Capítulo 31: "Corazón latiendo"

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Estábamos cansados, lastimados y sudados, pero por nada del mundo dejábamos de pelear. Él por el odio, y yo por el amor. No puedo detenerme, es como un juego de niños, cuando empiezas, no puedes parar. Es divertido. Es lo que siempre había querido hacer desde que leí Peter Pan. Pelear con el Capitán Garfio.

Nuestras espadas chocaban de una manera coordinada y divertida, todo parecía estar pasando tan lento, aunque los movimientos fueran rápidos. Yo sonreía, la adrenalina hacía ese efecto. Que yo esté ganándole a él también. Él estaba más lastimado y cansado que yo, no tenía motivos para pelear. Nada lo motivaba. En cambio, a mí sí. Yo peleaba por mi vida, por los niños perdidos, por Félix, por Theo, por mis padres, y por Peter. Peleaba por mi vida en la isla más mágica, Nunca Jamás.

Supe que era tiempo de terminar con Garfio, cuando éste calló al suelo rendido. Me acerqué lentamente a él y se puso de rodillas, creo que va a pedirme piedad.

―Por favor... no... no me mates ―dice en voz baja, está cansado y habla agitadamente.

Lo pensé profundamente, no matarlo implicaría que en poco tiempo se recuperaría y volvería a intentar lo mismo que ya ha intentado. Y no quería que volviera a interferir. Simplemente quería que se aleje de Nunca Jamás, para siempre. Entonces recordé algo, puede irse de aquí. Lo sacaré de esta Isla.

―No morirás ―dije y él suspiró aliviado ―. Con una condición.

―La que sea.

―Te irás de ésta maldita Isla y nunca más volverás. Nunca más intentarás hacerle algo a Peter, a los niños perdidos, o a mí. Si vuelves o intentas volver, yo no tendré piedad contigo. Y te mataré, lenta y dolorosamente. El mundo real será tu nuevo lugar, y no me importa si quieres o no ir allí, irás o te mataré. No habrá perdón, ni engaños, ni juegos ésta vez. Te irás para siempre de Nunca Jamás, sin retornos ―le dije mientras mantenía el filo de una espada en su garganta.

Él asintió. Entonces yo me elevé en los aires y lancé una de las habichuelas mágicas, vi cómo en el agua se formaba un remolino y el Jolly Roger estaba en éste junto con toda su tripulación abordo. Ese fue uno de los mejores momentos de mi vida, cuando sentí tanta paz en mi alma al fin. Estaba aliviada de haber mandado a Garfio a otro lugar. De que ya no volviera a molestarme. Ni molestarnos.

Sentí aire chocando por mi cara, se había vuelto de noche y las estrellas comenzaban a dar su luz. Junto con la luna creciente que se veía en el cielo intenso. Miré el cielo, y un aire liberador chocó contra mi cara. Sonreí, quizás la sonrisa más grande que he hecho en mi vida, me sentía libre. Volé girando más alto, abriendo los brazos, cerré los ojos cuando iba descendiendo.

Apoyé mis pies en la arena, y respiré hondo. Era hora de volver con Peter y los niños perdidos al fin, no podía esperar para volver con ellos. Lo extrañaba de una manera indescriptible.

Corrí entre los árboles con libertad, sonriendo y sintiendo cómo mi corazón volvía a latir después de haber sufrido tanto daño. Encontré el campamento metros después, los vi a todos los niños perdidos, hablando en ronda. A Félix apoyado en una planta, pensando, con su mano en su barbilla. Y a Peter, sentado en una de las rocas de la fogata, moviendo su pie hacia arriba y hacia abajo, con las manos entrelazadas.

Caminé unos pasos más y entré al campamento, acaparando todas las miradas. Peter se paró de la roca al verme. Sonreí.

―Él ya no está ―dije.

Antes de que lograra respirar, tenía a todos los niños perdidos abrazados a mi cuerpo. Me abrazaban fuerte y decían: "No te vayas nunca más". Eso... me hacía enternecer hasta el punto de querer llorar de alegría. Los abracé tan fuerte como pude.

―Nunca volveré a dejarlos.

Peter se acercó unos pasos, y los niños perdidos decidieron que era tiempo de soltarme, cuando lo hicieron... caminé dos pasos más hasta Peter. Y ninguno de los dos resistió, nos envolvimos en un abrazo fuerte y desesperado, un abrazo que jamás voy a poder olvidar. Él se separó y agarró mi rostro con las manos temblorosas, y me besó. Dulcemente. Pero el beso era desesperado. Yo necesitaba a Peter más de lo que necesito oxígeno para respirar. Y creo que a él le pasaba lo mismo.

Cuando lo abracé, mi corazón volvió a latir.

―Te extrañé. Nunca te vayas, por favor. Te amo... Te amo ―dice abrazándome fuertemente y comienzo a llorar de felicidad en su hombro, mientras le devuelvo su fuerte y vital abrazo.

―Siempre voy a estar aquí. Te amo, Peter ―le dije entre lágrimas.

No podía hacer más que sentirme feliz, y amarlo. Amarlo en el pasado. Amarlo en el presente. Y amarlo en el futuro es a lo único que voy a dedicarme ahora. Porque amarlo, es lo que me llena de vida. Él me llena de vida... Y lo amaré por siempre.

Siempre.

THE END.

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Bien niñas, ésta novela ha llegado a su fin y debo agradecer a todas y cada una de las personas que leyeron ésta novela, la comentaron y votaron. Muchas gracias por todo.

Las/os amo, habrá un epílogo.

-Delfi :)

𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑖𝑙𝑠 [𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑎𝑛 𝑂𝑈𝐴𝑇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora