Horas atrás en otra área de la ciudad...
— No necesito de tu ayuda...solo vete — dijo el pequeño de melena rubia.
— Déjame ayudar, ya sabes por lo que sucedió hace unas semanas — dijo Álvaro.
Dani no se había encontrado en buen estado desde que el editor le robó aquel beso. Habían pasado miles de pensamientos y sentimientos por su cabeza, su corazón habría dejado de latir por unos cuantos minutos para después regresar a su trabajo con descontrol. Pero esta vez había una situación distinta, Álvaro no se encontraba ebrio y Dani, él, parecía un caso perdido.
El de ojos azules había tomado la estúpida decisión de hacer cortes en sus muñecas, Dani nunca se había caracterizado por ser el más cuerdo de los amigos de Blas pero siempre tenía una buena solución para todos los problemas, menos para su vida.
La pérdida de su ex pareja le había dejado mal, a tal grado de atentar contra su vida como en dicho momento.
— No — murmuró Dani desde el piso donde había pasado la última hora sentado. Álvaro negó con la cabeza, no podía sentirse peor, Dani solía ser un chico que llevaba felicidad y alegría a donde quiera que fuese.
Álvaro desesperado dejó a Dani en la sala y se dirigió a buscar un botiquín de primeros auxilios o algo que le fuera útil. Lleno de nerviosismo entró en la primera habitación que encontró, fuese o no el baño. Por desgracia aquel no era el baño pero encontró la habitación de Dani. Algo así como su tesoro secreto. Entró a inspeccionar quizá encontrase algo o quizás no. Caminó lentamente por el lugar viendo lo que había sobre las repisas y estantes.
El marco de una foto fue lo que llamó su atención, en cuanto lo levantó se dio cuenta que se trataba de Dani pero este no estaba solo, un chico mayor que él, posiblemente por unos tres años en ese entonces le rodeaba los hombros con el brazo. Los ojos de Dani se veían distintos, su sonrisa y gestos, se veía simplemente feliz. Todo lo contrario a lo que Álvaro le había provocado desde que llegó. El rubio raramente sonreía aunque con él había algo que con Samuel no, un brillo en su mirada.
Después de unos cuantos minutos el editor regresó a la sala donde se encontraba Dani, este se encontraba con los ojos cerrados y la respiración lenta. El castaño se acercó cauteloso hasta Dani, sus ojos se encontraban cerrados, sus párpados habían tomado un color violáceo y en sus labios apenas se lograba ver aquel rastro de color rosa que alguna vez llegó a tener. No era uno de los mejores escenarios pero el simple hecho de que estuvieran juntos lo hacía perfecto.
Álvaro con un rápido pero delicado movimiento llevó a Dani hasta su habitación para recostarlo en el colchón que se encontraba atravesado en medio de esta.
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¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA.
FanfictionNadie esperaba lo que estaba a punto de ocurrir.