Capítulo 13

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Me mordí el labio.
Yo: ah no? ¿Y a qué habíamos venido?
Levanté su cabeza de mis piernas y me levanté del sofá.
Tom: ¿a dónde vas?
Yo: arriba.
Me dirigí al pasillo y subí las escaleras. Notaba a Tom detrás de mí y podía imaginar su cara. Su sonrisa de pillo. Puse mi pie derecho en el último escalón y Tom me cogió por la cintura. Me retiró el pelo del lado izquierdo y empezó a darme pequeños besos.
Yo: ¿no crees que ya tengo suficientes marca tuyas?
La respuesta de Tom fue un mordisco al que yo reaccioné echando el cuello para un lado para que tuviera más espacio que recorrer. Notar su piercing en mi piel me volvía loca. Fuimos andando hasta su habitación y abrí la puerta. Al entrar me di la vuelta y le cogí por la camiseta atrayéndolo a mí. Nos besamos. Tom fue empujándome hasta que mis piernas rozaron algo y me dejé caer. La cama. Se tumbó encima mía. Nos volvimos a besar y metió sus manos por mi camiseta. Yo le tenía agarrado del cuello. Bajé mis manos por su espalda y las metí por dentro de la camiseta, tocando su barriga. Subí hasta el pecho. Pasé por la espalda y lo atraje a mí. Bajé hasta el borde y se la quité. Le miré con deseo. El me quitó a mí la mía y empezó a darme besos por el cuello, la clavícula, al llegar al escote quitó el sujetador y lo lanzó muy lejos. Siguió bajando, el ombligo... hasta el pantalón. Me miró sonriendo. Me quitó el pantalón. Subió su cara hasta mi altura y nos volvimos a besar. Le di la vuelta y quedé yo a horcajadas encima suya. Me acerqué a su boca. Estuvimos un rato besándonos y explorando nuestro cuerpo. Fui dándole besos por la mejilla y me entretuve en su oreja. Tenía ambas manos apoyadas en su pecho y el me cogía por el culo, acercándome a él. Oír sus jadeos no hacía otra cosa que excitarme más y más.
Tom: ahora.
Se giró y abrió un cajón.
Tom: solo hay de sabores.
Yo: bueno...
Me metí debajo de las sábanas.
Lo único que se oía en la habitación eran nuestras agitadas respiraciones intentando volver a la normalidad. Estaba encima de Tom, apoyada completamente encima de él. Con mi cabeza en su pecho. El me cogía por la espalda.
Pasaron los minutos, muchos minutos hasta que pudimos hablar.
Tom: la virgen...
Me reí.
Alguien abrió la puerta, yo me puse nerviosa pero Tom se quedó mirándola.
Bill entró.
Bill: holaa chicos! Qué morro tenéis ¬¬ . Ey Tom, mamá no viene a comer a casa. Me llamó. ¿Te quedas a comer Alkjiis?
Yo: mmm... no sé.. debería irme a casa, supongo.
Tom: nono.. tú te quedas aquí.
Estábamos sentados en el sofá, me tenía cogida por los hombros y yo tenía mi cabeza apoyada en sus hombros.
Levanté la cabeza mirándole.
Tom: pues eso, que tú te quedas.
Acercó su cara a la mía y empezó a pasar su nariz por mi cara.
Bill: bueno... yo me voy a ver qué hay de comer.. sí-lo dijo con tono ... raro.
Yo: pues déjame llamar a mi madre.
Saqué el móvil del bolsillo.
[
Mamá:¿sí?
Yo: Hola... oye, que no voy a comer a casa ¿vale?
Mamá: ¿por?
Yo: es que Kim me ha invitado y tal.
Mamá: ya...-no se lo tragó- está bien.
Yo: ¡gracias!
]
Tom me sonrió.
Tom: dime algo en español.
Le miré extrañada.
Yo: ¿el qué?
Tom: pues algo, lo primero que se te ocurra.
Yo: hola-dije en español-que es hola-dije en alemán.
Tom: ¿cómo se dice te quiero?
Le sonreí.
Yo: te quiero-le dije en español.
Tom: ¿y muchas gracias?
Yo: muchas gracias-le dije en español.
Tom: ¿y puta?
Me reí.
Yo: ¿para?
Tom: tú dímelo.
Yo: pues se dice puta... xD
Tom: hola, muchas ggrasias, te quiego putta.
Yo: jajajaja.
Me empecé a reír.
Bill: ya está la comida.
Nos levantamos y fuimos a la cocina. Comimos y Tom no paraba de repetir "hola, muchas ggrasias , te quiego putta" y yo me descojonaba por su acento.
Después de comer nos tiramos los 3 a los sofás a amodorrarnos. Me había quedado dormida.
Tom: auchh! Joder Bill, que me has dado en todos los güitos hostias.
El gritito de Tom me despertó. Pero mantuve los ojos cerrados.
Bill: joder, es que no me pasabas el mando... ù_ú
Tom: aquí tiene su mando señorito.
Bill cambió de canal.
Bill: oye, ¿qué tienes tú con Alkjjis?
Tom: estamos saliendo.
Bill: alaa! ¡qué fuerte! Madre míaaaa. Es mi cuñada entonces?
Tom: seeee.
Bill: ¿pero a ti te gusta?
Tom: pues si estoy saliendo con ella, por algo será ¿no?
Bill: pero digo que si la quieres.
Tom: la tengo cariño.
Bill: no esquives mis preguntas. ¿La quieres, de querer?
No sé por qué, pero no quería oír su respuesta... así que hice que me despertaba. Fruncí el ceño como si la luz me molestara y abrí los ojos.
Tom: buenas tardes dormilona!
Yo: hola-bostecé-¿qué hora es?
Tom: na, las 4 y media.
Yo: vaaale.
Tom se puso arrodillado en el suelo, con su cara enfrente de la mía.
Me sonrió.
Le sonreí.
Tom: monosa.
Se acercó a mis labios y me dio un pequeño beso.
Yo: joder hijo, no te vayas a herniar.
Se mordió el labio y me sentó en el sofá, poniéndose él al lado. Se acercó y esta vez si que me besó en condiciones.
Bill: ejem... sigo aquí, ¿sabéis?
Se separó unos milímetros de mí.
Tom: pues a mí no me molesta que estés-me besó-ahí.
Le cogí de la nunca y le acerqué a mí.
Bill: Pesaos sois.
Oí como se levantaba y se iba a su habitación.
Tom sonrió, parando nuestro beso.
Me mordí el labio. Puso una mano en mi muslo y se acercó a mí.
Entonces noté mi móvil vibrar y poco después empezó a sonar una melodía.    

Lo que nunca imaginaste || Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora