Nos sentamos en la terraza del Starbucks, yo con mi Frapuccino y el con su café americano. Que estaba asqueroso, todo hay que decirlo.
Yo: es demasiado amargo, no sé cómo puede gustarte.!
Tom: ¡qué dices! Si está buenísimo.
Yo: si tú lo dices...
Tom: efectivamente, yo lo digo.
Me reí.
Yo: cabecita loca...
Le paso la mano por la cara y sonríe ante mi gesto.
Me empieza a sonar el móvil. Como no, para joder momentos.
Lo cojo.
[
Yo: ¿sí?
Bill: ¡hey! Una cosa, dile a mi hermano que para qué tiene el jodido móvil!
Yo: ahora se lo digo. ¿qué pasa?
Bill: que vengáis, que nos tenemos que ir mañana a Alemania.
Yo: ¿tan pronto?
Bill: es que al padre de Gus le han ingresado en el hospital-susurró.
Yo: ¿pero está bien?
Bill: no se sabe... perdió el conocimiento de repente y ahora no se sabe qué tiene, le están haciendo pruebas.
]
Tom me miró intrigado mientras sorbía un poco de su bebida.
Tom: ¿qué pasa?
Yo: mañana nos volvemos a Berlín.
Tom: ¿por?
Yo: al padre de Gus le han ingresado...
Tom: prefieres que nos quedemos tú y yo en Los Ángeles?
Yo: ¿qué? No no, quiero asegurarme que lo del padre de Gus sale bien y tal... y tú también deberías hacerlo.
Tom: ¿pero es grave?
Yo: no se sabe.
Tom: pues vamos anda..
Se puso de pie y le imité.
Salimos del centro comercial con el guardaespaldas detrás y pedimos un taxi.
Llegamos al hotel en unos escasos 15 minutos.
Pagamos y subimos a la habitación de Gus.
Estaba un poco nervioso haciendo la maleta por toda la habitación.
Georg y Bill le observaban desde un rincón.
Georg: ¡ya era hora! Han adelantado el vuelo, será en 4 horas. Hacer las maletas.
Tom se quedó mirando a Gus, como los otros dos, asustado, sin saber cómo reaccionar.
Me acerqué a él. Que iba por toda la habitación recogiendo cosas.
Yo: Gus-no paró-Gus-dije un poco más alto, pero en vano-GUS!-le cogí por los hombros y le paré, le puse delante de mí-¿estás bien?
No me respondió. Simplemente bajó la mirada al suelo. Le acerqué hacia mí y le abracé. Creo que realmente lo necesitaba y que lo agradeció. Rodeó mi espalda y hundió su cabeza en mi hombro. Vi por encima del suyo a los chicos más tranquilos.
Les hice un gesto con la mano para que se fueran y silenciosamente se levantaron y se fueron.
Estuvimos un rato más abrazados, lloró, y al final se tranquilizó y se separó de mí.
Gustav: gracias...-susurró.
Le sonreí.
Yo: venga-le toqué la nariz-que todo saldrá bien.
Gustav: gracias-volvió a susurrar.
Le ayudé a seguir haciendo la maleta y en unos 20 minutos le dejé recostado en un sofá. Me fui rápidamente a mi habitación a hacer la mía.
Entré y estaba Tom guardando cosas que había por todo el cuarto.
Tom: ¿qué tal está?
Yo: nervioso. Pero se le pasará.
Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
Tom: ¿dónde vas a meter toda la ropa?
Yo: en la maleta.
Tom: ¿entrará?
Yo: no le queda más remedio.
Se rió.
Tardé una hora en hacerlo todo. Y sí, costó mucho pero la maleta consiguió cerrarse.
Tom me ayudó un poco.
Me senté en el sofá y Tom a mi lado. Me tumbé en su pecho y me dormí.
Tom: ey, venga, que nos vamos.
Abrí un poco los ojos y me encontré tumbada en la cama y Tom delante de mí zarandeándome.
Asentí levemente y me levanté. Cuando lo hice casi me caigo si no llega a ser por Tom que me sujetó. Se rió y me dio un pequeño beso en la frente.
Cogimos las maletas y yo mi bolso y salimos de la habitación.
Tom: habrá más sitios como este-me sonrió.
Bajamos al Hall y estaba Gus con Bill esperándonos.
Yo: ¿y Georg?
Bill: ahora bajará.
Miré para Gus. Tenía la mirada perdida en algún punto de la pared y le temblaban las manos.
Me puse delante suya y le apreté las manos con fuerza.
Yo: venga, que nos vamos.
Me miró y me sonrió, o lo intentó.
Georg no tardó en aparecer por el ascensor.
Salimos y había fans en la puerta. Las firmaron unos autógrafos rápido y se metieron en el coche donde yo les esperaba.
En el coche había un silencio incómodo. Gus miraba por la ventana y todos le miraban disimuladamente intentando decirle algo pero sin saber qué.
Llegamos al aeropuerto y facturamos a toda prisa.
El avión no tardó en salir, por suerte.
Me senté entre Gus y Tom. Éste se quedó dormido al instante, como no.
Me giré hacia Gus.
Yo: venga, que estará bien .
Le sonreí y le apreté el brazo, infundiéndole ánimos.
Gustav: eso espero...
Yo: seguro que sí. Ahora duérmete anda, que estarás cansado.
Asintió y se quedó frito.
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Lo que nunca imaginaste || Tom Kaulitz
FanfictionPrimero, esta historia NO me pertenece. Segundo, la página en donde se encontraba se borro y no me gustaría que se pierda. Tercero, deberías leerla. Es una de las mejores historia sobre Tom Kaulitz que he leído. Yo se que no te arrepentirás de leer...