Capítulo 18: "Melodía"

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Comenzaba a anochecer y todos estaban preparando la fogata, yo incluida. Peter no había salido de la tienda desde que llegó ésta tarde. Henry pudo conseguir algo de información, pero nada importante: sólo que no había dormido en la noche.

Acomodé una rama sobre las otras y me alejé de la fogata. Caminé a paso lento hacia Félix, quien estaba con su capucha. Al verlo, yo me la puse también, hacía algo de frío hoy. Me posicioné a su lado mirando cómo el fuego comenzaba a arder lentamente.

―¿Él va a venir? ―le pregunté a Félix sin apartar mi mirada del fuego.

―No lo sé, estuvo toda la tarde en ésa tienda ―suspiró.

Se escuchó el crujido de una puerta al abrirse. Nos giramos y vimos a Peter salir de la tienda, con su zampoña en manos y con su cara normal. Del tono que debía estar y ya sin ojeras, parece que aprovechó para dormir.

Me miró y se dirigió a la fogata, mirándola detenidamente. Luego se sentó y sonrió; era una señal para que los niños perdidos comenzaran a bailar. Y eso hicieron. Primero tocaban la música ellos mismo con sus palos de madera.

Me senté un un tronco, sola, a admirar cómo bailaban los niños. Usualmente yo bailaría con ellos, pero no quería hacerlo hoy.

De repente, escuché una lenta música que parecía llenar el espacio y encajar perfectamente con los palillos de los niños. Miré a Peter inmediatamente y me encontré con él tocando la zampoña. El sonido que oía coincidía con el movimiento de los labios de Pan al tocar la zampoña.

¿Puedo escuchar la zampoña o es sólo mi imaginación?

Y si puedo escucharla, admito que es preciosa. La melodía es suave, lenta y envolvente, pero con ritmo a la vez. Parecía ser demasiado perfecta como para Peter Pan. Una melodía digna de apreciar y alabar.

Es preciosa. Y la forma en la que Peter la toca... perfecta también. No sabía que él pudiera hacer algo tan hermoso como tocar la zampoña.

Sonreí ampliamente, más amplio de lo que mi sonrisa podía llegar.

La mirada de Peter atrapó a la mía y paró de tocar la zampoña, confundido. Yo le hice una seña para que siguiera y él sonrió. Se acercó a mí fabricando nuevamente aquella melodía tan perfecta.

Me paré del tronco y lo miré a los ojos. Era el mismo Peter Pan de quien me había enamorado. Me quedé atontada mirándolo un poco.

―¿Tú... puedes, puedes escucharla? ―me preguntó sonriendo.

―¡Sí! Es preciosa ―le sonreí.

Todo fue en cámara rápida y cuando pude darme cuenta, estaba rodeada por sus brazos. Fue como un impulso que tuvo. Sus brazos fuertes, cálidos y seguros, estaba rodeada por los brazos de Peter Pan.

Mi cuerpo se tensó y una corriente eléctrica recorrió toda mi columna haciendo que me dieran escalofríos.

Peter se separó de mí cuando notó lo que había hecho. Me miró a los ojos y luego hacia el suelo, logré ver cómo se ponía nervioso y dejó caer su zampoña al suelo. Todos los niños perdidos habían dejado de bailar sólo para ver la escena que acababa de suceder entre Peter y yo.

―Lo siento, no debí...

Y antes de que pudiera terminar la oración, se alejó volando. Menudo hombre; me abraza, se lamenta y luego se va. ¿Por qué lo hace tan confuso? Sólo quiere que mi cabeza sea un laberinto. Lo único que sabe él es cómo confundir a las chicas.

―¡Peter! No te vayas... ―murmuré mirando la dirección por donde se había ido.

Peter Pan no regresó. Sólo se fue así, sin decirnos a dónde iba ni por qué se fue así. Me dejó demasiado confundida, y lo gracioso era que probablemente él también esté confundido.

¿Por qué se fue así?

𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑖𝑙𝑠 [𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑎𝑛 𝑂𝑈𝐴𝑇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora