Capítulo 45.

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Dani esperaba ilusionado el amanecer desde aquella azotea testigo de intensas historias vividas por los chicos de los distintos pisos.

— Hola — susurró una voz, era femenina. De no haber reconocido de quién se trataba hubiera pensado en Álvaro.

— Hola Celia — dijo en un suspiro. No se encontraba bien, los cortes de sus brazos comenzaban a arder.

— ¿Cómo estás? — preguntó el rubio.

— He..., pasado — titubeó —. He pasado la noche entera con David.

Celia quiso salir huyendo del lugar, no tenía idea de cuál sería la reacción del chico, después de todo él era hermano de la ex novia de David. La única amiga que tenía en ese mundo tan oscuro.

— Dani — susurró la chica.

El rubio se había quedado en total silencio, lo lamentaba por su hermana pero ella no había sabido apreciar a una persona como David.

— Acércate — dijo él en un tono de voz tranquilo mientras daba unas palmadas al suelo para que Celia se sentase a su lado.

La chica se acercó y en cuanto se sentó posicionó su cabeza sobre el hombro del rubio mientras este le pasó el brazo por los hombros.

— Eres como mi segunda hermana Celia, no te voy a juzgar por tus acciones y mucho menos por tus decisiones. En el corazón no se manda y si tú sientes que lo correcto es estar con David ve a por él y demuéstrale todo lo que tienes para dar.

Celia sonrió, habían pasado años de que no se sentía tan bien cerca de Dani. Años antes habían peleado cuando ella tomó la decisión de salir con Blas.

La chica comenzó a acariciar las muñecas de Dani, (ambos habían pasado por terribles situaciones en sus pasados que no merecían) cuando se encontró con nuevas heridas en la piel del chico.

— Daniel.

— No digas nada — dijo él en un susurro casi inaudible.

Celia se levantó repentinamente, lo mejor era contarle todo eso a Blas o en efecto a Cristina. Quería al rubio con todo su corazón, no dejaría que se hiciera más daño. Estaba por correr cuando él se levantó evitando con un abrazo que ella escapara.

—Te necesito como no tienes una idea — susurró al oído de la chica.

— Dani, tenemos que hablar con los chicos sobre esto, ellos te quieren.

— Lo sé, tanto como tú a mí — dijo mientras acariciaba el cabello de ella —. Pero no necesitan saberlo.

El sol comenzó a salir de su escondite entre los edificios mientras el abrazo se prolongaba por más tiempo.

— Gracias por ser tan especial — susurró Celia —. Siempre estaré aquí.

Más tarde cuando ambos se sintieron más tranquilos se dirigieron al lugar de donde provenían. Celia al piso de David y Dani al suyo.

Cuando Dani entró en su piso se encontró con Álvaro, con el cabello alborotado, la vista perdida mientras acomodaba su chaqueta.

— Hola — dijo Dani rascando su nuca nervioso.

— Hola Dani... Yo iba a por algo para desayunar — respondió el editor —. ¿Vienes?

El rubio asintió no le haría mal salir a tomar un poco más de aire y mucho menos con tan buena compañía, quizá así se fuera un poco la cruda y el dolor de cabeza ya que el dolor de sus heridas nunca sanaría.

El camino de ida a la cafetería fue silencioso aunque el de regreso lo fue aún más.

Cuando ambos chicos se vieron sentados en el sofá frente al televisor Dani encendió en el canal de las noticias.

*Les informamos que un hombre se ha escapado de prisión esta mañana. Hemos entrado a su celda, se trata de un pedófilo y...

El corazón de Dani comenzó a latir con fuerza cuando el camarógrafo filmó unas fotos de Blas y Carlos. No lo podía creer, el castaño nunca le mintió sobre nada de su pasado. No se hubiera sorprendido tanto si las fotos hubieran sido de cuando eran pequeños, eran fotos recientes.

— Álv — la mano de Dani tocó la rodilla derecha de Álvaro conmocionado.

El editor respiró, estaba asustado tenía que sacar al menor de alguna forma de aquella ciudad tan peligrosa antes de que saliera afectado, nada le haría cambiar de opinión.

— Álv — volvió a decir el menor.

— Ahora no Dani, en cuanto Carlos llegue de adónde quiera que haya ido, nos marcharemos de aquí — Dani le miró, el mayor se había portado como todo un egoísta, lo entendía por un lado pero por el otro sabía de su amor por el de ojos miel.

— No voy a dejar que te lleves a Carlos, piensa en Blas, él sufrirá cuando el rubio se vaya.

El corazón de Dani palpitaba con rapidez, no soportaría más emociones.

— Ya está decidido Daniel, no voy a exponer a mi hermano menor a que un loco, psicópata le haga daño.

— Lo amas — susurró firme. Sus ojos comenzaron a cristalizarse pero no lloraría, él era fuerte.

— Es mi hermano menor, Dani, por favor entiende.

— Ya es mayor de edad. Dejemos que él decida lo que es mejor para su vida y deja de ser tú quién lo haga por él...


¡My Angel! //Blarlos//CANCELADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora