Capítulo 34.

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Drogas, alcohol, cigarrillos, hombres y mujeres ebrios se hallaban en aquel lugar de mala muerte. Blas se encontraba molesto, había tenido que ir hasta donde se realizaban las peleas ilegales solo para recibir la estúpida noticia de que esa noche no pelearía. Y es que Marcus decía tener un nuevo peleador mucho mejor que él, cosa que tenía que ver con sus propios ojos.

Gente comenzaba a entrar en el lugar, hombres trajeados, que Blas jamás había visto en el tiempo que llevaba peleando en ese lugar, lamentablemente sabía que su presencia no presentaba nada bueno.

Pasadas unas horas el castaño había optado por ir a comprar algo de beber para esperar sentado a la próxima sabandija del juego de Marcus. Después de haberle tomado unas cuantas veces a su bebida comenzaba a aburrirse, estaba por salir cuando creyó observar a lo lejos una cabeza rubia caminar a los vestidores. Algo le decía que conocía al dueño de ese cabello de algún lado pero este se esfumó dejándole confundido.

Blas decidió salir un momento de lugar para tomar un poco de aire, tal vez tantos cigarrillos y bebidas le estaban haciendo creer cosas que no podían ser.

Había pasado las últimas horas antes de la pelea sentado en los escalones pensando en la muerte de Will y en los sentimientos que Carlos podía haber sentido en el momento que este le proporcionó el pésame. En cuanto Blas entró nuevamente, las personas comenzaron a gritar con fuerzas, uno de los contrincantes se había presentado, era él, Evan.

<<Pobre del chico que tenga que enfrentarse a él >>. Pensó Blas.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el referí que anunció al nuevo peleador. Blas no podía verlo por ningún lado hasta que logró ver nuevamente esa cabellera rubia. Su cara fue de completa sorpresa cuando vio de quién se trataba y más cuando vio a David a su lado junto con Cristina.

Blas no se lo podía creer Carlos estaba sobre el ring, frente a frente con Evan y estaba seguro que el idiota de David le había llevado.

— ¡Qué hace él ahí! — gritó Blas sobre el ruido de la gente.

David se giró asustado a mirarle pero Blas le propinó rápidamente un puñetazo en el rostro dejándole en el suelo.

— Blas — dijo la joven asustada —. Carlos le rogó a David que le trajera, él no quería.

Un cuerpo chocar contra el suelo fue lo que se escuchó en todo el lugar.

Blas se giró alarmado ni siquiera había notado que la pelea había comenzado. Los ojos del castaño se dirigieron a Carlos que se encontraba tirado en el suelo. Caminó entre la gente intentando esquivarles, pero sus esfuerzos fueron en vano cuando escuchó otro golpe sonar. Cuando se dio cuenta ya se encontraba en el ring defendiendo a su Ángel.

— ¡No lo toques! — dijo Blas con la mirada de todas las personas sobre él.

— Vamos Blas, estás haciendo el ridículo — habló divertido Evan.

Blas ignoró el comentario del chico y se dispuso a ayudar a Carlos que intentaba levantarse.

— Blas — una mano se posó en su hombro —. Es tu oportunidad de salir de este mundo de mierda.

— No — expuso con seriedad —. No a costa de la persona a quien quiero. Lucharé por él.

Y entonces Carlos apretó con necesidad la mano del castaño.


¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora