𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑖𝑙𝑠 [𝑃𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑃𝑎𝑛 𝑂𝑈𝐴𝑇]

Capítulo 23: "¿Te quedas?"

Ayer fue la emboscada al campamento de Peter Pan, mi corazón había recibido un nuevo golpe. Aunque con tantos golpes, ya se me está haciendo costumbre llorar en la noche hasta quedarme dormida. Noah intenta calmarme, pero sabe que ésto es más fuerte que cualquier otra cosa.

Luego de dejar a Peter sangrando por su cortada en la frente, decidimos irnos, pero no sin antes dejarle una nota a Félix y a los niños en un árbol cercano. La nota decía algo así:

"No importa que mi uniforme haya cambiado, siempre voy a extrañarlos a todos. Ya no sé qué pensar de Peter.

Soy una pirata ahora, y no me hace feliz; pero ellos ahora son lo único que tengo.

Iré a ver a Theo al mundo real, y puede que no vuelva, o tal vez si. Ya no tengo tantas razones para quedarme en Nunca Jamás. Pero, pase lo que pase, los amaré siempre.

Atentamente, Rose."

No puedo describir cuánto me dolió escribir esa nota, si me voy y ya no vuelvo... nunca más podré ver a los niños perdidos o... a Peter. Tengo miedo de que si vuelvo, olvide todo lo que alguna vez me hizo feliz aquí. Pueden haber pasado muchas cosas entre Peter y yo, pero me quedaban recuerdos. Fui muy feliz con él, y sé que éso se borrará si vuelvo... No sé qué hacer.

Narra Peter:

Anoche fue duro, la emboscada, volver a ver a Rose, Rumple... Sufrí mucho cuando decidieron irse, y no sólo fue porque me dolía la herida que me había hecho Garfio. Si no por una herida emocional aún más grande que dejó Rose marcada en mí. Me dijo que la lastimé, que le mentí; era cierto en parte, por Rumple, pero tenía tanto miedo de que ya no me quiera cerca suyo que... tuve que hacerlo. Y por otra parte, le mentí con lo de por qué la echaba, pues yo la amaba muchísimo más, pero no quería que su vida terminara por un estúpido capricho mío.

Lo único que quería es que no su fuera de Nunca Jamás, porque yo también leí la nota que nos había dejado. Dijo que ya no sabe qué pensar de mi, debe estar tan confundida. Y nos extraña... bueno, no a mí. Pero sí a los demás. Quiero que se quede, tengo miedo de que se olvide de mí. Tengo miedo de que vuelva y nos olvide a todos, tengo miedo de que se enamore de alguien que... que no sea yo.

Me siento impotente por haber perdido a Rose, pero perderla, de la manera que Garfio insinuaba, me dejaría sin ganas de vivir. No podría continuar, y lo admito. Su vida vale más que la mía en muchos sentidos. Prefiero... morir yo, a que ella lo haga.

Narra Rose:

―¿Pero vas a quedarte o te irás? ―dijo Noah al punto de casi gritar, estaba muy nervioso porque hoy sería mi vuelta al mundo de la realidad y no sabia si me iba a quedar o si me iría―. Rose, ¡por favor dímelo! ―gritó tomando mi brazo.

―¡No lo sé! ―grité―. ¡No quiero olvidar a los niños perdidos, no quiero olvidar a Félix, no quiero olvidarte, no quiero olvidar a Peter! ―mi voz se cortó y golpeé mi cabeza contra la puerta suavemente, no quería llorar. Pero Peter Pan era un recuerdo que no quería borrar de mi mente.

―Rose... ―sentí como Noah se acercaba a paso lento a mí y sus manos tomaban mis hombros con lentitud―. Lo siento.

Sentí su aliento pesado en mi nuca, y me volteé, quedando muy cerca de Noah. Demasiado. El ambiente se volvió intenso, no quería ni moverme, no quería besar a Noah. No siento por Noah lo que siento por Peter, Noah es mi amigo, no algo más que eso.

Noah se acercó más, yo no me moví, no podía. No podía ni creer que Noah quisiera besarme, que se siga acercando a mí sabiendo lo que aún siento por Peter.

―Noah yo no... ―extendí mis mano hasta su pecho y le di un leve empujón. Miré hacia abajo, agarré un abrigo cualquiera de mi cama y salí de mi camarote, dejando a Noah dentro.

¿Por qué Noah había intentado besarme? No lo sabía. Ni quería saberlo. Pensé que él me quería de la misma manera que yo, como amigos solamente, pero eso ya no lo sé. Yo amo a Peter, y Noah no cambia eso.

[...]

Ya era hora de partir, Garfio me llevaría en otro bote que no era el Rolly Roger, iríamos sólo él y yo. Ningún otro pirata más. Estaba nerviosa, quise tanto volver al mundo real desde que llegué aquí, que ya ni recuerdo como era allí. Extrañaba a Theo, extrañaba a mis padres, extrañaba a mis amigas, extrañaba mi habitación, mis cosas.

Pero no quería extrañar a Peter Pan. Ni a los niños perdidos. Ni a Nunca Jamás.

Luego de un año, aparecería en la vida de mis padres otra vez, pero no lo haría. Sólo los vería cuando duermen, a Theo es al único que vería. Pero al final de la noche, yo sólo habré sido un sueño para él. Todo lo que le diga, o lo que hagamos será sólo un buen sueño de su hermana desaparecida desde hace un año.

Bueno, eso sería si no me quedo y decido volver. Pero si decido quedarme con mi familia sería diferente, primero vería a Theo y mis padres estarían dormidos para cuando yo llegue al mundo real. Luego, al otro día, yo aparecería dormida en mi cama como mis padres recordaban en la noche que desaparecí. Sé que me llenarían de abrazos, besos, y otras cosas más; pero también sé que me agobiarían con sus preguntas de dónde estaba. O si me habían secuestrado, y si yo me había escapado.

Ambas decisiones eran complejas. No sabía cuál tomar aún.

―Ya es hora, señorita ―dice Garfio extendiendo su mano hacia mí, la acepto mirando fijamente al bote que nos llevaría hacia el mundo real nuevamente.

Un boleto de ida estaba asegurado, ¿pero, y el de vuelta? Eso dependía de mí.

Me subí a aquel bote, no sin antes no mirar hacia atrás, a los piratas; a Noah. Él se veía decepcionado, triste, con su mirada caída. Levantó una mano y la sacudió un poco, yo hice los mismo, acompañado de una leve y triste sonrisa. No sabía si aquella vez sería la última que lo vería... la última vez que pisaría Nunca Jamás.

El barco comenzó a moverse hacia delante porque Garfio remaba rápido, miré una vez más hacia atrás. Sentí lágrimas caer por mis mejillas...

¿Ésta sería mi última vez en Nunca Jamás?

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¿Ese sería su último día en Nunca Jamás?

-Delfi.