Capítulo 10: "El brazalete"

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Me la pasé toda la tarde con Adam, contándole sobre Nunca Jamás y mostrandole la isla. Por más sorprendente que suene, Pan no ha molestado al niño hasta ahora. Adam me recuerda a Theo, no en lo físico, pero sí en el tema de la personalidad. Adam y Theo son dos buenos niños con demasiada ternura y algo traviesos de vez en cuando.

Aún no podía descubrír por qué Peter estaba enojado conmigo, me ignoró toda la bendita tarde. Ni siquiera tuvimos nuestra "sana" discusión rutinaria, ni quería mirarme. Y no sabía qué había hecho para que se enfadara. Pero ese chico también tiene serios problemas de bipolaridad.

Está atardeciendo y en dos horas será la fogata. Mientras tanto, Peter y los demás están afuera preparando cosas o charlando simplemente, y yo, tiendo mi cama y la de Peter. Sigo durmiéndo en el suelo y eso hace mi columna un verdadero desastre por la mañana, además de los ronquidos de Peter. No sé cómo lo soporto.

Cuando terminé de hacer mi cama, me tocaba la de Peter. Cuando iba a meter las sábanas bajo la almohada me percaté de que había algo bajo ellas. Entonces levanté la almohada, de curiosa, para saber qué tenía escondido Peter.

Esperaba encontrarme alguna cosa insignificante sin nada de valor alguno, pero encontré absolutamente todo lo contrario: es un brazalete de cadenas de oro, con un dije de calavera. Me sorprendí al verlo. Pero no era lo único allí, acompañado con el brazalete venía una nota arrugada hecha una bolita. Abrí la nota para saber si decía algo.

"Espero que te guste, Rose.

-Garfio."

Un minuto... ¿Garfio? ¿Por qué Pan tendría un brazalete de mujer, mí brazalete, mí regalo? Se supone que Garfio ya no existía. Y de ser así... ¿Por qué sabía sobre mí? ¿Por qué habría de darme un brazalete? ¿Por qué Pan escondió ese brazalete?

―¿Todo bien aquí?― oí la voz de Félix a mis espaldas. Volteé rápidamente y escondí el brazalete tras mi espalda.

―Ah...sí, sí― balbuceé un poco.

Félix no pareció muy convencido así que le sonreí un poco.

―Eres rara, uh... La fogata va a comenzar, ¿vienes?

―En un rato voy.

Él asintió y se fue, suspiré aliviada. Casi me atrapa.

¿Sería por el regalo de Garfio que Peter estaba enojado? ¿Cómo pudo haber entrado al campamento? Si él había vuelto, podría dañarnos y no quiero que nadie salga lastimado. Los niños perdidos son mi familia, Henry, Félix, Adam... Peter.

Últimamente pensaba demasiado en Peter. Y es que mi orgullo nunca iba a aceptar que él me gusta. No creo aceptarlo, aunque en el fondo... lo sabía. Muy, muy en el centro de mi corazón sabía que él me gusta.

Al final me decidí por irme a la fogata, creo que me agobiaba con demasiadas preguntas. Salí de la tienda y me encontré con todos danzando al compáz del instrumento que aún no puedo escuchar. Es frustrante.

Me senté en un tronco, sola, mientras miraba cómo los niños danzaban. Las preguntas iban desapareciendo una por una de mi cabeza, aunque sabía que iban a regresar.

―¿Quieres bailar, Rose?― me preguntó Adam tomándome de la mano. Miré de reojo a Peter que tocaba su zampoña y nos estaba mirando, en sus ojos se podía distinguir un brillo de ilusión, pero... ¿por qué?

―Yo... no suelo bailar sin música― le digo encongiendome los hombros.

―Por favor, sólo... diviértete. Por mí― me hizo un pequeño puchero al cual no podía resistirme. Le sonreí y me jaló hasta donde todos estaban bailando.

Al principio no supe cómo moverme pero luego me deje llevar por la música y les seguí el paso. Bailaban como locos pero eso no me importó y fui una loca junto con ellos, parecíamos lombrices de tanto movernos. Pero es lo más divertido que he hecho aquí. Peter nos miraba divertido y se le escapó un sonrisa, aunque la borró para seguir tocando.

Luego de el baile, volví a sentarme y los chicos siguieron bailando o haciendo música. Peter se sentó a mi lado para mi sorpresa. Bipolar.

―¿Te divertiste?― me preguntó mirándome.

―Mucho― le sonreí.

―Me alegra, ¿puedes escucharla?― sabía a qué se refería, a la zampoña. Por un momento quise preguntarle lo del brazalete pero sabía que lo enojaría y no quería eso ahora que se ha dignado a hablarme.

―No... en serio me gustaría― suspiré.

―Ya lo harás, no te preocupes. Mm... como haz participado de la fogata y ya eres parte de la familia, y a la familia no se les molesta tanto, mm... quiero decirte algo.

―Ve al grano, Pan, hablas demasiado.

―Okay, uhu, ¿los ronquidos que no te dejan dormir? Bueno, yo no soy una persona de roncar y admito que sólo lo he hecho para molestarte.― ¡Lo sabía, maldito!

Comencé a golpearle el brazo y él se reía.

―¡Duermo horrible de noche, maldito!― exclamé dejando de lado las ganas de reírme. No quería admitirlo, pero era gracioso―. Jura que no volverás a hacerlo― le dije más calmada.

―Lo juro― levantó sus brazos como si él no hubiera hecho nada y luego comencé a reíre, Pan me siguió―. Vale, quiero pedirte algo― dijo serio, por lo que me calmé para escuchar el pedido del rey― y no te puedes negar.

―Sigues hablando demasiado, Pan. Ve al punto, santo Dios, eres tan...

―Quiero que duermas en la misma cama que yo― me interrumpió y luego desvió la vista. Mis ojos saltaron de mis órbitas por el pedido.

¿Yo? ¿Dormir en la misma cama que Peter Pan? ¿Era en serio?

―¿Do-dormir contigo?― dije incrédula. Él me miró a los ojos, en ese momento la fogata hacía resaltar el color verde de sus ojos. Era imposible mirarlo sin caer perdida en su mirada. Sonará cliché, pero éste cliché sí que es real.

―Sólo por seguridad, últimamente me preocupan un par de cosas― Garfio, recordé. Peter no se preocupaba, ésto debe ser serio.

―Supongo que está bien.

Esa noche me costó dormirme y más porque Peter se mueve mucho. Nos pateábamos y me pegó un codazo en el ojo. Todo fue un desparramo de sábanas y guerras para ver quién se quedaba con la manta, pero logramos encontrar un cómoda posición de espaldas, Peter contra la pared y yo al borde de la cama.

Él aún estaba despierto, no podía confirmarlo, pero lo sabía de alguna manera. Yo hice un ruidoso suspiro y una pregunta llegó rápidamente a mi cabeza.

¿Gafio podría hacernos daño a alguno de nosotros y es por eso que Peter no me dió el brazalete?

En éste momento quería saber cómo entro al campamento y cómo es que sabe de mí. Logré conciliar el sueño finalmente. 


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¡Regalillo de Garfio, Dios! ¿Qué estará tramando éste ahora?

-Delfi :)

𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑖𝑙𝑠 [𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑎𝑛 𝑂𝑈𝐴𝑇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora