La ducha es demasiado refrescante, de hecho, no puedo creer lo mucho que lo necesitaba porque siento como un gran peso se cae de todo mi cuerpo y puedo caminar con la cabeza en alto. Salgo del baño y me encuentro a un Will completamente distraído viendo la laptop en la sala. No me acerco a molestarlo cuando me dirijo a la habitación a encontrar un poco de ropa para cubrirme.
Camino al cuarto de Dante.
Es una combinación entre un cuarto de hospital con uno de niño. no quiero imaginarme lo que Dante sentía al entrar y ver todos esos aparatos que necesitábamos para él y ver todos los juguetes tirados en todas partes de Nathan y suyos. Tiene una mescla de colores hermosos, de hecho, recuerdo haber ayudado a escoger los colores con lo que se iba adornar la guarida de los dos niños en la familia... fue fácil tomando en cuenta que a los dos les gusta mucho Lego y les gusta armar sus propias ciudades y a Dante su estación de bombero.
Mis fosas nasales se mezclan con el dulce y delicioso aroma del ambiente, una combinación entre limpieza, perfume, y ese delicioso aroma que los caracteriza a los dos. No se como describirlo, nunca he sabido hacerlo, solo se que amo acercarme a Nathan para admirar el aroma aun a bebe y el de Dante.
Cierro los ojos cuando escucho la voz femenina... la reconozco, aun la reconozco de donde fuera que la escuchara, creí que con el tiempo se me olvidaría la voz, pero no lo es, lo percibo tan vivo, como si hubiera hablado con ella apenas esta mañana. Es la voz de mi madre, es su voz. Me asomo a la sala, Will aun sigue ahí, con la laptop y un vídeo en ella con el rostro de mi mamá y su voz tranquilizadora.
—Will, mi amor —dice su voz. Me acerco para ver bien lo que Will tiene—. Ven a conocer a tu hermanito.
Recuerdo ese día, nunca lo olvidare, Will estaba emocionado porque mamá acababa de salir del hospital por dan a luz a Dante y ya quería conocerlo, pero también quería guardar el momento para toda la vida y fue a pedir una cámara prestada para grabar todo.
Yo no quería conocerlo, estaba enojada... yo no quería que un niño llegara a la casa porque sabía que se robaría la atención de mi mamá.
—¿Cómo se va a llamar, mami? —le preguntó Will mientras grababa al bebe que aún tenía los ojos cerrados—. ¡Mira, Lizzy! Esta muy chiquito.
—Lizzy, ven a conocer a tu hermano —siguió mamá.
Yo esperaba sentada en la sala, esperaba que esto lo del niño terminara, jurando que jamás en mi vida lo vería como mi hermano al igual que como Will, jurando que jampas lo amaría ni daría mi vida por mi y que si un ratero entraba a la casa se lo daría en bandeja de oro al igual que pensaba en darlo en adopción en cuanto mi mamá y mi hermano se distrajera.
Todo volvería a ser normal.
—Ven a conocer a Dante, Lizzy.
Dante. ¿Qué clase de nombre es ese? Se notaba que no lo querían como para ponerle un nombre así.
—¡No quiero! —contesté cruzándome de brazos.
En ese entonces, Will solo grababa esa enorme sonrisa que mamá tenía en el rostro y al pequeño Dante que se retorcía cuando se sentía un poco incómodo, nunca he sido fan de los bebes recién nacidos, de hecho, ninguno me parece tierno y bonito, tienen una enorme cabeza cuando nacen en un cuerpecito, es más, no me gustan los bebes recién nacidos, son más bonitos de grandes después de los 3 meses en adelante o cuando ya pueden sostener sus cabezas es cuando los empiezo a ver bonitos.
Y Dante no era la excepción, de verdad estaba rarito de recién nacido, pero en cuanto creció fue la cosa más hermosa que haya visto en toda mi vida; él, Nathan y Jane, nunca había visto algo tan hermoso que esas tres cositas.
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Quédate Un Poco Más© (Completo)
RomanceLizzy y Will son el complemento perfecto, ella se apoya en él, al mismo tiempo que él en ella. Ellos dos son padres postizos del pequeño Dante quien sufre de una enfermedad mortal... Will y Lizzy se aman. Will y Lizzy se desean. Will y Lizzy se besa...