Capítulo 16.

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La atmósfera era más tensa a cada minuto después de que Celia salvara a Carlos de Greg se habían dirigido a la calle donde ya habían detenidas motocicletas en una hilera preparadas para correr. A lo lejos Blas discutía con un castaño.

— Tienes que correr con alguien — dijo Evan.

Aquel chico siempre había sido como una piedra en el zapato para Blas. Blas se alejó un momento y rápidamente llegó a donde se encontraban Celia y Carlos.

— Necesito que corras conmigo — dijo Blas.

— Blas esta vez no puedo — le dijo la chica.

Celia se sintió un poco mal a decir verdad su pasatiempo favorito era estar con Blas pero estaba indispuesta ya que el médico le había pedido que no hiciera deportes mientras descubrían a que se debían unos dolores que tenía en el pecho.

— Lo lamento tendrás que encontrar a alguien más. Lleva a Carlos.

Esa no era una buena idea a veces de los labios de la joven podían salir muy malas ideas.

— Bien sube — gruñó molesto.

Carlos que no había dicho una sola palabra durante la charla de Blas y Celia sonrió nervioso, por primera vez se atrevería hacer algo loco en su vida aunque no sabía que ese sólo sería el inicio.

La adrenalina corría al máximo por las venas de ambos jóvenes, haciendo que en sus cuerpos se prendiera una llama de adrenalina. Después de que la chica de la mascada en la mano diera inicio a la competencia Blas había echó rugir el motor de la motocicleta como un león furioso.

Blas.

Los brazos de Carlos rodearon mi torso provocando que el corazón se me saltara del pecho. El tacto de sus dedos contra mi piel provocó un extraño sentimiento, era como si pudiera volar sin alas. Sentía tanta adrenalina recorrerme por completo que no podía definir si era por la rapidez a la que manejaba o por tenerle tan cerca de mi cuerpo. Por un momento, sus ojos se encontraron con los míos pero rápidamente quite mi vista de ellos y seguí mi camino.

Evan estaba a la delantera, desde que le conocí llevaba intentando ganarme en una carrera pero jamás lo había logrado y a decir verdad él y yo constantemente reñíamos porque las chicas siempre se han interesado en mí antes que en él.

Gotas, gotas de lluvia caían sobre mi rostro una vez más, cuando comencé a ver motocicletas rebasarme, no hubo necesidad de llegar a la meta y mucho menos de que me girara a ver.

— ¡Blas! ¡Nos persiguen! — gritó Carlos, no pude descifrar el tono en que lo hizo.

— Agárrate bien — respondí y aceleré.

Tengo miedo. No me dejes caer presionó sus brazos contra mi torso.

— Conmigo nunca nada te va a pasar — respondí, no sé la razón del por qué lo hice pero el sentir su cuerpo tensarse, me hizo sonreír.

¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora