Parte 48

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Su mensaje ya la tenía bastante nerviosa. Caminaba de un lado a otro mordiéndose las uñas. Un vaso wiski, pero no ayudaba en nada, de hecho, pensó que era un remedio bastante estúpido. Por fin se quedó recostada en el sofá sin dejar de mirar aquel mensaje, busco una fotografía de perfil; sus ojos negros eran cautivadores, sus labios seductores, y esa boca

─Tentadora. Eres mi tentación Bruno. Estoy dispuesta a dejar mis sueños por ti todo por ti.

Al instante Eva le envió un mensaje de texto, pero no le respondería después de todo lo que había dicho. Estaba molesta y no iba a dirigirle la palabra. Pero entonces algo pasó, Eva había enviado una foto donde aparecía Bruno y otra mujer muy elegante. Aquellos celos eran totalmente nuevos, sentía que el corazón se le fracturaba al verlo con otra mujer.

En silencio observo una y otra vez aquella fotografía; Bruno sonreía con mucha calidez mientras aquella mujer no dejaba de mirarlo. Sintió envidia por lo guapa que era.

─Mejor que yo ─se dijo así misma.

No perdió tiempo en llamar a Eva.

─¿Cómo conseguiste esa fotografía?

─Quien sabe. Veo que Bruno es una caja llena de sorpresas. Esa foto lo dice todo.

─No-

─¿Crees que él busca ser tu amante?

─¿Mi amante?

─Legalmente aún estás comprometida.

─Lo único que quieres es molestarme.

─Mientras tu estas molesta Bruno está pasándola bien, tal vez ya se la llevó a un cinco letras ¿no crees?

─El jamás haría algo así.

─Eres una mujer muy ilusa ¿crees que es tu hombre perfecto? Tanto el cómo nosotras tenemos necesidades.

─Me niego a creer que Bruno sea esa clase de persona.

─Yo creo que él tuvo tiempo suficiente para cambiar después de tu abandono. Eres la típica mujer que cree que el amor es eterno.

─Lo es para mí ─tensó la mandíbula.

─Estúpida, eso es lo que eres.

─¿Por creer que el amor lo es todo?

─Por ser lo que eres, no te entiendo, te le metiste en la cabeza a Diego y después lo abandonas.

─Así que todo esto es por él.

─Por un momento piensa en todo lo que viviste a su lado. Ustedes se amaban.

─Ya lo has dicho, nos amábamos, eso se terminó. La forma en la que están sucediendo las cosas puede no sea la mejor-

─No es la mejor, solo tratas de maquillar la verdad, pero la realidad es que has cambiado a tu esposo por él, amas a otro hombre. Estás faltando a tu juramento ¿o acaso ya olvidaste lo que me dijiste aquella noche? ─no lo había olvidado pero sus sentimientos ya no eran los mismos─. Qué estarías a su lado en las buenas y en las malas, pero sobre todo que querías formar una familia con él.

─Mis sentimientos-

─Y qué pasa con los sentimientos de Diego, mierda Sarah, ¿no te das cuentas de lo que haces? Primero Bruno ahora Diego ¿cuándo te cansaras de hacer sufrir a las personas?

─Yo no hago sufrir ─pero por un instante se puso en los zapatos de aquellos hombres. Un sentimiento de culpabilidad la atrapo, ya no había celos solo arrepentimiento y una sensación amarga.

A pesar del tiempo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora