Capítulo 50

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Tom se puso delante de mí y me miró sonriendo.

Tom: ¿todo bien?

Yo: genial.

En ese momento apareció el tío de Tokio Hotel TV que tenía que grabar unas escenas.

Yo: ¿me voy o me quedo?

***: ya has salido, supongo que dará igual.

Bill: a ver, no comas la cámara-le asesiné con la mirada-pero sal, claro.

***: bueno ya sabéis chicos, hacer como que no estoy ¿vale?

Gustav: se intentará.

Empezó a grabar y era bastante incómodo, por lo menos para mí.

Tom se sentó en el sofá y me hizo señas para que fuera con él.

Me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su pecho, estaba realmente aturdida...

Tom: ¿de verdad que todo bien? Mira que si quieres cogemos y nos vamos ¿eh?

Me tocaba el pelo, acariciándomelo.

Yo: te prometo que todo genial Estoy nerviosa y no sé cómo se recibirá esto, por ahora solo he recibido insultos-me reincorporé, mirándole a los ojos-pero sé que quiero estar contigo.

Acercó su cara a la mía hasta que nuestros alientos se mezclaban en el aire.

Tom: ¿entonces nada más importa, verdad?

Sonreí, asintiendo.

Rozó su nariz con la mía y la llevó por mi cara hasta que conseguí capturar sus labios.

Llevé mi mano a su mejilla y la rocé lentamente.

Georg: ¡ya estamos! Parar de una vez.

Me separé riéndome pero Tom llevó sus manos a mi nuca y me acercó una vez más hacia él, volviendo a besarnos.

Georg: ¡oye, qué os estoy hablando!

Bill: ya sabes lo insistente que puede llegar a ser mi hermanín...

Georg: me dan envidia. Siempre ahí tienen a alguien con quien desahogarse...

Gustav: jajaj, Georg, siempre tendrás a tu querida y fiel mano. Es la única que te ha desvirgado.

Georg: por lo menos yo no me lo monto con perros!

Bill: jajaja

La situación era muy cómica y cada vez me costaba seguir más ese beso, pero al no dejarme Tom separarme pues aguantaba como podía.

Oímos unos golpes y nos separamos. Miré a donde provenía el sonido y estaban Georg y Gustav peleándose de coña en el suelo. La cámara lo grababa todo.

Bill: jajaja anda, dejar de hacer el moñas y separaos!

Entonces entró David y se tiró encima de ellos a separarlos. Les cogió de la pechera y les levantó.

David: ¡¡¡¡CUÁNTAS VECES OS HE DICHO QUE NO OS PELÉIS!!!-gritó.

Todos nos mirábamos atónitos, sin entender.

Bill: no pensarás...

Y todos caímos en la cuenta y nos empezamos a descojonar.

David: ¿qué, pero qué? ¡Se estaban pegando!

Con lágrimas en los ojos me levanté y me puse en frente suya.

Yo: Dave... estaban de broma.

Abrió los ojos.

David: pero si se estaban dando bien.

Yo: son hombres... ya se sabe

En cuanto terminé de pronunciar la frase Tom se levantó del sofá y junto con los otros 3 empezaron a hacer "eh eh" mostrando su inconformidad.

Me eché para atrás y me volví a sentar en el sofá.

Gustav: ¿con que hombres eh bajita?

Yo: ¡no te metas con mi altura! Las españolas no somos bajas, vosotros sois bigardos!

Georg: si bajitas pero peleonas ¿eh? Sobre todo en la cama, ¿verdad Tom?-me le quedé mirando asesinándole con la mirada.

Tom: no sabes cuánto.

Georg: si que sé-Tom se le acercó intimidándole-¡pero no con Alkjis lento de mente!

Tom: pero si ya lo ha dicho Gus, a ti te desvirgó tu mano tíooo.

Bill: técnicamente eso no es desvirgarse..

Gustav: calla pelo pincho!

Bill: oye rubito no me calientes ¿eh?

Y volvieron a pelearse de broma.

Yo: ¿ves David? Es de broma también.

Me hizo burla.

Se sentó a mi lado.

David: ¿qué tal todo?

Yo: bien, nerviosa y tal, pero bien.

David: si te sirve de algo, estás preciosa.

Tom: deja de ligar con mi chica ¿eh?

Me reí y negué con la cabeza.

Llamaron a la puerta.

****: hay que ir ya al plató.

Lo que nunca imaginaste || Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora