenía ninguna secuela de aquel horroroso ataque- ¡Que rápido pasó el tiempo!

-También se cumple un año de la muerte de los bisabuelos de Charlie -recordó Marie Anne, mientras se apostaban a salir de los sanitarios.

-En realidad, los pobres viejitos habían muerto un día antes-repuso Valery. Las chicas salieron del baño y se detuvieron, porque Aliccie necesitaba atarse los cordones de sus zapatos -. Pero la infeliz de la tía abuela los tenía abandonados y descubrió sus cuerpos muchas horas después de haberse enfriado.

-¡Eso que dices, es muy macabro!-farfulló Marie Anne, sintiendo un escalofrío.

-Pero es lo que sucedió, por desgracia-lamentó Aliccie, dando crédito a las palabras de su amiga-. Charlie me lo contó el día que se leyó el testamento de sus bisabuelos. Por otra parte, hoy se cumple otro aniversario importante. Aunque no menos triste.

-Si te refieres a la derrota del señor oscuro- dijo Valery, regresándole su bolso, que aun sostenía-, no es un acontecimiento triste. Aunque eso haya implicado la muerte de muchas personas.

-Precisamente- señaló Aliccie, mientras caminaban hacia las escaleras. Pensaba en Harry Potter. ¿Creen que recordará lo que ocurrió la noche que mataron a sus padres?

-Me lo he preguntado muchas veces -respondió Marie Anne-. Pero era tan pequeño, que tal vez ni siquiera sepa que eso ocurrió justo la noche de Halloween.

-Es lo más probable- decidió Aliccie, deteniéndose ante la puerta de la sala de profesores, para acomodarse el cabello, atorado en la correa del bolso-. Si ni siquiera sabía en qué forma murieron. ¡Esos tíos suyos son unos...! ¡Mejor ni hablar!

Siete Años en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora