𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑖𝑙𝑠 [𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑎𝑛 𝑂𝑈𝐴𝑇]

Capítulo 3: "Venganza"

―Peter, te amo, pero, en serio... ¿Vas a soltarme ya? ―le dije en una pequeña risita contra su pecho. Pan se rió y me soltó, había estado abrazándome desde el beso y los niños perdidos me esperaban para salir al paseo, sólo que el rey no quería dejarme ir.

―¿Llevas todo? ―preguntó.

―Todo ―afirmé. Todo eran armas y un poco de comida para quien quisiera en el camino, y las armas... fue insistencia de Peter. Pasó un año de lo de Garfio y aún no lo supera, insiste en que hay que tener "precaución".

―Cuídate ―me da un casto beso en los labios y se va con Félix. Yo sonrío por su sobreprotección, siempre ha sido así, y eso me encanta.

―Muy bien, niños. Ya que el jefe ha dejado de molestar, ¡vamos! ―animé, comenzando a caminar hacia el bosque con todos los chiquillos atrás.

―¿Rose? ―dijo un pequeño niños perdido, de no más de ocho años, su nombre es Timothy.

―¿Qué pasa, Tim? ―le pregunté sonriendo, a lo que él me tomó de la mano. Es un niño muy tierno y lo tomo como un hermano, además de Adam.

―¿Tú y Peter son novios? ―preguntó tímido.

―Sí, Tim ―le dije divertida―. ¿Por qué preguntas?

―¿Y van a casarse algún día y tener hijos? ―su pregunta me dejó helada. Sólo tiene ocho años, no puede preguntar éstas cosas, ¿o sí? De todos modos sonreí y luego suspiré.

―Nunca se sabe. Dime, Tim, ¿por qué las preguntas?

―Porque... mm... bueno... ―dice nerviosísimo y se rasca la nuca―. Me gustas, Rose ―confiesa y yo sonrío. Tan tierno y adorable. Me agachó hasta estar a su altura y le doy un pequeño beso en su mejilla, a lo que él se sonroja, y se toca la mejilla sonriendo―. No volveré a lavarme la mejilla.

―Eres adorable, Tim ―sonreí.

[...]

Los niños perdidos corrieron al campamento de vuelta y me dejaron atrás. El paseo había terminado y estábamos volviendo al campamento mientras el sol comenzaba a bajar lentamente.

Pronto ya no escuché las risas de lo niños y sentí que alguien me observaba. Sentí un escalofrío correr por toda mi espalda. Fue horrible, y recordaba que así me había sentido la primera vez que fui a bañarme a la cascada. Nada bueno pasa después de éstos escalofríos; la última vez terminé con mi tienda incendiada.

Oí una rama quebrarse, y me puse en guardia con la espada, mirando hacia todos lados. No podía ver mucho, pues ya estaba oscureciendo y las risotadas de los niños ya no me guiaban.

Pero tampoco podía decir que estaba perdida, porque conocía ésta isla como la palma de mi mano, gracias a Peter.

Otros ruidos y comencé a ser un manojo de nervios con vida. Sabía defenderme pero no sabía de qué defenderme, ese era mi problema. Y si eran los niños jugando, sólo me reiría con ellos.

Observé a una oscura y sombría figura salir desde los árboles, la reconocería en cualquier lugar. Y no venía solo, también tenía a su tripulación. Estaba exactamente igual que cuando lo metí en aquella caja, pero...

¿Cómo es que pudo salir de ahí?

Se acercó a mí mientras su tripulación tapaba todas mis salidas, formando un círculo a mi alrededor. Sonrió, analizándome de punta a punta e intenté atacarlo, pero fue inútil. Uno de sus seguidores me sujetó tanto que hasta podía jurar que unas marcas quedarían en mis brazos.

―Ha pasado tiempo, señorita ―dijo con su sonrisa arrogante. Garfio provoca en mí unos terribles escalofríos y temor, sólo con su presencia. Temía en qué podría convertirse ésto.

Lo último que logré escuchar fue "Venganza", antes de caer completamente dormida.

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Todo cambiará ahora que Garfio ha vuelto... 

Todo y todos cambiarán.

Prepárense.

-Delfi :)