Los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina, durante un par de días no se vieron, Bruno buscaba la manera de acercarse a su padre y contarle todo. Mientras estudiaba miro la hora en su teléfono, el tiempo pasaba muy rápido, cinco meses y quince días saliendo con Sarah.
Caminaba en compañía de a Claudia mientras se dirigían hacia la cafetería del colegio, fueron los primeros en terminar uno de los exámenes que aplicaban ese día.
─¿Cómo harán para verse después de que te gradúes? ─Bruno aún no pensaba en ese momento.
─Aún no hemos hablado sobre eso.
─La universidad no será fácil, nos consumirá mucho tiempo.
─Algo haremos, ya se nos ocurrirá.
─¿No pareces estar bien?
─Son por los exámenes ─lo que más pensaba era en cómo decirle a tu padre─, últimamente me siento cansado.
─¿Cansado? Seguro que tú y la profesora tienen mucha acción ─una sonrisa tímida se asomó por aquella mirada─. Perdón, lo dije sin querer.
Bruno comenzó a sonreír para sí mismo recordando aquellos momentos llenos de pasión; la última vez lo hicieron en el baño.
─¿Cómo es ella? ─parecía muy curiosa.
─Toda una diosa.
─¿Te gusta como es ella? No lo tomes a mal digo no es una jovencita.
─No lo tomo a mal, sé que no es una jovencita, pero yo amo todo de ella.
Aquella tarde después de las clases tampoco salieron juntos, su novia iba de compras con Claudia y Sarah, él prefería dejarlas darle su espacio además tenía algo muy importante que hacer, condujo hasta el edificio que estaba en el centro de la Ciudad de México y en donde encontraría a su padre. Después de dejar su auto en el estacionamiento entró en aquel edificio, saludó al guardia de la recepción para después subirse en el elevador, esperó fuera de la oficina mientras su padre se desocupaba.
─¿Te ofrezco algo de tomar, Bruno? ─le pregunto Cinthia, la secretaria.
─No, muchas gracias, Cinthia.
─Tu padre estará ocupado un buen rato.
─¿Reunión importante o solo esta con mamá?
─Está con ella y un socio. No te había visto en mucho tiempo.
─Si, bueno, es que no me gusta venir a este lugar.
─¿Por qué lo dices?
─Porque todos aquí me tratan diferente solo por ser el hijo del jefe. Es por eso que prefiero evitar venir.
─¿Cómo vas en el colegio?
─Muy bien. En unas semanas más me voy a graduar.
Cuando la puerta de la oficina se abrió vio salir a su madre quien hablaba con una mujer a quien no conocía, pero aquel labial rojo muy intenso no pasaba desapercibido en aquella piel demasiado blanca, demasiado glamorosa vestía un traje ejecutivo. Su madre al percatarse de su presencia se acercó en compañía.
─Él es mi hijo, del que tanto te he hablado. Bruno, ella es Elena, uno de nuestros socios ─Bruno se puso de pie y estrechó su mano con firmeza.
─Hola, por fin nos conocemos, Bruno ─su perfume era muy penetrante con olor a dulce recargado, maquillaje ligero, poseía un lunar justo en la mejilla izquierda.
Aquella mujer de pronto le sonrió, había algo en aquellos ojos que no podía descifrar del todo.
─El placer es mío ─volteó hacia su madre─. Vine a ver a papá.
ESTÁS LEYENDO
A pesar del tiempo ©
Romance«Si tan solo pudieses verme como algo más que un alumno » «Si supieras lo que haces sentir cada vez que te veo» «Es un hecho estoy enamorado de ti, Profesora» Mientras más pasan los días más crece la atracción por aquella mujer. Bruno jamás imaginó...