No era cosa fácil para Carlos separarse de los labios de Blas pero hacía el intento ya que este le atraía hasta sí pegándolo más a su cuerpo.
Más tarde Blas había vuelto hacer lo mismo de siempre, dejar a Carlos, aunque esta vez lo entendía ya que él mismo se encontraba confundido por aquél beso y necesitaba pensar. Claro era de esperarse que quisiera aclarar sus pensamientos después de que Álvaro les encontrara besándose.
A la mañana siguiente tan pronto como Carlos salió del departamento se dirigió al parque donde esta vez sería impartido el curso. Carlos había estado demasiado ansioso, golpeaba la punta del pie contra la acera.
— Es lindo ¿no? — preguntó una voz masculina.
Claro que era lindo Carlos no le había quitado los ojos de encima a Blas, desde que este llegó. Nervioso giró un poco para ver quién era el dueño de ese comentario. Y se llevó una sorpresa al darse cuenta de que se trataba de Alex.
Alex era un chico risueño pero podía llegar a ser tímido, eso dependía si conocía a la persona con la que se encontraba. Muchas veces era extraño que él le hablara a alguien pero con el rubio era diferente.
— Un po...poco — tartamudeó Carlos después de unos minutos.
— No seas tímido — dijo Alex aunque él mismo lo fuese.
— Formen parejas — ordenó Cristina.
Los ojos de Carlos brillaron del solo pensar que podría acercársele a Blas cuando quiso hacerlo este le dio una mala mirada ante de juntarse con una de esas chicas que no paraba de hablar de él con su grupito de amigas.
— Siempre hay una posibilidad de que te quedes conmigo — sonrió Alex provocándole cierta calidez al menor. Carlos asintió un poco avergonzado y se alejó junto con él.
La mañana pasó rápidamente, Carlos tuvo tanta suerte que en realidad se la pasó demasiado bien con Alex, mientras que Blas no había parado de mandarle malas miradas al último. Después de haber dado la clase por terminada Carlos guardó su cámara (al fin la habían utilizado) estaba por dirigirse al departamento, (le había prometido a David y a Álvaro que cocinaría para ellos) cuando una mano en su hombro le interrumpió.
El corazón de Carlos comenzó a latir desesperado de pensar en que Blas venía a hablar con él, pero esta vez no era así, se trataba de Alex.
— Ho...Hola Carlos — habló Alex nervioso mientras rascaba su nuca —. Me preguntaba ¿si quieres ir a comer conmigo?
No había duda Alex se encontraba realmente nervioso, las piernas le temblaban, las manos y la frente le sudaban sin contar que le ponía aún más nervioso que el menor no le dijera nada. Esto no le sucedía muy a menudo en realidad esto le pasaba con Ángel, su hermano mayor.
— No puedo — dijo desilusionado — Lo siento.
El mundo de Alex cayó y se repuso en cuanto el rubio le propuso acompañarlos a comer.
Cuando llegaron al departamento Carlos presentó a los chicos.
— Chicos él es Alex — mencionó el rubio con una sonrisa que lograba derretir cada parte de él.
— Mucho gusto yo soy Álvaro — dijo y le dio un apretón de manos.
— Y yo soy David — claro que lo era, él tenía la sonrisa más hermosa que jamás se ha visto en la faz de la tierra —. Tú debes ser el nuevo novio de este pequeño.
Las mejillas de Alex se pintaron de un rojo intenso, mientras que Álvaro gruñó molesto por lo bajo, Carlos miró incrédulo a David por el comentario.
La tarde pasó entre risas después de aquel suceso vergonzoso. Alex tuvo que irse antes de lo inesperado pero sin duda con una sonrisa en el rostro.
Después de un día tan largo lo único que Carlos alcanzó a oír fue la puerta de la habitación de Blas cerrarse.
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¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA.
FanfictionNadie esperaba lo que estaba a punto de ocurrir.