Quédate Un Poco Más© (Completo)

Capítulo 1

*Revisado*

Querido Diario:

Uno no hace las reglas...

Eso es lo que entendí hace poco, sé que no lo entenderás puesto que llevo años sin hablar o escribir contigo, sé que debes de estar molesto por mantenerte lejos de mí y, literalmente, haberte olvidado. Sé que eres como mi terapeuta, eres una de esas personas que si les cuento algo sé que no le dirás a nadie (aparte de que no estas vivo... claro está). Hay muchas cosas que quiero contarte, hace meses que no he hablado con la única mejor amiga que he tenido en mi vida y eres como mi único medio para desahogarme y que nunca me juzgará.

Sé que no soy la persona más santa del mundo, ni la que ha sufrido mucho, pero siento como si tuviera un peso enorme sobre la espalda que quizás nunca me quitaré porque no estoy haciendo lo correcto. También sé que de seguro ahora no entiendes nada, pero a lo largo de todas tus páginas te lo explicaré. Después lo entenderás todo.

No estoy orgullosa de todo lo que he hecho, pero tampoco estoy del todo arrepentida, solo sé que me arrepiento de no haber pasado más tiempo con esa persona porque es la persona más importante de toda mi vida. Tu sabes, antes de que dejara de escribirte, que lo amo con toda mi alma, que no importa lo mucho que me cueste, pero tendré que estar con él para toda la vida; aunque parezca o suene un poco enfermizo.

Lo único que espero es que no te aburras con todo esto, lo único que necesito es que te prepares para todo lo que tenga que poner aquí porque algunas cosas son un poco fuertes y violentas o subidas de tono. Es por eso que vengo en busca de ti, porque eres el único que escuchará y tendrá todo esto para reflexionarlo y cuando esté preparada, hare una depuración de todo esto.

Lo único que ahora te puedo escribir como adelanto es que todo empezócuando mi hermano volvió a la casa después de que Frank lo había corrido denuestras vidas.

Capitulo Uno:

-¡Elizabeth! -el alarido se escucha y revota por las paredes de mi cabeza.

Estoy sentada sobre la cama en medio de una destartalada y descolorida habitación, mi habitación, que no es más que un cuarto medio pintado con unos cuantos muebles que se caen poco a poco por lo viejos que están.

El corazón se me acelera cuando un segundo alarido igual que el primero se escucha de la nada, la voz de Frank mi padre- al gritarme frenético. Salto de un susto, respiro profundamente y me llevo la mano al pecho para calmar mi corazón despavorido. Por un momento, había pensado que tendría más tiempo a solas en la casa antes de que mi padre llegará, ahora estoy segura de que eso no pasará.

-¡Elizabeth! ¡Muévete, maldita sea!

Dejo mi libreta en uno de los cajones del mueble a lado de la cama y me encamino hacia el pasillo para dirigirme a las escaleras. Pero al momento de tocar el primer escalón, siento como es que los nervios y la inseguridad sube a mi cabeza, estoy completamente segura de cómo es que mi padre se pone cuando me tardo en obedecer. Sin pretenderlo, mi corazón comienza a acelerarse más, ¿Qué tal si ha regresado de un bar o un casino y está borracho y ha perdido mucho dinero? ¿Y si se desquita conmigo y empieza a golpearme o insultarme?

Le tengo miedo, siempre le tuve miedo, por mucho que me haga la valiente plantándome derecha no puedo dejar de ver al monstruo de mis pesadillas.

Al termino de las escaleras, muy tarde me doy cuenta que la sala no está sola como esperaba. Hay por lo menos cinco hombres esparcidos por el cuarto que me había dedicado a limpiar en la mañana por órdenes de Frank. Pero eso no es todo, ¡al contrario! Algunos de estos -aunque muestran indiferencia- voltean a ver mis piernas desnudas de la cual se me olvidó ponerme un pantalón en vez de short. Ya los conozco a la mayoría, ¿Cómo no conocerlos cuando regulan a ir a mi casa los viernes? Solo que no contaba con que iba a ser hoy.