Me separé de él.
Yo: Tom, esto tendrá malas consecuencias.
Tom: me da igual. ¿No puedo besar a mi novia en la calle?
Se volvió a agachar.
Yo: no Tom-le paré-vámonos, anda.
Miró al suelo y se dio la vuelta. Empezó a andar y me dejó a mí atrás. Vale. Genial. Se había enfadado.
Fui tras él. Miré para atrás y bueno, no sabría distinguir al reportero.
Yo: ¡espérame!
Tom se paró. Demasiado orgulloso como para darse la vuelta. Pero no lo suficiente como para dejarme allí tirada.
Yo: deja de hacer el tonto.
Tom: ¿eso es lo que hago, no?
Yo: por dios Tom, es una tontería! Claro que podemos besarnos, pero no para provocarles.
Tom: déjame.
Resoplé.
Yo: no Tom, no te dejo. No pasa nada ¿vale? Ahora me vas a coger la mano y vamos a irnos a dar una vuelta, me vas a enseñar Los Ángeles y ya está-le tendí mi mano y le miré a los ojos. Me mantuvo la mirada dudando si coger mi mano o no... Al final, una media sonrisa se dibujó en su cara y me la cogió.
Tom: anda vamos.
Me reí y empezamos a caminar hacia el centro de la ciudad.
Yo: vale, quiero comprar!
Tom: ¿pero no querías ver la ciudad?
Yo: sí.
Tom: entonces?
Yo: ver la ciudad = ir de compras-le sonreí como una niña buena.
Tom: jajaja vale. Por allí hay un centro comercial.
Yo: ¿cómo lo sabes?
Tom: a Bill le encanta ir de compras...y bueno-suspiró-a mí también... no tanto, no derrocho tanto, pero me encanta comprarme camisetas!-me reí.
Cruzamos la calle y pedimos un taxi. Entre los dos le dijimos más o menos a dónde queríamos ir y el taxista le pidió un autógrafo y una foto para su hija, lo raro era que la foto le apetecía que fuera conmigo. En fin.
Llegamos y ¡madre del amor hermoso!
Yo: ¿es esto? Vamos a ver, este cacho de edificio de-empecé a contar, 1, 2,3,4....-¡siete plantas! Es todo de ropa? Todo todo?
Tom: bueno, tiene unas plantas de juegos y música, pero 5 plantas es ropa. Ropa así de tu estilo. Y del mío. Bueno, sí, ¿a qué es genial?
Hice como me limpiaba unas falsas babas y cogí a Tom de la mano, tirando de él hacia dentro del centro comercial.
Yo: ma-dre.
Miré para arriba, escaleras escaleras escaleras. Miré a los lados. Tiendas. Tiendas.
TIEEEEEEEEEEEEEEENDAS.
Tiendas tiendas tiendas.
Yujuuuuuuuuuuuu!
Tom: por dónde empezamos?
Yo: no sé. Bueno, vamos en orden, vamos a esta-señalé la que más cerca se encontraba nuestra. Entramos.
Ropa ropa. Zapatos. Bolsos. De todo
Tom: no te mueras aún, que tenemos que comprar.
Dejé escapar un pequeño gritito y me dirigí a unas perchas.
ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca imaginaste || Tom Kaulitz
FanfictionPrimero, esta historia NO me pertenece. Segundo, la página en donde se encontraba se borro y no me gustaría que se pierda. Tercero, deberías leerla. Es una de las mejores historia sobre Tom Kaulitz que he leído. Yo se que no te arrepentirás de leer...