La lección de vuelo

744 67 13
                                    


El sábado siguiente, las tres amigas se quedaron en la cama hasta tarde.

Los fines de semana, los alumnos los dedicaban a hacer las tareas asignadas por los profesores, y para eso recurrían a la biblioteca. Cuando comenzaban los paseos a Hogsmeade, el pueblo más cercano a Hogwarts, los de tercer año en adelante abarrotaban el recinto por la mañana, para después tener la tarde libre y salir de paseo sin dejar deberes pendientes. Pero a comienzos de clases, estos preferían hacer uso de ella por la tarde. Así que Aliccie y sus amigas desayunaron, y después se dirigieron a hacer las tareas, que siempre eran muchas, sobre todo en clase de Pociones.

En la biblioteca, escogieron un lugar en la última mesa, donde se encontraban otros chicos de Gryffindor.  Aliccie no había hecho amistad con ninguno, pero estos mostraban mucho interés en entablar conversación. Así que buscaron un tema para iniciar la charla y por supuesto, no podía ser otro que la primera incursión de los de primer año, a la clase de Pociones.

—Tan solo cinco puntos menos con el profesor Snape, es toda una hazaña— decía un muchacho de segundo. Era evidente que quería llamar la atención de Aliccie. Ya se había corrido el rumor de que se había enfrentado al odioso profesor y salido invicta—. Te felicito.

—¡Gracias!—repuso esta, sin mirarlo.

— Por cierto, mi nombre es Williams Spencer— insistió el chico, sacudiendo el cabello de un niño de cabello rojo y gafas, sentado a su lado—. Y este cabeza hueca, es Percy Weasley.

—¡Para tu información, obtuve las calificaciones más altas el año pasado!—objetó el aludido. Ofendido por el apodo con que su compañero lo había llamado.

Williams se echó a reír, al igual que otro chico de segundo, que se había sentado justo frente al pelirrojo.

A Aliccie no le hizo gracia. Ignoró el comentario de Williams Spencer, y continuó buscando datos para su trabajo en Historia de la Magia.

—Los idiotas de Slytherin querían llorar— señaló Valery, uniéndose a la conversación—. Esperaban que el profesor nos quitara cincuenta punto al menos, pero solo fueron cinco.

—Muchos menos que los que han perdido ellos, desde que empezaron las clases— acotó Marie Anne—. Pero Aliccie le cerró la boca al amargado de Snape.

—No le faltes el respeto a los profesores— protestó Aliccie, siempre prestando atención a la charla de sus compañeros—. Si alguien necesita este libro, aquí lo tiene— anunció. Y se levantó para buscar otro. Esta vez, para la tarea de Pociones.

Aliccie no era precisamente una chica popular. No hablaba mucho. En realidad, casi no emitía palabra. Se irritaba con facilidad y no se hacía problema en dejar hablando sólo a su interlocutor, si no le gustaba el tema de conversación.

En clases, nunca levantaba la mano para responder, aunque entendía todo a la perfección. Y rara vez iniciaba una conversación o emitía preguntas.

Así y todo, le agradaba a sus amigas. Y los muchachos parecían empeñados en obtener su atención. El incidente con Thomas Feldom y su salida airosa con Snape, la convertían en una persona interesante.

Cuando regresó con el nuevo libro, sus amigas estaban enfrascadas en una conversación con los chicos. Retomó su trabajo, mientras escuchaba lo que hablaban.

Williams era el hermano mayor de Harry Spencer, y eran hijos de muggles. Eran oriundos de Manchester. El señor Spencer, era periodista deportivo,mientras que la madre de los chicos, de origen portugués, trabajaba como cocinera en jefe en un restaurante y era profesora inactiva de artes marciales.

Siete Años en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora