Capítulo 57

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Me separé de él.

Yo: Tom, esto tendrá malas consecuencias.

Tom: me da igual. ¿No puedo besar a mi novia en la calle?

Se volvió a agachar.

Yo: no Tom-le paré-vámonos, anda.

Miró al suelo y se dio la vuelta. Empezó a andar y me dejó a mí atrás. Vale. Genial. Se había enfadado.

Fui tras él. Miré para atrás y bueno, no sabría distinguir al reportero.

Yo: ¡espérame!

Tom se paró. Demasiado orgulloso como para darse la vuelta. Pero no lo suficiente como para dejarme allí tirada.

Yo: deja de hacer el tonto.

Tom: ¿eso es lo que hago, no?

Yo: por dios Tom, es una tontería! Claro que podemos besarnos, pero no para provocarles.

Tom: déjame.

Resoplé.

Yo: no Tom, no te dejo. No pasa nada ¿vale? Ahora me vas a coger la mano y vamos a irnos a dar una vuelta, me vas a enseñar Los Ángeles y ya está-le tendí mi mano y le miré a los ojos. Me mantuvo la mirada dudando si coger mi mano o no... Al final, una media sonrisa se dibujó en su cara y me la cogió.

Tom: anda vamos.

Me reí y empezamos a caminar hacia el centro de la ciudad.

Yo: vale, quiero comprar!

Tom: ¿pero no querías ver la ciudad?

Yo: sí.

Tom: entonces?

Yo: ver la ciudad = ir de compras-le sonreí como una niña buena.

Tom: jajaja vale. Por allí hay un centro comercial.

Yo: ¿cómo lo sabes?

Tom: a Bill le encanta ir de compras...y bueno-suspiró-a mí también... no tanto, no derrocho tanto, pero me encanta comprarme camisetas!-me reí.

Cruzamos la calle y pedimos un taxi. Entre los dos le dijimos más o menos a dónde queríamos ir y el taxista le pidió un autógrafo y una foto para su hija, lo raro era que la foto le apetecía que fuera conmigo. En fin.

Llegamos y ¡madre del amor hermoso!

Yo: ¿es esto? Vamos a ver, este cacho de edificio de-empecé a contar, 1, 2,3,4....-¡siete plantas! Es todo de ropa? Todo todo?

Tom: bueno, tiene unas plantas de juegos y música, pero 5 plantas es ropa. Ropa así de tu estilo. Y del mío. Bueno, sí, ¿a qué es genial?

Hice como me limpiaba unas falsas babas y cogí a Tom de la mano, tirando de él hacia dentro del centro comercial.

Yo: ma-dre.

Miré para arriba, escaleras escaleras escaleras. Miré a los lados. Tiendas. Tiendas.

TIEEEEEEEEEEEEEEENDAS.

Tiendas tiendas tiendas.

Yujuuuuuuuuuuuu!

Tom: por dónde empezamos?

Yo: no sé. Bueno, vamos en orden, vamos a esta-señalé la que más cerca se encontraba nuestra. Entramos.

Ropa ropa. Zapatos. Bolsos. De todo

Tom: no te mueras aún, que tenemos que comprar.

Dejé escapar un pequeño gritito y me dirigí a unas perchas.

Lo que nunca imaginaste || Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora