Fui andando hacia él lentamente... en cada paso me planteaba el volver atrás... pero no, tenía que ser fuerte. Cuando estábamos a unos 4 metros me miró levantando ambas cejas, aumentó el ritmo de sus pasos y me esquivó al pasar por mi lado. Miré al suelo.
Yo: Tom... espera.
Siguió andando.
Yo: TOM COÑO. Espera joder.
Se paró, pero no se dio la vuelta. Empezó a dar golpecitos con el pie en suelo, mostrando su impaciencia.
Suspiré.
Yo: quiero hablar contigo.
Tom: pues habla.
Su voz era ronca... ¿había llorado? No puede ser... él no lloraba.
Me puse a su lado.
Yo: lo de antes... verás... me puse nerviosa... pero... ay dios...-suspiré-lo siento.
Tom: las cosas no se dicen porque sí.
Yo: pues yo lo dije porque sí. ¿De verdad crees que no quiero estar contigo?
Me puse delante suya para tener contacto visual... pero giró la cabeza.
Yo: Tom joder, ¡quiero estar contigo! ¿vale? Lo dije, porque estaba nerviosa... no quiero perderte... jodeeeeer. Perdóname.
Tom: es que sabes? Esas cosas, las que se dicen cuando se te vienen a la cabeza, son las que más importan... Cómo decirlo... que si lo dices es por algo... aunque nunca lo hayas pensado, en ese momento lo hiciste. Te planteaste nuestra relación. Yo quiero estar contigo. Es difícil y más lo será. Pero quiero estar contigo. Solo contigo. Pero para eso TÚ TIENES QUE QUERER ESTAR CONMIGO-me señaló.
Yo: si no quisiera estar contigo te habría dejado...
Tom: me da igual la gente... que salga contigo enrollándome en el parque del pueblo en toda Alemania. Me da igual todo. ¿Vale? Pero si me vas a hacer daño... hazlo ahora y déjame en paz.
Yo: ¿de dónde sacas, si se puede saber, que te quiero hacer daño?
Tom: no juegues conmigo.
Yo: no lo hago. Te quiero hostias.
Tom: ¿de verdad?
Asentí.
Yo: de la buena.
Me sonrió.
Tom: ven aquí anda...
Puso sus brazos alrededor de mi espalda y nos abrazamos.
Tom: ¿vamos a dar una vuelta?
Yo: sí.
Fuimos al parque. Nos tumbamos en la húmeda hierba, había llovido. Me apoyé en su pecho y puse mi mano en su barriga. Bueno, la barriga estaba debajo del abrigo, la chaqueta y la camiseta.
Yo: ¿y qué voy a hacer ahora yo en clase sin ti?
Mi voz tenía un tono de gracia.
Tom: pues... mientras no te acerques a Eliot y compañía, lo que quieras.
Me di la vuelta, para poder verle la cara. Levantó un poco su cabeza para mirarme. Empezó a jugar con su piercing. Oh oh, eso me volvía loca.
Apoyé mis manos en el suelo y me puse a cuatro patas, dejando mi cabeza encima de la suya.
Yo: ñañaña.
Tom: ¿qué?
Yo: calla.
Y si hubiese querido hablar, no habría podido, mis labios estaban encima de los suyos, presionándolos.
Cogió delicadamente mis manos y las puso a ambos lados de su cabeza, dando a entender que quería que me pusiese encima suya. Así lo hice. Mi culo estaba apoyado en su barriga y mis manos a ambos lados de su cabeza. Me separé y miré a los lados, no había más que un par de madres con sus hijos, y nos miraban con mala leche por estar de esa manera delante de sus hijos. Le volví a mirar y le sonreí.
Rodamos pradera abajo unos cuantos metros. Pero yo seguía estando arriba. Nos besamos. Unas gotas de agua empezaron a mojar mi pelo y mi cara y supuse que mi ropa. Las madres estaban cogiendo a sus hijos para llevárselos. A lo lejos se oyó un trueno. Se avecinaba tormenta...
Yo: viene el monzón-le guiñé un ojo.
Tom: pues lo atravesaremos y estará todo bien.
Solté una carcajada.
Tom cogió mi cabeza con sus grandes manos y me atrajo hacia él.
No tardó en ponerse a llover a cántaros, pero no nos importaba.
