Capítulo 4

15.9K 806 14
                                    


Teníamos las caras muy cercas. Nuestros alientos se mezclaban en el aire. Lentamente se agachó para llegar a mi altura. Abrí los labios y.... nos besamos. Al principio quise separarme por miedo o yo qué sé, pero gracias a Dios Gustav me tenía bien cogida por la cintura y no me dejó separarme. Se separó y me sonrió. Nos volvimos a besar. Me cogió la mano y me llevó a un sitio algo apartado del parque, sin curiosos que les interesara lo que hacemos...

Pudimos estar una media hora en ese sitio apartado. Al final, nos separamos y salimos a la vista de todos. Me coloqué la camiseta, que estaba algo bastante levantada, y me peiné un poco el pelo alborotado y me fui para con Kim.
Yo: hola-me toqué el pelo.
Kim: hola-se rió-¿qué tal?
Yo: considerablemente bien.
Kim, que estaba más borracha que yo estalló en carcajadas.
Kim: qué guarra. ¡ni una semana llevas! Ya los tienes a todos a tus pies.
Yo: no exageres.
En ese momento unos brazos me rodearon por la cintura.
Bill: creo que ha sido una noche muy productiva para ambos no?-se pasó la lengua por los labios.
Me reí, pero luego miré a Kim, que le miraba fijamente, tenía una mirada... ¿decepcionada?
Yo: se puede decir.
Bill: ¿sabes dónde está mi hermano? Llevo un rato buscándole y nada.
Yo: no le veo desde que se fue con una chica.
Bill: ¿cómo era?
Yo: ¿¡Pues cómo quieres que sea?! Alta rubia y ojos claros. Y guapa, sino Tom no se habría ido con ella.
Kim: Yo le vi irse hace un rato.
Bill se encogió de hombros.
Bill: me tendré que ir solo. Menos mal que vivís cerca de mí.
Yo: por cierto, ¿qué hora es?
Bill: las 12. Te llevo a casa como a Cenicienta?
Yo: ja ja ja . No. Pero a la 1 tengo que estar allí.
Bill: pues podríamos ir a dar una vuelta. Aquí no hay nadie ya... bueno sí, pero están *****
Yo: ¿qué? No te entendí-dije riéndome.
Bill: que han bebido mucho y se van a poner malitos-me sacó la lengua, estaba algo borrachillo también.
Yo: coma etílico-en español.
Me miraron como si fuera extraterrestre, pero no dijeron nada y empezamos a andar.
Solo hablábamos Bill y yo, Kim se mantenía aparte.
Bill: y tú Kim, ¿qué noche has pasado?
Kim: bien.
Bill: ¿sabes responder con algo más que monosílabos?
Si no fuera porque estábamos a oscuras, se habría notado a la legua que Kim se había puesto roja.
Yo: estará cansada. Déjala.
Bill: la verdad es que no sueles hablar mucho, por lo menos conmigo, ¿te he hecho algo?-se puso delante suya, cogiéndola por los hombros y sonriéndola.
Kim: no, no... estoy cansada y soy tímida.
Yo: venga Bill, déjala.
Bill: calla! Eso no es una buena razón. Veenga, cuéntame
Kim: no Bill... venga, déjame.
Pero Bill no la soltaba, él no era así, pero se estaba dejando llevar por impulsos completamente y a Kim no le estaba gustando. Estaba "acojonaíta".
Yo: veenga Bill , joder, que no la pasa nada. Déjala.
Cogí sus manos y las bajé de los hombros de Kim, para después apartarle de delante suya.
Yo: ahí está tu casa. Adiós Bill.
Bill: Adiós.
Yo: ¡oye!-se dio la vuelta-entérate de por qué tu hermano se fue así de repente.
Asintió.
Kim: gracias.
Yo: no se lo tengas en cuenta. Adiós-ya habíamos llegado a mi casa.
Marcos: feaaaa, ¡despierta! Veenga, que ya te ha crecido bigote del tiempo que llevas durmiendo!
Miré el reloj. ¡Qué coño!
Yo: Marcos desaparece de mi vista que te voy a pegar tal hostia que te dejaré agilipollao!
Salió corriendo de la habitación, y justo cuando cerró la puerta le tiré el cojín.
¡Me había despertado a las 9!
Me di la vuelta , pero ya me había despertado, ya no me dormiría.
Estuve hasta y media dando vueltas intentando dormirme. Al final, desistí y me levanté.
Bajé a desayunar. Cogí el bol de cereales y me senté.
Yo: Marcos, te juro que papá y mamá se gastarán el sueldo en dentistas de cómo te voy a dejar la boca! ANORMAL.
Papá: así da gusto levantarse. ¡Viva el amor familiar!
Yo: no estoy para tus bromas, no he dormido nada.
Puso los ojos en blanco y me revolvió el pelo.
Yo: aish, ¡déjame!-me aparté hacia un lado.
Estuve toda la mañana como un zombi de un lado a otro de la casa sin hacer nada...
Sobre las 4 o así sonó el teléfono.
Mamá: Alccriiiiiiiiiiiiiiiiiiis, es para ti!
Yo: voy... -descolgué-¿sí?
Bill: ¡buenos días por la mañana!
Yo: ¿qué?
Bill: joer, qué humor! Alguien ha dormido mal.
Yo: me han despertado a las 9.
Bill: horror! Yo me desperté hace 3 horas.
Yo: no me des envidia. ¿Qué pasa?
Bill: Tokio Hotel te invita a un pase VIP, es único e inigualable. ¿Te vienes a ver un ensayo del grupo del momento?
Yo: jajaja ¿a qué hora?
Bill: a las 6 te vamos a recoger. ¿Vale?
Yo: vale. Chao.
Colgué el teléfono y llamaron al timbre.
Abrí yo.
Yo: Hola Kim! ¿Qué haces aquí?
Kim: te vienes a dar una vuelta?
Yo: emm.. pues estoy en pijama. Además, Bill me ha invitado a ver un ensayo de Tokio Hotel-sonreí.
Kim: am.. pues nada. Me iré con Anne.
Yo: espera, ¡vente! No creo que les importe.
Kim: después de lo de ayer con Bill... creo que mejor no.
Yo: en fin, tú misma. Adiós!
Llegó la hora. Me había puesto unos pitillos grises con botas bajas grises también. Una camiseta negra y una chaqueta ancha. Me peiné como siempre y justo al terminar el último retoque, llamaron al timbre.
Yo: abro yoooooooooooo!
Bajé las escaleras de dos en dos y abrí la puerta.
Bill: ¿Lista para oír música?


Lo que nunca imaginaste || Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora