"A pesar de que estaba destinada a la casa Ravenclaw y deseaba ir a Slytherin, el sombrero seleccionador la envió a Gryffindor.
Aun así, Aliccie consiguió lo imposible: Conquistar el corazón del profesor de Pociones y convertirse en la primera y...
Perdón, pero tuve que interrumpir por una serie de inconvenientes.
Retiro lo dicho anteriormente.
Aunque sé que voy a extrañar a Daniel más que a nadie, tengo muchos deseos de regresar a colegio para ver a Severus. Ahora más que nunca deseo tenerlo en frente aunque no pueda decirle todo lo que pienso y todo lo que siento por él.
Lo amo. De eso estoy cada vez más segura. Y ahora que he descubierto lo que hizo por mi abuelo muy a su pesar, siento que lo amo mucho más, y con todo mi corazón.
Aunque él nunca llegue a saberlo.
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Angelie había cumplido treinta años en octubre, pero no aparentaba su edad. Y a pesar de ser la menos agraciada de las primas Zadi (lo que no implicaba que fuera fea) y de mantener siempre un rictus de amargura en su rostro, conservaba su porte aristocrático heredado de los Chambers, su familia paterna y una de las más destacadas en el mundo mágico, a pesar de haber dejado de comprender la lista de hechiceros de sangre pura conocida como los Sagrados Veintiocho, desde que uno de sus miembros había desposado a Debora Sheppard, amiga de Rose que era de sangre muggle, hacía más de cincuenta años.
Angelie Beatrice, poseía la cualidad única de vestir una túnica de colores variados, como la que usaba en ese momento sin verse ridícula ni extravagante. Poseía una elegancia natural y su cutis lechoso en contraste con su cabello negro azabache, la hacía emular a Blanca nieves, la princesa del cuento muggle que muchas veces había relatado a sus dos primas pequeñas, a quienes contemplaba ahora, enfrascadas en una interesante conversación, que involucraba a alguien a quien había conocido hacía muchos años, aunque en circunstancias muy diferentes al resto de sus primas.
Se había graduado el mismo año de la caída del señor oscuro y luego, estudiado para ejercer como profesora de Historia de la Magia, decidida a seguir los pasos de su madrina, Fiona Van Büren ( integrante del Wizengamot y esposa de tu tío segundo, Maximilian, el único hijo de la ya fallecida Deborah Sheppard y su tío abuelo segundo, Bernabé Chambers) que era la primera mujer de esa prestigiosa familia en trabajar para subsistir, pese a la oposición de sus padres, quienes querían verla convertida en una señora de alta sociedad y esposa de algún importante hechicero, de su mismo porte y linaje.
Finalmente y luego de obtener su licencia de profesora, sorprendió a todos al aceptar y contraer matrimonio con Lionel Samuels -Baccard, antiguo condiscípulo e integrante también de la casa Ravenclaw, que la había pretendido desde que cursaban sexto año.
Aliccie entonces, cursaba el segundo año de primaria en su escuela de Pasadena. Y se había conformado con ver las fotografías de la fastuosa boda, celebrada en la catedral de Canterbury, puesto que los Samuels – Baccard, además de ricos, eran sumamente religiosos.