Al pasar un rato y notar mis pies congelarse me separé de él.
Yo: vamos a coger un resfriado. Vámonos anda.
Me puse de pie.
Tom: pero si aquí estamos muy bien-dijo abriendo la boca para que las gotas de lluvia entrasen en ella.
Dios, qué sexy estaba con toda la ropa pegada a él por la lluvia, las gotitas de agua mojando su cara, bajando hasta sus labios y perdiéndose en su boca me aumentaban los ritmos del corazón.
Yo: andaaaa.
Le tendí la mano. Se levantó y me cogió en volandas, dando vueltas. Me eché para atrás y dejé que la lluvia me empapara entera. Mi cuello y mi cara estaban llenos de agua. Estiré los brazos. Tom seguía dando vueltas hasta que caímos al suelo, riéndonos. Entonces a la vez, ambos paramos de reírnos y nos miramos a los ojos. Fuimos acercándonos lentamente el uno al otro.
Sonreí y le di un mini beso.
Tom: em... ¿me vas a dejar así?
Asentí.
Me levanté y cogí mi mochila.
Tom: ey ey, ¿a dónde te crees que vas?
Le sonreí pícaramente y empecé a andar.
Miré para atrás y vi a Tom levantándose y corriendo hacia mí. Cuando estuvo a 2 metros de mí empecé a correr yo también.
Tom: ¡eeee!
Ambos nos reíamos. Cuando llevaba un par de minutos corriendo me empecé a cansar y a disminuir el ritmo. Hasta que Tom me pilló, cogiéndome por la cintura.
Tom: ¿a dónde ibas eh?-con voz seductora y sexy.
Yo: ¿yo? A mi casa, claro.
Tom: no sin darme un beso. Y esta vez de-ver-dad.
Me mordí el labio y le empotré contra el muro de una casa. Empezamos a besarnos y cuando vi que el beso iba a más me separé.
Yo: ale. Me voy a casa.
Me encantaba jugar con él... se ponía tan sexy al intentar "convencerme".
Miró al suelo y se rió,moviendo la cabeza.
Se puso a mi lado y no dijo nada. Solo miraba al horizonte.
Fuimos andando hasta mi casa cogidos de la mano.
Yo: me voy-dije en mi puerta.
Tom: venga, quédate...
Yo: no, además vamos a pillar una pulmonía.
Tom: merecería la penaaa. Venga..
Sonreí y le cogí del abrigo, acercándole a mí.
Le besé.
Yo: adiós...
Me di la vuelta y fui dando pequeños saltitos hacia mi casa. Antes de meter la llave en la cerradura me di la vuelta y le vi sonriéndome. Le guiñé un ojo y entré en casa.
Cerré la puerta y me quedé apoyada en ella, suspirando y sonriendo.
Mi madre apareció de la puerta de la cocina.
Mamá: ¡PERO ESTÁS TONTA! ¿HAS VISTO CÓMO VIENES? ¡CÁMBIATE DE ROPA YA! ESTÁS EMPAPADA.
Yo: ya voy mamá-estaba como en una nube.
Mamá: oye.. quiero hablar contigo. Cámbiate y baja.
Asentí. Mientras me cambiaba de ropa iba cantando canciones suyas... me encantaban.
Yo: ya estoy mamá. Dime.
Mamá: siéntate anda.
Me senté. Ella se limpió las manos en el pantalón y se sentó enfrente mía.
Yo: dime.
Mamá: verás hija... has salido alguna vez en la tele con el Tom Kaulitz ese... sé que sois novios y me parece genial... pero... creo que debo darte la charla de sexo.
Abrí los ojos como platos.
Mamá: sí sí... mira, es que no quiero que me sorprendas con una enfermedad o con un bombo... y quería hablarte del riesgo del sexo y tal.. vamos, del riesgo de hacerlo sin condón.
Yo: mamá... no me vas a decir nada nuevo.
Mamá: ¿me estás diciendo que no eres virgen?
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Lo que nunca imaginaste || Tom Kaulitz
FanfictionPrimero, esta historia NO me pertenece. Segundo, la página en donde se encontraba se borro y no me gustaría que se pierda. Tercero, deberías leerla. Es una de las mejores historia sobre Tom Kaulitz que he leído. Yo se que no te arrepentirás de leer...