Una Super Noche

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POV. Anastasia:
Ya a pasado un mes desde que nos hemos casado Christian y yo.
La relación entre nosotros ya no es tan odiosa. Es más nos empezamos a llevar mejor y hasta se podría decir que somos una especie de amigos.
Pero algo más a cambiado. Mis sentimientos por él.
No estoy muy segura pero creo que me estoy empezando a enamorar de él aunque no quiero admitirlo y se que nunca lo haría en voz alta ya que se que para él esto solo es un contrato absurdo al que nos obligan nuestros padres.
Hoy se supone que saldríamos de fiesta con nuestros hermanos para celebrar que llevamos un mes de casados. Creo que lo de celebrar un mes de casados es sol la excusa que usarán esta vez para salir.
Ahora mismo me estoy preparando para la fiesta. Ya me duchado y ahora lo esta haciendo Christian.
Sí, dormimos en la misma habitación pero nunca a pasado nada entre nosotros. Solo dormimos juntos porque el apartamento de Chris no tiene más habitaciones.
Me pondré parar esta noche un vestido corto y muy ajustado con un escote en forma corazón de color negro y unos tacones altos de color negra también.
Me ondulado un poco el pelo ya que no quería dejar lo liso como normalmente tengo. Me aplique un poco de base para no parecer tan pálida, me hice la raya en los ojos y me aplique algo de sombra para remarcar mis ojos azules. Para la boca me he echado un poco de brillo labial rosa y ya lista.
Me estaba dando los últimos retoques cuando Christian salió del baño ya vestido.
Estaba guapísimo a decir verdad. Llevaba unos pantalones vaqueros ceñidos, una camisa de negra que le marcaba muy bien sus músculos además tenía los primeros botones abiertos dejando algo de tu torso a la vista y unas vans también negros.
De pronto note que me estaba mirando y me empecé a poner de todos les tonos de rojo.
-Estas hermosa Anastasia-me dijo él de repente haciendo que me sonroje más y más.
-Gracias tu también estas muy guapo-le dije haciendo que me sonreirá como un adolescente pero de pronto su sonrisa se tornó arrogante. Oh no ahora viene una de sus frasesitas.
-Yo siempre estoy guapo-y ahí está la frase del día. A veces es tan hermoso y tierno pero de pronto mete una de sus frases y lo estropea todo.
No le conteste y seguí preparando me.
Una vez lista salimos de él apartamento y nos dirigimos a " La Cornucopia" un nuevo local muy elegante y que a ganado mucha fama rápidamente.
Al llegar nos reunimos con mis hermanas y sus novios.
Para que nos dejarán entrar y no sólo al local sino hasta la zona vip solo tuvo que decir mi querido marido su nombre al guardia.
Suelen decir que el dinero abre todas las puertas pero yo creo que el nombre Christian Mellark abre muchísimas más.
Entramos al local y nos sentamos en una mesa mientras los chicos fueron a por las bebidas.
Empezamos a beber y a hablar y después de un par de tragos fuimos a bailar mis hermanas y yo.
Bailamos y seguimos bebiendo durante un buen rato y sinceramente era lo que necesitaba después de una semana de estrés cómo la que he pasado. En la empresa hemos tenido mucho trabajo y la repentina asociación con Mellark Enterpres nos a traído aún más trabajo.
De pronto sentí la garganta seca y fui a por otro trago. En la barra le pedí al chico que prácticamente me estaba devorando con la mirada lo que me incomodo como es normal un trago de vodka y me lo bebí de golpe. He perdido ya la cuenta de cuántos voy.
Volví a la pista y seguí bailando. Justo habían puesto una canción algo sensual y me vino de maravilla para lucir me un poco. De repente unas fuentes y cálidas manos se posaron en mi cintura y me paralice asustada al principio pero cuando él dueño de esas manos me pego más a su cuerpo reconocí al instante su aroma. No podía ser otro que Christian.
Con un rápido movimiento me giró haciendo que quedará cara a cara con él.
-Estas preciosa Anastasia y al parecer todos los hombres del local y una que otra mujer lo a notado también ya que te están devorando con la mirada-me dijo molestó y algo¿celoso?-Pero por desgracia parar todos esta hermosa mujer ya tiene dueño.
-¿A sí?-le dije coqueta restrgandome más contra él. Christian me sonrió pegándose más a mi y asintió a mí pregunta-¿Y quien se supone que es mi dueño señor Mellark?
-Yo señora Mellark, tu esposo-me dijo arrogante.
Creo que ambos tenemos demasiado alcohol en el cuerpo pero que más da eso esta noche hemos decidido disfrutar un rato y eso es lo que pienso hacer.
-No sabía que era tuya señor Mellark-le dije coqueta pasando mis brazos por su cuello.
-Eres mía desde el día que dijiste que sí en el altar, mía y solamente mía-y dicho esto estampó sus labios contra los míos y me empezó a besar mientras yo le seguía el ritmo.
El beso no era suave ni delicado sino todo lo contrario un beso salvaje y urgente como el que nunca me había dado Christian. Cada vez me pegaba más a él si eso es posible. Yo tenía mis manos en su pelo acercando lo más a mí.
No se cuanto tiempo nos estuvimos besando pero tampoco me importaba yo quería seguir disfrutando de éste Christian pero el aire nos empezó a faltar y Christian separó sus labios de los míos pero sin dejar mi cuerpo ya que se puso a besarme el cuello. Mañana a tendré que llevar fular si no quiero que nadie vea la marca de los dientes de Christian en mi cuello pero tampoco me importaba mucho.
Nos separamos y fuimos a por más alcohol mientras seguimos bailando muy pegados el uno al otro.
Cada vez nos besabamos más y cada uno manoseaba el cuerpo del otro.
-Vamos a casa princesa-me dijo Christian con la cabeza en mi cuello.
-Vale-le dije yo y pude sentir su sonrisa en mi cuello.
Me cogió de la mano y me arresto fuera de ahí. Subimos a su coche y rápidamente nos dirigimos a casa.
Nada más llegar delante del edificio Christian bajo del coche y me cogió en brazos. Yo simplemente me límite a pasar mis brazos por su cuello y abrazarlo a mí.
Cuando llegamos delante de la puerta de nuestro apartamento Christian logró abrir la puerta con una rapidez admirable lo que da a entender que a hecho esto un montón de veces. Éste último pensamiento me encogió el corazón pero rápidamente lo eche de mi mente.
Cerrando la puerta con la pierna Christian me llevó a nuestra habitación aún en brazos y me tumbó en la cama. Él se tumbó encima mío y empezó a besarme el cuello mientras yo empezaba a gemir.
Sentí sus manos bajándome la cremallera del vestido y como me lo quitaba dejando me en ropa interior. Lo increíble es que no sentía ni pizca de vergüenza.
Él se levantó de encima mío y me empezó a contemplar y ahí si que me empecé a sentir expuesta por lo que intenté taparme pero él no me dejó.
-No tienes porque taparte eres preciosa-me dijo y eso más el alcohol me dio algo de valor y rápidamente me levante junto a él y empecé a desabrocharle la camisa sensualmente.
Una vez terminé con la camisa me dirigí al pantalón y se lo quite en nada. No se de donde he aprendido esto pero si me sirve perfecto.
Christian me lanzó en la cama de nuevo y empezó a besarme. De pronto desabrocho mi sujetador y lo tiró a algun lugar de la habitación.
Empezó a chupar uno de mis pechos mientras jugetaba con el otro. Yo solo podía gemir y arquear me contra él. Cuando se canso de mis pechos empezó a ascender pero yo le pare.
Me quito mis bragas de encaje negro y las tiro por algún lugar junto con el sujetador. Y me metió un dedo ahí abajo.
-Estás muy mojada mmm-me dijo él con voz ronca y yo solo gemi de vuelta.
Bajó la cabeza y de pronto sentí su lengua ahí dios. No podía parar de gemir.
Sentía como poco a poco de iba formando una bola de fuego en mi estómago.
Christian seguía jugando en mi interior con su lengua y yo no pude aguantar más y explote.
-Sabes de maravilla-me dijo él y de pronto se levantó de encima de mí y se quitó los calzoncillos. Dios es enorme ¿Se supone de que todo eso debía de entrar en mí? No creo que quepa.
Christian se volvió a tumbar encima de mí besando me cómo si no hubiera un mañana.
Empezamos a besarnos y de pronto sentí como se iba adentrando en mí. Dios esto duele.
Las lágrimas empezaron a bajarme por las mejillas y Christian se paró.
-¿Eres virgen?-me pregunto.
-Ya no-me límite a contestar y él sonrió.
-Tranquila se te pasará el dolor y luego solo será placer-me dijo mientras me limpiaba las lágrimas con sus dedos delicadamente¿Cómo puede ser tan tierno y salvaje a la vez?
Espero a que me acostumbrará y luego después de que yo le indicará que estaba mejor proseguío a moverse.
Ambos empezamos a gemir mientras que Chris aceleraba el ritmo cada vez más y más hasta que llegue al orgasmo y segundos después él que se derrumbó encima de mí sudando. Estaba agotada pero feliz. Nunca creí que llegaría a hacer el amor con Christian y menos que fuera así.
Poco a poco los párpados me empezaron a pesar y se fueron cerrando. Note como Christian se tumbaba a mi lado y me abrazaba a él.
Pronto quedamos ambos dormidos.

Amor destinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora