Capítulo 12: "Sálvala"

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Aterricé en el mugroso piso del barco de Garfio y me dirigí a su camarote, preparándome con mi espada, pues no pensaba tener ningún tipo de piedad. Entré a su camarote demasiado lujoso como para ser de un pirata y lo observé ahí: estaba sentado en su escritorio, con una copa de vino a su lado y sonriendo maliciosamente. De seguro sabía que vendría.

―Te estaba esperando, Pan ―me dice caminando hacia mí con la copa de vino en su mano―. ¿Quieres un trago?

―No quiero nada que tenga que ver contigo ―escupí.

―Pero necesitas mi ayuda. Dime, ¿qué tan grave está la bella Rose?

Lo tomé del cuello y lo acorralé contra la pared, apretando mi mano.

―No hables de ella, imbécil ―escupí.

―Ella está muriendo, ¿de veras quieres matar a la única persona que puede evitarlo? ―me dice con el aire que le queda y lo suelto; no porque quisiera si no por ella, por Rose ―. Buen chico.

―Vámonos.

[...]

Ambos estábamos parados en frente de su cuerpo, mirándola. Yo esperaba que Garfio hiciera algo pero él sólo se le quedó mirando, a lo que yo me comencé a desesperar. ¡Estaba apunto de morir y él sólo la miraba! ¡Lo odio!

―¡Haz algo! ¡Se muere! ―le grito desesperado.

―Oh, puedo ver cuánto te importa ―me dice―. Sin embargo, tengo una condición muy exclusiva para salvarla.

―¿Cuál es? ―pregunto frustrado.

―Cuando ella despierte, no recordará nada, sólo pensará que se había quedado dormida en medio del bosque, no sabrá que yo he regresado ni que estuvo siendo una mala niña éstos días. Y cuando eso pase; la echarás del campamento y le dirás que no la quieres más, que se vaya. No tendrá más remedio que convertirse en pirata si quiere vivir.

―¿¡Qué!? ¡No, nunca! Rose no sería una pirata, yo la amo, no voy a echarla. No va a pasar, Garfio ―grité alterado. Él no podía pedirme que hiciera semejante cosa, entregar al amor de mi vida en muy malas manos. No, no, no y no.

―Oh... ¿Prefieres verla morir por culpa de un capricho tuyo que verla vivir nuevamente, como la vieja Rose? ―me pregunta, dejándome helado. No quería que ella muera, eso nunca, pero verla al lado de Garfio era algo parecido a la muerte también. No quería que pagara con su vida por un capricho mío.

Con dificultad y un nudo en la garganta, logré responderle: ―Haré lo que quieras, sólo... Sálvala.

―Qué romántico. Despídete de ella ―anunció con maldad. Él sabía que ésto estaba rompiendo mi corazón, ya no eran grietas, ahora se rompía verdaderamente.

Me acerqué a ella con lentitud y me agaché a su altura, aún permanecía con sus ojos cerrados. Acaricié su cabello y una lágrima salió de mis ojos sin poder controlarla. Ahora me vale mierda si estoy llorando frente a Garfio, sólo quería que Rose despertara y vuelva a su vida sin sufrimiento, ni maldad. Pero eso tenía un precio, y era alejarla de mi vida.

―Rose, si puedes oírme... Te amo, ¿sí? Te amo. Nunca dejaré de hacerlo, no importa lo que pase. Sólo quiero que estés bien, haría todo por ti. Lamento haberte metido en ésto, lo siento... ―sollocé―. Haría todo con tal de que vuelvas a tener ése brillo que tanto amo, aún si eso implica perderte... Nunca dejaré de amarte. Mi corazón te pertenece, ahora y siempre.

Me incliné hacia ella y la besé en los labios suavemente, dejando que las lágrimas salieran de mis ojos, ya no las retendría. Ya no me importaba llorar. Iba a perderla de cualquier modo, ya no me importaba nada. Sólo que ella vuelva a ser la misma que era antes de que Garfio arruinara nuestras vidas.


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"El verdadero amor es sacrificar todo para que la persona viva; no importa si su vida ya no la      comparte contigo.

 Pero... ¿qué pasará ahora que no te queda nada?"


Lloré :'(

𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑖𝑙𝑠 [𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑎𝑛 𝑂𝑈𝐴𝑇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora