La mejor clase de Pociones

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Querido diario:

El Díctamo es maravilloso.

Ya casi no tengo cicatrices, y si me pongo a pensar en frío lo que me hubiera sucedido si Donovan realizaba el hechizo correctamente...me da terror.

Elizabeth me dijo ayer en clases de Transformaciones que ni ella ni nadie creen lo que ese imbécil de Donovan me dijo el día que me atacó. Que él solo lo decía porque estaba molesto porque el día del duelo, Snape se puso de parte mía, según él, y que siempre suele pensar lo peor de las personas, sobre todo de las mujeres, porque las odia.

Ahora entiendo quien hizo correr ese rumor tan feo sobre ella y a quien le debe su mala reputación. Afortunadamente no tendré que verle la cara nunca más.

Te dejo porque tengo que bajar al Gran Comedor. Por suerte se terminaron esos días de tomar todos los alimentos en la sala común.

Nos vemos.



Al salir de la enfermería, la profesora Mc Gonagall esperaba a Aliccie para llevarla al gran comedor.

Ya no parecía molesta, pero le recordó que su falta de disciplina le había costado cincuenta puntos a su casa, y de paso le anunció, lo mismo que al resto de la casa Gryffindor, que el día 1 de junio, comenzaba el periodo de exámenes.

Eso a Aliccie no le preocupaba demasiado. Tantos días encerradas en la sala común, tanto ella como sus amigas, habían repasado cada una de las asignaturas y de paso estudiado a conciencia para los exámenes TIMO, ya que luego del incidente de Hermione Granger y Penélope Clearwater, estos se habían postergado, pero de ningún modo serían suspendidos.

De todas maneras, el resto de la casa protestó pues, se habían confiado de que por culpa del asunto de los petrificados, no habría exámenes, hasta que Mc Gonagall les recalcó que las órdenes de Dumbledore, eran que la rutina del colegio continuaría como si él aun permaneciera allí.

Luego de protestar por causa de su amiga Hermione, y lo que ésta diría al ser despetrificada y enterarse del poco tiempo que tendría para estudiar, Harry Potter y su amigo Ron relataron al grupo de quinto año, lo más discretamente posible, su escapada al bosque prohibido y la entrevista que habían tenido con una enorme araña macho, ciega y padre de muchos ejemplares como ella, quien les había confirmado la inocencia de Hagrid, el guardabosques. Hecho que ocurrió la misma noche en que Aliccie sufriera el ataque del expulsado Donovan.

-De todas maneras –señaló esta -Yo nunca creí en la culpabilidad de Hagrid.

-Lo que yo aun no puedo comprender -intervino Harry Spencer -Es como se las arreglan para salir del castillo sin que nadie se entere.

-Eso es lo de menos -le recriminó Valery -La noche del ataque a nuestra amiga, tu hermano salió de la sala común sin autorización. Y de no ser por el incidente con Donovan, nadie se habría percatado tampoco de que estuvieron fuera, por casi una hora.

-¡Pero nosotros ni siquiera abandonamos el castillo! -lamentó Williams, aun dolido por la resolución de la profesora Mc Gonagall, de suspenderlo en sus funciones como prefecto.

Harry Potter y Ron, se encogieron de hombros y salieron del gran comedor, escoltados por un silencioso Percy Weasley que los condujo hasta el tercer piso para su clase de Historia de la Magia.

El hecho de volver a tomar sus alimentos en el gran comedor, levantaba un poco el ánimo de los estudiantes. Pero la noticia que la directora suplente le dio al colegio ese último viernes de mayo, a un mes de culminar las clases, provocó una alegría como hacía mucho tiempo no se sentía en Hogwarts.

Siete Años en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora