Capítulo 21

9.2K 673 11
                                    

Pero no, no iba a hablar con él, suficiente me había costado olvidarle... o dejar de comerme el coco por él como para dejar que abriera la herida... Andreas empezó a hablar con Tom sobre el examen y al poco rato salió Bill. Los abrazos se repitieron con él... ya habíamos terminado... dios qué fuerte.
Bill: ¿Qué vais a hacer ahora?
Kim: nos íbamos a celebrarlo a la piscina...y luego esta noche de fiesta ¿os venís?
Tom: ¿piscina pública? Imposible...-se rió.
Puto gilipollas ¬¬.
Bill: pues... a lo de la fiesta nos apuntamos, ¿no Tom?
Tom: cuando falta Tom Kaulitz a una fiesta?
Se rieron ante esa respuesta.
Andreas: em...-miró el reloj-son las 5... a las 1O será la fiesta...
Kim: yo me tengo que ir arreglar. 5 horas es poco!!
Bill la miró enarcando una ceja y se rió.
Kim: nah, es broma... Pero a ver... quedamos a las 7, cenamos por ahí y nos vamos de fiesta. ¿Mejor?
Asentimos.
Andreas: pues ale, vámonos.
Kim:¡ PARA EL CARRO! Que no necesitaré 5 horas pero si vamos así-nos señaló-de fiesta no entramos.
Tenía razón, muy arreglados no íbamos.
Andreas: pueees.. a las 6.30 en casa de los gemelos..
Asentimos.
Kim: y tú-me señaló-te vienes a mi casa.
Yo: ¿Yo? ¿por qué?
Kim: ¿Cómo que por qué? Pues porque lo digo yo. Ale, a arreglarse.
Nos despedimos de los chicos y fuimos para casa de Kim.
Kim: ¿de qué hablabas con Tom?
Yo: nada... quería saber qué había pasado.
Kim: ¡¡¡¿se lo has dicho?!!!
Yo: Qué dices... que va... pero no se ha quedado satisfecho y me va a dar la tabarra hasta que se lo diga. Lo sé.
Me encogí de hombros.
Kim: joder, deberías decírselo.
Yo: no, porque entonces volveré a soñar con que me amará y tal.. y paso. Así está todo mucho mejor.
Puso los ojos en blanco.
Llegamos a su casa y subimos directamente a su habitación.
Kim: tengo mucha ropa tuya por aquí... pero creo que ninguna es de fiesta. Es de la que nos prestamos y tal..
Yo: yaya. Emmm... pues a ver-abrí su armario y fui dejando todas las cosas de fiesta en su cama-ale ya está.
Había un montón de ropa encima de la cama, tanto que no se veía la colcha.
Estuvimos media hora probándonos ropa y haciendo el indio.
Kim: eso te va a quedar enorme-dijo cuando me quería probar unos pitillos suyos-soy bastante más alta que tú-se puso de puntillas y me miró desde arriba vacilándome.
Yo: ja ja ja , qué risa ¬¬
Tras muuuuuuuuuuucho rato decidimos ponernos, ella una mini falda negra con vuelos y unas sandalias (si se ponía tacones tocaba el techo... bueno no, exageración) y camiseta caída rosa con una negra debajo. Yo me decanté por una camiseta larga gris (de esas que llegan por debajo del culo) tacones del mismo color y leggins negros.
Me ricé el pelo muchísimo, tenía el rizo muy marcado y Kim se hizo un semi-recogido.
Nos maquillamos un poco y ale listas. Solo habíamos tardado 2 horas. Jeje...estábamos muertas. Hace media hora deberíamos haber estado en casa de los gemelos, miré mi móvil y tenía 20 perdidas de todos ellos y Kim por el estilo. Les llamamos diciéndoles que ya íbamos y salimos corriendo. Por suerte yo me manejaba bien en los tacones y literalmente fuimos corriendo. Cuando llegamos estaban ya todos esperándonos. Se habían arreglado, dependiendo de su estilo. Tom iba de azul.
Ohhh dios, qué bueno está. No quita quita esos pensamientos. Piensa en el campo.. eso en el campo verde con el cielo azul... azul... azul Tom... AWWW.
Bill: BRAVO! Enhorabuena ¿eh? Solo habéis llegado 45 minutos tarde.
Andreas: créeme, han llegado pronto.
Todos se rieron pero nosotras nos hicimos las "enfadadas".
Nos subimos a los coches, Kim, Georg Tom yo en uno y Andreas Gustav y Bill en otro. Saki nos seguía en otro coche y había algún guarda-espaldas en los coches. En la fiesta habría más.
Yo: oye Ge!
Georg: Dime AL!
Me reí.
Yo: bobo. ¿Oye... siempre que salís tenéis más escolta que la presidenta?
Tom: así es.
Hice como que no le oí y seguí mirando a Georg, que se extrañó de mi reacción.
Georg: emmm... sí, siempre hay tantos guardaespaldas.
Yo: pues que mierda no?
Georg: es la cosa de la fama. Pero no me quejo. Mola.
Le sonreí.
Yo: ¿y cómo es eso de dar un concierto y ver ahí los gritos y tal...?
Tom: la leche... es simplemente indescriptible.
Volví a hacer como que no le oía y miraba a Georg.
Georg: em... pues...-seguía extrañado- ya lo ha dicho Tom... indescriptible.
Tom: ¿¡Se puede saber qué cojones te pasa conmigo?!
Puse los ojos en blanco y miré por la ventana.
Tom: te comportas como una puta cría.
Me limité a sonreírle. Le estaba sacando de sus casillas.
Tom: para el coche-le dijo al conductor.
Éste obedeció y paró.
Tom se bajó del coche y vino hasta mi lado. Abrió la puerta.
Tom: baja.
Yo: ¿qué cojones haces?
Tom: ¡Qué bajes hostia!
Yo: no-me crucé de brazos.
Metió la mano y me desabrochó el cinturón. Me sacó a la fuerza. El otro coche estaba dando la vuelta para ver qué pasaba. Georg y Kim no sabían que hacer.
Yo: SUÉLTAME.
Me soltó.
Tom: VAMOS A HABLAR AQUÍ Y AHORA.
Yo: Y UNA MIERDA.
Tom me cogió del brazo, apretándome.
Yo: me haces daño!
Tom: te jodes.
Yo: suéltame o..
Tom: o qué?
Le crucé la cara.
Tom se quedó mirando al suelo y me miró sonriendo.
Le volví a cruzar la cara.
En ese momento se bajó del coche Gustav.
Gustav: vale ya está bien-nos miraba a los dos, pero nosotros nos manteníamos la mirada fijada en el otro, esos ojos... no eran los mismos-Alkjis vete tú en el otro coche. Yo voy en el otro.
Pasaron unos segundos y asentí. Cogí mi bolso del otro coche y me fui para el otro.
Llegué y me senté. Bill y Andreas me escrutaban con la mirada.
Andreas: no sé si era para pegarle Alkjis...
Yo: no me des la charla Andreas no me des la charla-suspiré.
Me empecé a poner muy nerviosa y tenía ganas de llorar... pero no, me prometí que no volvería a llorar por él.
Bill: ¿qué te pasa con mi hermano? Sé que puede ser gilipollas... pero os queríais.
Yo: ahí está la cosa, tú lo has dicho: •"queríais-resalté el íais-pasado.
Bill: pero es como si te hubiera hecho algo y... no sé...
Andreas: no creo que este sea el mejor momento para hablar de esto...
Bill: ¿tú lo sabes no?
Yo: es mi mejor amigo, es normal que lo sepa.
Bill: ah...
A partir de ahí nadie habló. Tras un buen rato al restaurante.
Al salir de los coches Tom me miró, pero no estaba enfadado.
Parecía que hasta todo eso le provocaba gracia. Entramos... pedimos una mesa y nos sentamos... durante la cena no pasó nada especial... me ahorro los detalles.
Luego sobre las 10 llegamos a la discoteca... ya habíamos estado más veces ahí y era genial... nos sentamos en los puffs y empezamos a hablar.
Tom: voy a por bebida. ¿Alcris, por favor, vienes conmigo?-lo dijo muy educado y calmado.
Yo: no quiero hablar contigo.
Tom: por favor...-me lo estaba suplicando.
Todos nos miraban expectantes... incluso asustados.
No sé si fue su mirada o su tranquilidad, pero asentí y me levanté. 

Voten. Voten. Voten. 

Por favor :D

Lo que nunca imaginaste || Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora