¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA.

Noche de Navidad.

One shot.

"Te quiero Ángel ".

Visto a las 4:00 pm.

— ¡Carlos! ¡Baja a saludar a tu tía! — la voz de la madre del chico parecía tener el sonido de un megáfono siempre que gritaba porque necesitaba algo.

Carlos refunfuñó molesto, dejó el portátil en el buró a un lado de la cama y se dirigió al espejo de cuerpo completo que había comprado en una rebaja.
Se miró por un instante, vestía con un gorro gris sobre su cabeza; una chaqueta negra, una playera blanca sin mangas con cortes a los costados del torso y unos jeans ajustados.

— ¡Carlos! — volvió a gritar su madre eufórica. El chico negó, no culpaba a su madre llevaba desde inicio de mes preparando aquella cena para Navidad.

— ¡Ya voy mamá! —gritó desde su habitación, más tarde le respondería el mensaje a Blas. Un chico, estudiante de pintura que había conocido por internet.

Cuando Carlos bajó haciendo crujir los escalones de madera las invitadas que se encontraban en la sala se giraron para observarlo. Entre ellas se encontraba Frida, una prima a la que Carlos había odiado toda su vida.

— Hola tía — saludó Carlos con dos besos —. Frida.

Dijo en un tono más seco. Frida y Carlos nunca se habían llevado tan bien como sus familias esperaban; la chica era demasiado molesta, dramática, exasperante y para nada humilde, era realmente presumida y caprichosa.

— Carlos — su madre lo reprendió con el solo hecho de decir su nombre acompañado de una mirada seria.

— No te preocupes hermana, ¿cómo han estado? — dijo Diane, la hermana de su madre.

— Bien hermana, Carlos ha estado estudiando publicidad y...

— Tía, esto va para largo ¿podemos ir a la plaza? — interrumpió Frida.

Carlos la miró molesto, esa petición implicaba que tendría que salir con ella y tenía miles de cosas más importantes que hacer. En realidad lo que no quería era dejar solo a Blas en la noche de navidad, con el tiempo le había tomado mucho cariño o más que eso, la palabra se quedaba corta al compararla con sus sentimientos. Cuando Carlos se conectaba con Blas, sus mejillas enrojecían, las palmas de las manos se helaban, su pulso aumentaba y en su estómago las mariposas aleteaban.

— Carlos lleva a tu prima a dar una vuelta — dijo la madre del muchacho.

— Mamá — reprochó Carlos con un puchero de enfado.

— Carlos — sentenció su madre.  El chico la miró, si se atrevía a hacer o decir algo más que resultara un desafío para su madre no volvería a ver la luz del sol hasta el regreso de las vacaciones.

— Voy a por mi teléfono — susurró Carlos mientras subía las escaleras.

En cuanto tomó su chaqueta del perchero Carlos bajó una vez más a la sala. Más tarde le respondería a Blas.

— No olvides que tienes ir más tarde por tu primo Mike a la estación de trenes — dijo su madre.

— Mamá por favor sé lo que tengo que hacer — dijo Carlos antes de cerrar la puerta tras de si.

La plaza estaba adornada, por todos lados se veían mangueras con luces de colores dentro de ellas, uno que otro árbol navideño adornado con esferas y uno que otro muñeco de nieve en las entradas del lugar.

— Quiero un helado — dijo Frida con tono mandón.

— Frida, no soy ninguna de las personas que están a tu servicio — dijo Carlos molesto, en realidad no tenía mucho que ver el comentario pero cualquier comentario de Frida hacia él, le hacía explotar.

— Solo, vamos por un helado — dijo Frida y le tomó de la mano.

Carlos había pasado las últimas tres horas sentado en un banquillo blanco viendo una librería, Frida se había encontrado con unos amigos y se había ido a dar una vuelta dejándolo solo.

Pronto le vino a la cabeza aquella plática que había tenido con Blas meses atrás.

*Blas:
He estado ahorrando demasiado para comprar un libro.

Visto a las 3:00 am.

*Carlos:
¿De cuál se trata?

Visto a las 3:02 am.

*Blas:

Debo irme pequeño hablamos más tarde "No he logrado nada de especial en mi vida, no he creado la cura contra el cáncer ni contra otra enfermedad, ni soy un doctor ni científico pero he vivido la vida que tu tanto anhelabas" .
Esa es solo una frase del libro.

Visto a las 3:06 am.

Carlos decidió entrar a la librería, los títulos estaban acomodados en los estantes por época, género y de forma alfabética. Recorrió cada uno de ellas hasta que encontró el libro, ya había investigado un mes atrás el nombre del libro "Rescantando al soldado Ryan".

Después de que Carlos salió de la librería buscó un lugar donde le forraran el libro, algún día, cuando reuniera el valor suficiente iría hasta Barcelona a buscar a Blas y se lo entregaría.

Regresó al banquillo y entonces Frida apareció con el celular en mano.

—Mike nos está esperando en la terminal — dijo la chica con tono autoritario.

Carlos condujo hasta la terminal, era extraño que Mike y Blas vivieran en Barcelona y no se conocieran, al menos eso le había dicho su primo.

Cuando llegaron apenas comenzaban a bajar las personas de los vagones.

Mike apareció con su equipaje sostenido por la mano izquierda mientras que con la otra mano quitaba de modo avión su celular. Atrás de él venía Blas, sus ojos estaban fijos en la pantalla del celular, estaba buscando una foto que le ayudara a identificar a Carlos.

Carlos que acababa de poner los ojos en Blas se quedó en total silencio, su primo era un mentiroso y traidor le había dicho que no conocía a Blas.

— Hola — dijo Blas en un susurro, estaba igual o más nervioso que el mismo Carlos —.¡Sorpresa!

El joven le miró sin saber que decir, su corazón había comenzado a latir con fuerza de un momento a otro, sus labios temblaban pero se moría de ganas por besar a Blas.

No dijo nada, salió corriendo en dirección al chico, se montó sobre él y le besó, justo en los labios.

Los corazones de ambos chicos estaban a punto de salir de sus pechos, la energía que recorría sus cuerpos era demasiado intensa. Ninguno de los dos nunca había tenido la oportunidad de besar así.

Chic@s lamento la demora, les quería dejar el capítulo ayer pero no pude así que se los dejo hoy.

¡Feliz Navidad!

Ya saben, dejen sus estrellas y comentarios.

Una
Sombrerita. 🎉