Capítulo 12.

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El amanecer era sumamente perfecto visto desde aquel balcón de hotel. Un destello de luz se infiltraba entre las cortinas amarillas de aquel lugar. Soñoliento David miraba desde el balcón como el cielo comenzaba a tomar la tonalidad de todas las mañanas.

Hace un año esto le hubiera hecho llorar, el recordar a su ex novia le rompía el corazón como si fueran pequeños cristales.

— ¿Qué te ha dado él, Ángela? — preguntó David molesto.

— ¡Cariño David! ¡Eso me ha dado! ¡Atención! — riñó la chica con ojos cristalinos.

Aquella pelea había sido la última.

Las hojas de los árboles chocaban entre sí, haciendo ruidos que causaban miedo a Ángela.

— Él... ¿Te enseñó a besar? — gritó David con Ángela acorralada entre él y la pared.

Le hubiera gustado que el chico con el que engañaba a David le hubiera enseñado a besar pero no podía siquiera imaginarlo, en el fondo de su corazón ella amaba a David.

— No te quiero volver a ver David — dijo la joven con las lágrimas deslizándose por sus mejillas.

David sabía que por algo pasaban las cosas con el tiempo, y que tarde o temprano todo se paga. Después de un suspiro lleno de sentimiento, una fina y dulce curva apareció en el rostro del moreno.

Por otro lado la luz del sol comenzaba a quemar sobre los párpados de Carlos, este se removió molesto, si había algo que odiara era tener que madrugar aunque la situación fuera a su beneficio.

— Mmm.... Pero que rico huele — dijo Carlos mientras se estiraba aun sobre la cama. Poco después se dirigió al baño entre bostezos para minutos más tarde estar listo.

El desayuno fue simple, este constaba de unos buñuelos azucarados y un poco de jugo de naranja.

Tras salir del hotel Carlos y David se dirigieron a la escuela donde se impartía el curso. El lugar era enorme ante los ojos de Carlos, gracias al cielo cada mesa constaba con dos banquillos.

<<Nuevos amigos>>. Pensó Carlos ilusionado.

Un pequeño grupo de chicos y chicas entró en el lugar tomando rápidamente asiento.

— He oído que el novio de la chica que imparte el curso está hecho un forro — dijo la voz de una chica.

— Todo un chico malo — continuó otra chica.

En la sala se hizo un silencio terrorífico y la sonrisa de aquellas chicas cotillas desapareció. Carlos se giró para encontrarse al frente a Cristina.

— Bien este es el primer curso que imparto así que háganme enfadar y se enteran.

Y así sin más preámbulos la primera clase comenzó.

— Bien Alex elije a un compañero que no se haya presentado — dijo Cristina.

Alex un chico de ojos marrón, tez blanca y de rulos alborotados, algo así como un Harry Styles pero Español, fijó su mirada en Carlos. Cristina siguió la mirada de Alex para caer en cuenta de quien hablaba.

— Em... Carlos... Por favor preséntate — dijo Cristina con una sonrisa.

Carlos se levantó un poco nervioso, agachó la mirada a sus pies y los comenzó a mover mientras posaba sus manos tras su espalda como si de un niño regañado se tratara.

— Y-yo...

Carlos no pudo presentarse ya que un sonido hueco se hizo presente en el lugar, como si alguien hubiera tocado la puerta. Sus ojos se dirigieron al frente pero pronto quiso volver la vista al suelo.


¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora