Capítulo 51

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Se miraba al espejo, apreciaba a detalle las marcas de su cuello, había transcurrido una semana desde su último encuentro con Blas. Se notaba pálido,demacrado, débil y hasta delgado.
Aliso su cabellera rubia con sus dedos, desanimado, dio una leve sonrisa al espejo, negó con la cabeza y se sentó en la tapa del retrete. Desde cuándo había aprendido a mentirle a las personas que amaba, desde cuándo se había vuelto una persona tan mierda.

No paraba de darle vueltas al tema, se sentía tan mal, aún después de que había luchado por hablar con Blas sobre Rubén, todo su esfuerzo había sido en vano.

- Carlos - dijo Álvaro tras la puerta del baño -. ¿Está todo bien?

Negó con la cabeza como si su hermano pudiese verlo y
respondió:-Está todo bien, después de todo nos vamos a Londres.

- Bien, te esperaré en la sala - respondió ante el sarcasmo del menor y se marchó hacia el sillón.

Carlos tardó un par de minutos en salir, moqueaba un poco, después de todo no era tan fuerte como aparentaba y no se pudo resistir a derramar unas lágrimas bien merecidas. Todo estaba mal en su vida.

En cuanto llegó hasta la sala, sus ojos se volvieron a cristalizar, iba a volver a romper en llanto. Todo se lo debía a David que había corrido hasta él, para tomarlo en un caluroso abrazo.

Después del día que terminó con Blas, no había permitido que nadie le abrazase, sabía a lo que se exponía, todo el aroma del chico se desvanecería y no quedaría ni un poco para recordarlo. En cuanto llegó al departamento escuchó algo del sermón de su hermano y después le cerró justo en el rostro la puerta.

Aún en los brazos de David sorbió y se rio un poco, el chico se había portado increíble todo el tiempo que llevaban siendo amigos. Lo menos que podía hacer era pagarle de la misma manera.

David le revolvió el cabello y de un jalón lo volvió a abrazar, iba a extrañar a ese pequeño con todo su ser.

—Más te vale que cuides de él — le advirtió el moreno al editor, señalándolo amenazadoramente.

Álvaro le miró, ambos sabían que de ser necesario daría la vida por Carlos.

El más pequeño de la habitación se separó de David y le pegó en el brazo con el puño. A veces se ponía a pensar cómo sería su vida sin el moreno, sin embargo, nunca lograba imaginarla.

— Carlos, ¿podemos irnos ya y comer algo en el aeropuerto o necesitas hacer algo antes de marcharnos?

Asintió —Necesito hacer unas cosas antes de irnos, iremos a Londres y está por lo menos a unas tres horas de aquí .— el menor rascó su nuca nervioso.

Álvaro, le miró pensativo, si por él fuese, hubiese tomado a Carlos de la mano para llevarlo consigo sin siquiera dejarlo despedir de sus amigos. Sin embargo sabía que eso no era lo correcto, así que sólo asintió y dejo que Carlos saliera del departamento y caminara dirección escaleras arriba.

El corazón se le detuvo cuando llegó al departamento de Dani, cabía la posibilidad de que Blas apareciera al abrir la puerta, cosa que no sucedió.

— Dani... Yo... Quise pasar a verte... Y, tú entiendes - habló Carlos con demasiado nerviosismo.

Dani le miró, alargó una sonrisa y le regaló un rápido abrazo. Agradecía al cielo por haber traído a ese chico a su vida, después de todo le había tomado mucho cariño.

— Quería ver... ¿si me acompañabas a despedirme de Will? — Carlos rascó su nuca y bajó su mirada al piso mientras con uno de sus pies hacía semicírculos.

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⏰ Última actualización: May 30, 2020 ⏰

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