𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑖𝑙𝑠 [𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑎𝑛 𝑂𝑈𝐴𝑇]

Capítulo 30: "Paralizada"

Estaba parada frente a Peter Pan, con los niños perdidos a mi lado, amarrados y capturados por los piratas. Todos tenían rastros de preocupación en sus ojos, incluido Félix. Peter esperaba su muerte en silencio y yo lo miraba, con lágrimas resbalándome por los ojos, sintiéndome paralizada... no sabía que hacer.

Miré a Félix, quien también me miró. Él derramó una lágrima y eso me estaba partiendo el corazón otra vez, ver que los niños cerraban los ojos intentando no llorar me dolía. Ver a Peter amarrado a la vela, esperando su muerte, una muerte que yo tendría que ejecutar... me mataba por dentro.

Garfio se acercó a mí con una espada en su mano, el arma con que esperaba que matara a Peter. Él se veía feliz.

El clima de Nunca Jamás comenzó a cambiar de manera drástica, el cielo se volvía gris. La isla percibía el fin de su rey. Yo miraba el cielo y el mar, una tormenta se formaba sobre nuestras cabezas y el mar se agitaba rápidamente. Todo se volvía oscuro. Como cuando el demonio me consumía... tal cual como Noah me lo contó.

―Hazlo ―susurró Grafio a mi oído. Sentí un escalofrío subir desde mis pies a mi cabeza. Estaba casi congelada.

―Quiero decir algo ―interrumpió Peter.

―A ver, Pan, seguro quedaremos muy impresionados con lo que dirás ―Garfio carcajeó, al igual que toda su tripulación.

―Rose. Todo lo que hice, lo hice con una razón. No sé si sabes cuál es... pero quiero que sepas que gracias a ti aprendí a ser alguien, a sentir algo. Sé que piensas que soy un idiota, siempre lo creíste... pero siempre me dijiste que era un idiota de los buenos ―sonreímos con lágrimas en los ojos―. Pero supe que me querías, y haberte roto el corazón fue el mayor error que he cometido en toda mi vida... y tengo una larga vida ―reí entre lágrimas, igual que los niños perdidos―. Me enseñaste a amar, me aceptaste sin juzgar. Y eres la primera que lo hace. Yo... quiero que sepas que, si muero hoy, estoy complacido de que tú seas quien me mate. Y... que te esperé durante siglos literalmente, y... ―se trabó con sus lágrimas, yo estaba rebalsando de ellas―. Y que te amaré por mil años, y más. Por siempre.

Me sequé las lágrimas con mi mano, mi pecho subía y bajaba, y las lágrimas caían sin cesar. Estaba realmente conmovida con todo lo que había dicho.

No puedo hacerlo. Prefiero morir.

―Qué conmovedor... ¡Ahora mátalo! ―gritó Garfio desde atrás.

Apunté la espada en su dirección y él cerró los ojos. Vi que todos los niños lo hicieron, se preparaban para la muerte de Peter. Garfio estaba feliz obviamente, sabía que estaba ansioso por ver cómo yo tendría que degollar a Peter Pan. Su enemigo mortal.

Ver que la amada de su enemigo fue engañada y obligada a matar a la persona que más ama en el mundo... debe ser gustoso de ver para alguien que realmente odia a una persona. Debe ser mucho odio que Garfio le tiene a Peter, pero, nunca he llegado a entender muy bien por qué se odian tanto.

Levanté la espada para hacer lo más sangriento que alguna vez pensé en hacer. Y la bajé con un solo movimiento, cortando las cuerdas que ataban a Peter y dejándolo libre. Todos los niños perdidos gritaron eufóricamente, alegres de que haya elegido hacer lo correcto. Peter abrió los ojos y tocó su cuerpo, estaba completo. Sonrió y se levantó.

―¡Peleen! ―grité en señal para que los niños se liberaran y buscaran las espadas de la armería del barco. Ellos lo hicieron y comenzaron a pelear contra la tripulación de Garfio.

Era una batalla campal, como la vez que encerré a Garfio en esa caja.

Quise empezar una pelea contra Garfio pero Peter tocó mi hombro y dijo: "Déjamelo a mí". Sonreí y esquivé la atacada de otro pirata que intentó clavar su espada en mi abdomen. Vi como Peter y Garfio luchaban. Vi ese odio en sus ojos, los de Garfio estaban rojos, y los de Peter estaban llenos de furia. Una furia que la expresaban peleando.

Unos minutos después de que la peleara empezara, se escucharon los gritos de Peter y Garfio. Siempre que pelean, comienzan a discutir. En todas sus peleas es igual, según Peter.

―¿¡Por qué crees que ella quiso ir a su ciudad!? ―gritó Garfio.

―¡Ella volvió! ¿¡Recuerdas!? ―contraatacó Peter.

―¡Eres una desgracia, Peter Pan!

―¡Y tú eres un descarado y maldito pirata!

―¡Ella no te ama, acéptalo!

―¡Estábamos bien antes de que tú arruinaras todo!

―¡La obligaste a quedarse, y sólo porque es tonta tuvo afecto hacia ti! ―dice Garfio pegándole con su garfio en la frente, y Peter cayó.

Su espada hizo un estruendo contra el suelo, al igual que su cuerpo. Le marcó una herida como la de la emboscada. Me arrodillé al lado de Peter y lo tomé del brazo, ayudándolo a levantarse. Ambos grupos se separaron, la tripulación de Garfio por un lado, y los niños perdidos por el otro. Peter y yo quedamos a la mitad del camino de ambos bandos.

Llevé a Peter con los niños perdidos y tomé una espada de su cintura. Estaba lista para ponerle fin a todo lo que Garfio nos hacía. Por segunda, y última vez.

―Rose... no lo hagas ―dijo Peter tomándome una mano.

Lo miré y dije: ―Debo hacer ésto.

Él me soltó y yo seguí mi camino hasta Garfio. Quien instintivamente sacó su espada y lanzó el primer ataque, el cual me lo esperaba y logré evitarlo con éxito. Nada podrá vencerme ahora. Lo haré pagar por todo lo que hizo.

La pelea se intensificaba cada vez más, entonces decidí hacer lo mejor para todos.

―¡Peter saca a los niños de aquí! ¡Váyanse! ―grité esquivando un ataque.

―¡No vamos a dejarte sola! ―me grita desde atrás.

―¡Hazlo! ―ataqué a Garfio para distraerlo y mirar a Peter ―. Confía en mí.

Él asintió y comenzó a sacar a todos los niños del barco, volando.

Eramos yo y Garfio ahora.

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Sorry babes por no actualizar pero aquí está todo lo que necesitan saber. He terminado la escuela y ahora podré dedicarme de lleno a ésto.

Gracias por leer, ¿qué les ha parecido éste capítulo?

-Delfi :)