Capítulo 11

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Jimin estaba en la habitación que compartían los dos y en sus pequeñas manos tenía el pequeño papel que venía junto a los anillos.

Feliz Aniversario Jimin, te amo.

Suspiro volviendo a llorar y se coloco el anillo mirándole arrepentido de lo que había hecho, debía admitir que si se le fue la mano pero Yoongi debería entender que el lo hacía porque lo amaba, porque tenía miedo a perderlo.

Habían pasado tanto tiempo separados que sinceramente desconfiaba pues fueron tantos años sin poder verlo y darle lo que el quería, temiendo a que alguien llegara y le diera lo que él no.

El móvil de Jimin empezó a sonar y este sin dudar lo tomó con la esperanza de que fuera el pálido.

— ¿Y-Yoongi?. — pregunto intentando calmar su respiración.

— Perdón pero no soy Yoongi. — contestaron de la otra línea.

— Oh papá. — intento sonar alegre aunque fracaso.— Lo siento pensé que era Yoongi.

— Pasa algo Jimin. — aseguró. — Te conozco, ¿Acaso discutieron?.

— E-el... Y yo ya no estamos juntos papá. — dicho eso empezó a sollozar.

— Tranquilo mi niño. — intentó consolar. — Las cosas se arreglaran no te preocupes, es normal que en una relación discutan pero verás que luego se arreglan y eso fortaleze más a la relacion.

— E-es que no entiendes papá, hemos terminado para siempre, y-yo hice algo que al le molesto muchísimo y, y, y. — paro frustrado intentando calmar su respiración — El dijo que ya ni quería estar más conmigo, que se canso y se fue de la casa.

— Entonces si fue enserio... Mira Jimin, no te voy a preguntar que hiciste pero ya tengo una idea, te aconsejo que te calmes, te des un baño y duermas. — aconsejo. — Ya mañana más tranquilo vas a pensar mejor.

— Gracias papá, seguiré tu consejo.

— Esta bien mi niño, y no te preocupes yo te conseguiré un buen departamento para que te puedas ir de la casa de Yoongi. Yo te llamaré campeón.

Los dos Park se despidieron y colgaron la llamada, Jimin ya un poco más calmado se dirigió al baño para hacer lo que su papá había dicho. Con un buen baño y una siesta pensaría mejor.

Mientras tanto en otro lugar de Seúl, en una pequeña casa se encontraba Jin durmiendo tranquilamente en su cama rosa pastel. Pero su sueño se vio interrumpido cuando se escucharon fuertes golpes en su puerta.

Miro el reloj de su pequeño mueble y maldició, ya era tarde para que alguien viniera a su humilde casa. Con fastidio se levantó de su cama y se dirigió a la puerta abriendo esta sin preguntar.

— ¡Yoongi!. — nombró asombrado al ver como estaba su amigo.— Apestas alcohol.

— N-no esg ciertoo. — contestó el pálido arrastrando las palabras.

Jin sin dudarlo le ayudó a entrar a la casa hasta dejarlo en el sillón y arrebatarle la botella de licor de las manos cuando este tuvo la idea de tomarle.

— No más. — dijo Jin. — Mirate como vienes, hay dios mio Yoongi, te pudo haber pasado algo.

— Me duele... Me duele mucho. — fue lo único que dijo el pálido asustando a Jin.

— ¿Te paso algo? ¿Te hicieron daño?. — pregunto.

— Me duele aquí. — dijo señalando su corazón. — Me duele tanto, yo lo amo.

Dicho eso se dejó caer en los brazos de Jin llorando.

— Tranquilo Yoongi. — le acarició suavemente su cabellera. — Supongo que ya enfrentaste a Jimin.

Este solo asintió llorando más fuerte con moviendo a Jin quien este discretamente empezó a llorar, le dolía ver a Yoongi así.

Yoongi se había quedado dormido y Jin con cuidado lo dejó en el sofa cama subiendo después por unas cobijas a su habitación para cubrirle del frío. Lo tapo perfectamente y beso su frente de forma tierna.

— Quedate. — dijo Yoongi sorprendiendo un poco a Jin pues creyó que estaba completamente dormido. — Duerme a mi lado.

— Bien... Me quedaré.— dicho eso se acosto al lado del palido quien lo atrajo por completo a él abrazando por su cintura y hundiendo su rostro en la cabellera de Jin.

Quién este sin poder evitarlo recargo su cabeza en el pecho del palido escuchando los hermosos latidos de su corazón.

¿YoonJin?¿YoonMin? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora