Semanas después
La vida cotidiana de Bruno parecía haber regresado a la normalidad sin embargo aún tenía esa incertidumbre al salir a la calle, en la universidad aquellas miradas eran habituales, pero prefería mantenerse al margen.
El día de la graduación por fin llegó, era el único de su clase que vestía un traje Slim Fit en tono azul marino, camisa blanca y una corbata color vino. Antes de que comenzara la ceremonia daba un paseo por los alrededores en compañía de Anna.
─Felicidades.
─Gracias, pero oficialmente aún no lo somos hasta después de la ceremonia.
─Ya lo somos, Bruno ─caminaron por última vez por aquella biblioteca─. Cumplí este sueño, me siento muy feliz conmigo, no puedo creer que lo haya logrado.
─Valió la pena todas esas noches sin dormir. Te extrañare ─aquel traje negro le quedaba bastante bien.
─Solo serán un par de meses, no tienes elección debes regresar.
─Despreocúpate, no se me olvida ─la escuchó suspirar─. Estoy nerviosa.
─Yo también lo estoy.
─Pero no estás del todo feliz, y no tengo que adivinar el porqué. Querías compartir este momento con ella.
─Claro que no.
─No sabes mentir ─Anna llevó sus manos hacia esa corbata que su madre le había regalado─. Podría darte unos consejos de como atarte la corbata.
─No me gustan los trajes.
─¿Puedo saber por qué?
─Si te lo digo serias la primera en saberlo.
─Esperas a esa persona especial ¿cierto?
─Suena tonto, pero aún sigo esperando que mi corazón comience a latir por amor.
─Amigo mío, espero que siga latiendo por ella.
─Ahora resulta que son amigas.
─Te equivocas, no se me olvida que ella te lastimo, pero sé que la quieres y mucho. Desde que me contaste lo que sucedió aquella noche no he visto al Bruno de siempre, ahora eres alguien como todos los demás. Sonríes por obligación, ya no eres espontáneo.
─Es solo en todo este tiempo he visto mejor la realidad. Aparte no he sabido de ella.
─No sé cómo has soportado tanto tiempo.
─Habrá tomado su decisión y yo la respeto
─Por un lado te comprendo, el trato que te dio aquel día no fue de lo más agradable.
─A estas alturas ya no importa.
─Somos buenos amigos ¿no?
─Por supuesto. Confió plenamente en ti.
─Si tuvieses a Sarah aquí en este preciso momento ¿qué le dirías?
Se tomó un instante antes de responderle.
─Le diría que ya fue mucho tiempo, que es hora de nosotros. Que quiero estar con ella y estar completo ─sonrió al pensar en ella─. También le diría: que el pasado se quede en el pasado, ambos ya no somos los mismos; ya no soy un niño, y ella una mujer en toda la extensión de la palabra. Nos una oportunidad de empezar y retomar lo que dejamos atrás.
─¿Ya oíste Sarah?
Bruno estaba confundido, pero no tardó en comprender. Detrás de ellos estaba una mujer encantadora; hermosa en ese vestido de color salmón que le llegaba a las rodillas, unas zapatillas de tacón bajo, poco maquillaje, esa cabellera corta le daba un aire jovial.
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A pesar del tiempo ©
Romance«Si tan solo pudieses verme como algo más que un alumno » «Si supieras lo que haces sentir cada vez que te veo» «Es un hecho estoy enamorado de ti, Profesora» Mientras más pasan los días más crece la atracción por aquella mujer. Bruno jamás imaginó...