A las 11 fue el primer receso, se habían presentado todos los medios locales, entre ellos se encontraba Betty quien contó su versión de los hechos al juez. De lejos vio a su padre conversar con el abogado, aún permanecían distanciados. Para disipar la tensión tomó el teléfono, estuvo a punto de enviarle un mensaje a Sarah, pero al final prefiero dejar esa idea.
─¿Cómo te sientes? ─le preguntó su madre.
─Bien, algo tenso, pero sé que todo saldrá bien.
─Solo mantente firme que del resto se encargaran los abogados ─y así lo hacía, no caería en provocaciones, era obvio que la mayoría de los medios estaban más que molestos por la dirección del juicio─. Espero que tú y tu padre hagan las pases, verlos así me pone muy tensa.
Bruno apretó el puente de su nariz, después miró a su madre.
─Mi papá es difícil.
─Los dos diría yo.
─Por ahora solo quiero concentrarme en el juicio, que todo esto se acabe de una vez por todas.
─Ya verás que todo se termina.
─Si, porque es difícil salir a la calle sin que me tengan que negar el servicio.
*****
─Lo siento Claudia, pero es mejor que lo olvides. No pienso ceder ante nadie.
─Profesora, usted está comprometida, Bruno es libre de andar con quien él quiera.
─Diego firmara los papeles del divorcio, amo a Bruno.
─Es solo un capricho suyo. Si no fuera por usted Bruno y yo estaríamos juntos.
─Pero las cosas fueron de otro modo.
─¿Solo me citó para decirme esto? No voy de dejar esto que siento por él. Usted es una ¿Qué no lo ve? Usted es una mujer mayor que él.
─Esos prejuicios han quedado atrás ─se levantó muy molesta sin probar su café─. Yo invito.
Segura de sí misma salió de la cafetería. Caminaba por la calle con la misma molestia mientras esperaba que respondiera la llamada.
─Eva, soy yo. Necesitamos hablar, iré a tu departamento.
─Se puede saber de qué vamos hablar.
─Bruno Díaz.
Hizo la señal al taxi mientras esperaba la ofensiva de Eva.
─Te estaré esperando.
*****
─Mi nombre es Bruno Díaz ─se encontraba frente a las cámaras, pero aquellas serían sus últimas palabras─, y soy inocente.
─¿Algo más que quiera decir? ─preguntó aquel reportero.
─Es todo. Muchas gracias ─se alejó para estrechar la mano de su abogado defensor─. No tengo palabras, solo puedo decir que me siento libre.
─No te olvides de mí ─Betty aparecía repentinamente con cara de felicidad.
─Gracias a ti también.
─Te recuerdo-
─Lo sé, te debo esa entrevista, y te la daré. Por ahora solo te pido tiempo.
─¿Qué harás para festejar?
─No puedo salir aun, mi abogado dice es recomendable que primero salga la nota en todos los periódicos locales.
─Deberías mirarte, ¿de casualidad eres hermano del guasón?
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A pesar del tiempo ©
Romance«Si tan solo pudieses verme como algo más que un alumno » «Si supieras lo que haces sentir cada vez que te veo» «Es un hecho estoy enamorado de ti, Profesora» Mientras más pasan los días más crece la atracción por aquella mujer. Bruno jamás imaginó...