Capítulo 22.

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Una tormenta se hacía presente bajo oscura luz del cielo lleno de nubes cargadas de agua, esperando por descargar su furia en los habitantes del centro de la Ciudad.

Álvaro miraba enfurruñado consigo mismo hacia el parque que se encontraba a unos metros del edificio, unos pasos se hicieron presentes en el lugar mientras lágrimas recorrían sus mejillas.

— Es bonito ¿no es así? — Aquella voz era distinta a alguna antes escuchada, era dulce y cálida.

Álvaro no hizo siquiera el intento por responder nunca había escuchado esa voz, tenía miedo de encontrarse con aquella sonrisa de la que por tanto tiempo había huido.

El joven tomó asiento a un lado de Álvaro sacándole un suspiro inesperado. El silencio que se formó en cuestión de minutos era reconfortante y lleno de calidez, no llegaba a ser ni un poco incómodo.

Álvaro logró ver un fugaz destello de luz en el cielo que se perdió rápidamente en los ojos de Dani, era algo inexplicable todo aquello que estaba sintiendo el editor sin duda sabía que aquello luz era una estrella fugaz.

Internamente pidió un deseo. <<Quiero poder encontrar a alguien que me enseñé a amar y haga que me olvide del amor que siento por mi pequeño hermano>>.

— Debe ser difícil pensar en esa persona a la que amas con las ventanas de tu corazón roto.

Álvaro se giró rápidamente para ver el rostro de la persona que había hecho el comentario, no pudo evitar hacer un gesto de sorpresa al ver que se trataba de Dani, el mejor amigo de Blas.

Los ojos de Álvaro se cristalizaron nuevamente, era como si el de ojos azules tuviera las palabras perfectas para aquel momento.

Pronto aquella tranquilidad se vio interrumpida por la angustia de David. Claro era de esperarse su acción, no era muy normal que tu vecino la amiga de este y tu hermano llegaran heridos.

Horas atrás esa misma tarde...

Habían pasado unos cuantos días desde que Carlos había invitado a Alex a comer y Álvaro se había estado comportando de una manera muy extraña.

Los pensamientos de Carlos eran un total tormento, Blas no había hecho siquiera el intento por acercarse a él, los últimos días por lo menos algo bueno había salido de todo aquello y es que Alex comenzaba a acercarse más. Las cosas iban de la mejor manera entre Carlos y Alex que el joven no dudó ni una milésima de segundo en revelar que gustaba de su mismo sexo.

Esa tarde era perfecta para tomar un helado con Alex, este había estado insistiendo en compensarle aquel regaño que obtuvo Carlos en clase por estar jugando con la cámara.

Cuando llegaron a la heladería se dirigieron a una mesa, en esta se encontraba un chico sentado en una de las sillas forradas con un platico transparente. Se trataba de Ángel, su hermano mayor. Estudiante de leyes.

Después de que Alex regresó con los helados, Carlos no pudo evitar ver como ambos hermanos se miraban, en sus ojos se podía ver cariño, hermandad pero había algo más entre ellos. Siempre que Alex levantaba la vista para ver a su hermano sus mejillas se ruborizaban. Sus ojos brillaban.

Carlos giró su rostro intentando darles privacidad, la peor idea que pudo cruzarse por su cabeza. Blas y Celia discutían a una distancia considerable del lugar.

Odiaba ver a ese par juntos, ambos estaban metidos en algo grueso.


¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora